El reggae sigue despidiendo a sus precursores. El viernes una de sus grandes voces, Max Romeo, falleció a los 80 años en un hospital de la localidad jamaiquina de Saint Andrew (era originario de Saint James), por complicaciones cardiacas. Sin embargo, la noticia trascendió el sábado. No hubo comunicado oficial por parte de sus allegados, ni despedida en redes sociales. La noticia fue escalando a nivel mundial gracias a la comunidad del género. El cantante y compositor se había apartado de los escenarios en 2023, no sin antes realizar una gira más, The Ultimate Tour, que lo llevó a recorrer Europa durante ocho semanas.

De los estudios de grabación se alejó cuatro años antes, luego de lanzar el disco Words From The Brave, cuyo repertorio se apoyó en el reggae roots, estilo que cultivó a lo largo de su carrera, y donde hizo alarde por última vez de esa voz profunda y profética, inspirada en el soul y el góspel. No muy diferente a la de su primer hit, “Wet Dream”, de 1968 y que lo convirtió en el primer artista de reggae en cantar abiertamente sobre sexo, sentando un precedente en esta corriente musical. Antes de que se diera a conocer, trabajó en una plantación de azúcar y en simultáneo se probó en la música. Al notar que tenía condiciones, se mudó a Kingston, a mediados de los años 60, donde integró el grupo de rocksteady The Emotions.

Su primer álbum icónico en solitario fue Let the Power Fall (1971), de contenido político y en el que defendía al Partido Nacional Popular (PNP), de inclinación socialista, que usó su canción “Let the Power Fall” en la campaña de las elecciones presidenciales jamaicanas de 1972. Si bien terminaron ganándolas, su enfrentamiento con la derecha puso al país al borde de una guerra civil. Cuatro años más tarde, apareció la obra maestra de Romeo, War Inna Babylon, que debatió sus letras entre la política y la religión. De esto último puede dar constancia el himno “Chase the Devil”, versionado años más tarde por Madness y The Prodigy, y sampleada por raperos como Jay Z.

En 1972 unió fuerzas con el productor Lee “Scratch” Perry, sociedad que dio como frutos varios singles y el disco Revelation Time, y en 1980 fue llamado por The Rolling Stones para que hiciera coros en el tema “Dance”, del álbum Emotional Rescue. Al año siguiente, Keith Richards le devolvió el favor al producirle su disco Holding Out My Love to You. En ese entonces, la estrella caribeña vivía en Nueva York, pero sin resultados notorios, por lo que volvió a su país. En los 90, subió nuevamente a la cima del reggae de la mano de los álbumes Fari Captain Of My Ship y Selassie I Forever, y recién en 2010 actuó por única vez en Buenos Aires, en Niceto Club. Le sobreviven sus hijos Romario, Azzizi y Xana, quienes siguieron sus pasos en la música.