El juicio contra el ex diputado libertario Germán Kiczka y su hermano Sebastián por tenencia, facilitación y distribución de material de abuso sexual infantil (Masi) se va encaminando hacia la recta final rumbo a las sentencias, previstas para el miércoles próximo en el Palacio de Tribunales de Posadas, Misiones. Hasta el momento las jornadas estuvieron prácticamente dominadas por la exhibición de parte de los archivos con pedofilia, incesto y zoofilia encontrados en los dispositivos secuestrados durante los allanamientos a los domicilios de los imputados y las declaraciones de los numerosos testigos citados por los jueces Gustavo Bernié, Viviana Cukla y César Yaya.

Sin embargo, en la audiencia de hoy miércoles (la séptima de las doce pautadas en este proceso) la sorpresa la dieron los abogados de los Kiczka, quienes pasaron a la ofensiva en busca de morigerar las situaciones procesales de sus patrocinados, de momento más que complicados por la abundancia de pruebas. Se sabe que la estrategia de la defensa se basa en dos puntos centrales: postular a Germán Kiczka como un “perseguido político” (así se definió a sí mismo el ex legislador provincial en distintas oportunidades, incluso en lo que fue su única exposición en el juicio) y hacer constar que todos los archivos con material de abuso sexual infantil encontrados en computadoras y celulares pertenecen en verdad a Sebastián, sobre quien se busca una declaración de patología mental para evitar la cárcel.

Así las cosas, este miércoles los abogados de Sebastián Kiczka convocaron al estrado al psicólogo Alfredo Mierez, quien cuestionó el informe pericial que reconoce al mayor de los hermanos en el completo uso de sus facultades a la hora de descargar y observar contenido pedófilo, situación que en los hechos lo expone al peligro real de prisión dado que al mismo tiempo está acusado en la misma causa de abusar de una adolescente de 15 años. La figura que intenta imponer su defensa es la de “compulsión” por el consumo de este tipo de contenido. “Por eso no tiene sentido una pena, sino una medida de seguridad”, subrayó Eduardo Paredes, su abogado.

Además, la letrada María Laura Alvarenga cuestionó la seguridad del manejo que se hizo de los dispositivos electrónicos secuestrados durante los allanamientos a los domicilios de los hermanos, especialmente por el extravío de un disco rígido y de una placa de video. Esta estrategia de la defensa también parece tener fines dilatorios, aunque los jueces decidieron abrir por este asunto una causa aparte.

En otro orden de cosas, la defensa de Sebastián Kiczka solicitó que el juicio deje de ser privado, condición que el Tribunal Penal 1 de Posadas estableció para todas las audiencias, salvo la primera y la última, prevista para el miércoles 16 de abril.

Por último, se aguardaba la declaración de Pedro Puerta, líder del partido libertario Activar y amigo de Germán Kiczka, con quien compartió bancada hasta que éste fue expulsado de la Cámara de Representantes de Misiones. Amparado en sus fueros, Puerta optó por responder de manera escrita, cosa que se espera a más tardar para este jueves. Los fiscales Martín Rau y Vladimir Glinka le enviaron al actual diputado provincial un cuestionario de diez preguntas, entre las que se le consulta el vínculo que lo unía a Kiczka, si alguna vez le envió alguna vez fotos o videos de carácter pornográfico o sexual y si “sabe a qué se refiere el término ‘fotija’ y en qué contexto y con qué significados lo utiliza el imputado”.