El presidente Mauricio Macri cuestionó ayer al proteccionismo económico en el acto de inauguración de la XI Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), acompañado por sus colegas del Mercosur. El mandatario resaltó la necesidad de “construir consensos” para las negociaciones que comenzarán hoy y se extenderán hasta el miércoles en el Hotel Hilton. La intención del gobierno es mostrarse abierto a una mayor integración económica y dispuesto a hacer las concesiones que hagan falta para “volver al mundo”, aunque los analistas coinciden en que no es el mejor momento para ofrecer ese tipo de guiños en un escenario donde son pocos los que se muestran dispuestos a devolver la gentileza, sobre luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejará en claro su voluntad de fortalecer el proteccionismo. Macri no hizo ninguna referencia a la decisión oficial de deportar a periodistas y referentes de organizaciones de la sociedad civil que venían a participar del evento.
“Para la Argentina y la región es un hecho histórico que la OMC se reúna acá, a su máximo nivel y por primera vez. Nos permite renovar nuestro firme compromiso con el fortalecimiento del sistema multilateral del comercio, que nos llevará a mejorar la vida de nuestra gente”, sostuvo el jefe de Estado durante el acto de apertura, realizado en el Centro de Convenciones de Buenos Aires.
Macri agradeció especialmente la participación en el acto inaugural de sus pares de Brasil, Michel Temer; Paraguay, Horacio Cartes; y Uruguay, Tabaré Vázquez. “Es un claro gesto de apoyo al multilateralismo y al objetivo conjunto de crear un comercio justo, basado en reglas claras,” sostuvo Macri sobre la asistencia de sus colegas, con los que compartió el escenario ante un auditorio colmado por 3.500 delegados de los 164 países miembros de la OMC. También lo acompañaron el titular de la OMC, Roberto Azevedo, y la presidente de la Conferencia, Susana Malcorra,
El objetivo del gobierno es que al finalizar la conferencia, este miércoles, se pueda anunciar el cierre de las negociaciones de una acuerdo de asociación birregional entre el Mercosur y la Unión Europea, sobre el que se esperan lograr avances en reuniones al margen de esta Conferencia, aprovechando que los ministros de Comercio de los países de los dos bloques están en Buenos Aires.
Ante las delegaciones de la OMC, el Presidente pidió trabajar “juntos a través de la mayor interconexión de nuestras economías” para promover “generación de empleo, educación de calidad innovación e inserción de las pymes en la cadena de valor”. Sobre el desarrollo de la ministerial, Macri advirtió que “coincide con una nueva etapa de la Argentina, que despierta mucho entusiasmo, porque queremos ser una Argentina confiable, productiva, sostenible e inserta en el mundo”.
“Ser sede de esta conferencia y aceptar la presidencia del G20 afirman nuestra vocación por ser parte de una conversación global que mejore la calidad de vida de millones de argentinos”, destacó. Macri remarcó que la manera de hacer más eficiente el comercio “es un mundo abierto en el que todos comercialicen con todos, con reglas claras y justas”. Por eso, advirtió que “no es sostenible avanzar en un sistema en el que el otro es siempre el proteccionista o el que no cumple las reglas. Los problemas de la OMC se resuelven con más OMC, no con menos OMC”, sostuvo y definió que “es momento de ser pragmáticos”.
El presidente Macri contó con el respaldo del titular de la OMC, Azevedo. “En el marco de los tratados de libre comercio, Argentina dará un paso al frente. Me complace decir que no están solos”, remarcó al destacar la presencia de los mandatarios latinoamericanos presentes en el recinto. Azevedo se animó incluso a citar a Jorge Luis Borges al afirmar que “nadie es la patria, pero todos lo somos”, provocándole una sonrisa a Macri, bajo cuya presidencia se decidió poner dicha leyenda en la puerta principal del CCK. “Todos somos la OMC”, agregó Azevedo (ver aparte).
El mandatario se pronunció por “el camino del consenso construido con responsabilidad con el compromiso de evitar el bloqueo, con el único fin de maximizar la defensa de nuestros intereses nacionales”. “Podemos invocar la primacía del interés nacional y esperar la próxima crisis”, dijo el Presidente, “o podernos poner delante nuestros intereses compartidos y examinar qué OMC necesitamos y podemos impulsar”, sostuvo. En el gobierno están convencidos de que cerrar la economía no es el camino, pero analistas en comercio exterior coinciden en que abrirse sin poner condiciones también puede llevar a un callejón sin salida que derive en una nueva crisis de la balanza de pagos, como periódicamente le suele ocurrir al país.
La búsqueda de consenso que propuso el presidente parece no incluir a los representantes de la sociedad civil, ya que ordenó bloquear el ingreso de numerosos representantes de organizaciones gubernamentales e incluso llegó a deportar a algunos referentes de esas entidades que quisieron ingresar al país. Lo mismo hizo con periodistas que suelen realizar coberturas críticas de las políticas que lleva adelante la OMC, dejando en evidencia las crecientes dificultades que existen en el país para ejercer la libertad de expresión sin correr el riesgo de ser deportados o reprimidos.