Mazel Tov 6 puntos
Argentina, 2025
Dirección: Adrián Suar
Guion: Pablo Solarz
Duración: 136 minutos
Intérpretes: Adrián Suar, Fernán Mirás, Natalie Pérez, Benjamín Rojas, Lorena Vega, Adriana Aizenberg, Alberto Ajaka, Lorena Vega, Rodolfo Ranni, Esteban Bigliardi, Guillermo Arengo, Ariana Asturzzi, Pablo Fabregas.
Estreno en salas.
Darío trabaja en Estados Unidos hace varios años y viaja a Buenos Aires por varias buenas razones. Por un lado, participar de dos festejos familiares: el casamiento de Daniela, la menor de sus cuatro hermanos, y el bat mitzvá de sus sobrina. Por otro, resolver algunas cuestiones que lo tienen distanciado de su padre y de su hermano mayor. Pero la primera secuencia de la película todavía no ha terminado cuando se entera que su papá acaba de fallecer, dejando abiertas las heridas dolorosas de lo que ya no podrá ser dicho. Dirigida y protagonizada por Adrián Suar, Mazel Tov registra muchos puntos de contacto con la filmografía del popular actor y productor, pero también algunas novedades.
El personaje es el mismo que a esta altura Suar y los espectadores de sus películas conocen de memoria. Un hombre “común” (aunque no tanto, teniendo en cuenta que todos sus trabajos tienen como telón de fondo los gentrificados paisajes ABC1, ese no-lugar del cine genérico con aspiraciones de masividad), con ciertos problemas emocionales sin resolver y dificultades para conectar con sus sentimientos más profundos y reconocer la forma en que esto afecta su vida cotidiana. Todo eso oculto a la vista de todos (menos para él) bajo la delgada máscara de una personalidad pícara y seductora, no excenta de inseguridades y obsesiones que vuelven al psicoanálisis una cita recurrente en sus películas.
En su segundo trabajo como director, Suar juega con el background de la cultura judía, que en el cine cuenta con una tradición que el director aprovecha. Hay algo en Mazel Tov que se emparienta con Cinco días sin Nora (2008), de la mexicana Mariana Chenillo, en la forma en que la comedia familiar es atravesada por el eje de esas tradiciones en un contexto fúnebre. Los mejores momentos de la película tienen lugar cuando el director potencia los detalles que surgen de ese juego.
Mazel Tov tiene entre sus virtudes la eficacia de un elenco donde todos cumplen sus roles con eficiencia, dándole al protagonista un marco seguro en el cual moverse. Entre ellos se destacan Fernán Mirás, que a pesar del espacio limitado logra darle espesor a su interpretación de hermano mayor, y Lorena Vega, aunque en un rol que comienza a volverse marca registrada. En el debe, como director Suar incurre en excesos que a esta altura deben ser considerados como deliberados y conscientes. Entre ellos, una musicalización omnipresente que con malicia pretende imponerle al espectador un catálogo de emociones preseteadas. O la abundancia de escenas “separador”, en las que el protagonista deambula por distintos espacios, solo y con cara de circunstancia (y música malintencionada de fondo), con las cuáles se pretende afirmar una atmósfera emotiva que ya esta clara sin la torpeza de esos inserts.