“¿Qué pasa cuando no hay familiares?” La pregunta se adelanta a la primera audiencia del juicio por el doble femicidio de Abril y Romi, que tendrá lugar hoy, ante el Tribunal Oral 7. Los crímenes fueron cometidos el 20 de febrero de 2015 en un departamento de la calle Constitución y Solís. El acusado, Juan José Campos, fue detenido un año después, en Santa Fe. La detención de Campos no fue lograda por el aparato policial ni el paquidermo judicial sino por la difusión de los reclamos de un grupo de amigas de Abril que salieron a la calle a reclamar justicia. Las amigas no lograron ser incorporadas a la causa como querellantes pese a haber concretado la realización del mismísimo juicio. Pero sí lograron aceitar mínimamente la burocracia: con su reclamo lograron que una tía, de 74 años, y única familiar, fuera tomada excepcionalmente como querellante. La tía falleció hace un mes. No hay tiempo para mover otra vez al paquidermo. El juicio no tendrá como querellantes a quienes lograron constituir al mismo juicio como tal. Seguramente a partir de hoy y durante tres audiencias, las amigas estarán en la calle, con carteles, reclamando justicia para Abril y Romi.
El caso de Abril y Romi es una radiografía del sistema. La causa judicial dice que la madrugada del 20 de febrero de 2015, en el tercer piso, departamento 14, de la calle Constitución 1734, Elizabeth “Romi” Wilson, de 44 años, y su hija Estefanía “Abril”, de 19, murieron acuchilladas. La pareja de Romi, Juan José Campos, desapareció después de responder a la policía que “está todo bien” cuando golpearon a la puerta del departamento, y de contestar por Whatsapp a una vecina haciéndosde pasar por Romi.
PáginaI12 tomó la causa de las 15 amigas de Abril a partir de volantes que ellas mismas confeccionaron y distribuyeron en la calle. Las jóvenes fueron entrevistadas por este cronista, relataron su aprendizaje de reclamo callejero, de producción de pancartas, carteles, mensajes, marchas, grafitis y pintadas. Describieron la experiencia de cómo, en su reclamo de justicia, se construyeron en querellantes de hecho.
Tanto, que la detención del acusado, Juan José Campos, tuvo lugar un año después, en febrero de 2016 en Santa Fe, a partir de la publicación sobre la marcha que realizaron al Congreso, ellas solas, porque estuvieron solas, un par de días antes, cuando se cumplía exactamente el primer aniversario del doble femicidio. La publicación del rostro del acusado, en la cobertura del reclamo, permitió que una mujer de Santa Fe reconociera a Campos como un vecino suyo, que estaba en pareja con una mujer, y que publicaba su rostro en Facebook con otra identidad. El hombre fue detenido.
Pero cuando intentaron participar de lo que habían logrado, la maquinaria judicial les cerró el paso. Con la representación de la abogada Mariana Barbitta, presidenta de la Asociación de Mujeres Penalistas de Argentina, lograron abrir un espacio como querellantes. No les fue permitido constituirse a ellas mismas, pero lograron que la Cámara de Casación Penal reconociera a una tía de las víctimas, Marta Haydée Visco, como querellante a falta de familiares directos. Con la tía, tenían un pie dentro de la querella. “Por nuestra lucha habíamos conseguido que acepten de manera extraordinaria a Marta Haydée Visco, pero con 74 años, falleció hace un mes. Mariana Barbitta se presentaba como abogada de Marta, pero al fallecer lamentablemente no podrá participar del juicio oral y no tendremos nuestra voz en el juicio”, dijo a este diario Mercedes, una de las amigas.
El juicio comienza hoy, a las 9.30, ante el Tribunal Oral en lo Criminal 7, en el Palacio de Tribunales, y está previsto para continuar el miércoles 13 y una semana después, el 20.