Durante el primer trimestre del año, la Administración Pública Nacional (APN) registró un superávit primario de 4,5 billones de pesos y otro financiero de 1,6 billones de pesos, según estimó la OPC. El resultado primario -que surge de restar ingresos y gastos corrientes- fue un 26,4 por ciento inferior en términos reales al registrado en el mismo período de 2024, mientras que el resultado financiero fue superior en 13,5 por ciento año contra año. Los intereses de la deuda pública sumaron 3 billones de pesos entre enero y marzo de 2025, dando cuenta de una caída del 38,4 por ciento interanual.
La evolución de los ingresos y gastos fiscales se mostró equilibrada, pero partiendo de bases distintas de modo que se mantuvo el superávit de las cuentas públicas. En resumidas cuentas, la recuperación de los ingresos de la Seguridad Social fue central para mejorar la recaudación, pese a la pérdida provocada por el impuesto PAÍS. Por el lado de los gastos, al crecimiento en concepto de jubilaciones y pensiones se contrapuso la merma en concepto de pagos de intereses de la APN.
Ingresos
El análisis de fuentes de ingresos y egresos de la OPC se ordena en función de la relevancia de las distintas partidas sobre el total y permite advertir algunos cambios en la gestión fiscal del presente año. Por el lado de los ingresos, señala que crecieron 2,4 por ciento interanual. En primer lugar, los ingresos de la Seguridad Social mostraron un alza del 33 por ciento, acumulando siete meses consecutivos de crecimiento, como consecuencia de la recuperación de la masa salarial. De acuerdo con algunos analistas que siguen de cerca el tema de las paritarias, desde enero las paritarias están por debajo de la inflación, aunque esta distancia se acortó respecto de principios del año pasado.
En segundo lugar se destaca el Impuesto a las Ganancias, que creció 34,5 por ciento interanual, por mayores retenciones a trabajadores en relación de dependencia. Y en tercer lugar se ubica el IVA, con un incremento más modesto en términos reales del 4,3 por ciento, impulsado por el nivel de actividad.
Asimismo en términos negativos se encontró el Impuesto PAIS, que cayó un 99,9 por ciento interanual, tras finalizar su vigencia a fines de 2024. En tanto que durante el primer semestre de 2024 había sido uno de los principales sostenes de la recaudación (en el primer trimestre de 2024 se habían distribuido a la APN 2,4 billones de pesos a valores de marzo 2025). Y en segundo lugar aparecen los Derechos de Exportación, con una merma del 21,7 por ciento, debido a los menores precios internacionales de los commodities, el aumento del tipo de cambio por debajo de la inflación y la reducción o eliminación de determinados aranceles de derechos de exportación.
Gastos
Por el lado de los gastos totales, la OPC identificó un incremento del 1,8 por ciento interanual, con una suba de los gastos corrientes del 2 por ciento y una caída en los gastos de capital del 13,9 por ciento. Por orden de incidencia, en la comparación interanual se destacan las siguientes variaciones de las Jubilaciones y Pensiones y Asignaciones Familiares, en primer lugar, con subas del 28,1 y 20,2 por ciento en términos reales respectivamente, debido al nuevo esquema de movilidad y baja de la inflación. Las prestaciones del PAMI treparon 231,3 por ciento, por la asistencia financiera del Tesoro Nacional en reemplazo del Impuesto PAIS (el 28 por ciento de ese tributo alimentaba directamente la obra social de los jubilados sin pasar por el presupuesto nacional). En tanto, las transferencias corrientes a provincias crecieron 213,3 por ciento, por las transferencias a CABA en cumplimiento del traspaso de la policía sancionada por la Corte Suprema de Justicia.
En sentido negativo, los intereses en su turno cayeron 38,4 por ciento, debido a menores pagos de intereses en pesos y en moneda extranjera. Seguidamente aparecen los subsidios a la energía, que mermaron 52,9 por ciento en términos reales, por menores compras de gas importado y reducción de subsidios para atender la brecha entre costos y tarifas de la generación eléctrica.
Otros programas sociales disminuyeron 25,3 por ciento, principalmente como consecuencia de la pérdida del poder de compra del valor de las prestaciones. Y los gastos en personal perdieron 9,3 por ciento en la comparación, resultado de paritarias por debajo de la inflación y de la disminución en la cantidad de cargos ocupados en la planta permanente y transitoria, y en la cantidad de personal contratado, mayormente en el Poder Ejecutivo. Por último, los subsidios al transporte retrocedieron 33,1 por ciento, por menores transferencias destinadas a sustentar parte del costo operativo del transporte automotor de pasajeros y de transporte público ferroviario del AMBA.