El periodista y director teatral Pablo Gorlero pasó por los estudios de la 750 para hablar con Víctor Hugo Morales sobre su presente, su amor por los musicales y su paso de la crítica especializada a la dramaturgia.
“Cuando me corrí un poco del periodismo fue por el deseo de hacer cosas que me llenaran, que me hicieran feliz. Estoy aprovechando el tiempo a full”, afirmó Gorlero en La Mañana.
“Así como me gusta trabajar con un solo actor o actriz en escena, me gusta mucho la multitud en escena. Hay algo mío del periodista que no se me va y tengo la necesidad de transmitir algún mensaje en los espectáculos que hago”, agregó.
Entre las obras que Gorlero dirigió se encuentran Hair, De eso no se canta, Saltimbanquis, Ya lo sabía, Al bárbaro le doy paz, Mi don imaginario, Tin Pan Alley, Alma Mahler, entre muchas otras.
De la crítica a la escena
La carrera de Gorlero en la escena comenzó en 1990, como periodista de espectáculos y crítico teatral.
“En La Nación estuve 24 años, mucho tiempo para una persona. Y como crítico habré estado 20. Primero empecé a escribir un suplemento sobre televisión, después entré al de Espectáculos”, recordó.
“Tardé mucho en hacer críticas de teatro. Mis primeras fueron en La Razón. Hacía mucho me lo habían ofrecido. Quería tener los conocimientos necesarios para hacerlo. Estudié actuación desde los 15 hasta los 25 años, y con eso, sumado al conocimiento que tenía sobre la historia del teatro y por ser un espectador tan compulsivo, logré acumular un conocimiento y en un momento dije me siento y me pongo a escribir. Al comienzo hice una mala crítica de una obra que estaba en el Lola Membrives. Y me rajaron”, dijo.
“Cuando entré a La Nación Susana Freire, que estaba a cargo del área de teatro, me propuso empezar a hacer críticas de nuevo. De a poco me fui corriendo cuando comencé a conocer a los artistas, y cuando empecé a dirigir directamente dejé de escribir”, señaló.