La iglesia católica volvió a mostrar su preocupación por las graves consecuencias del plan económico de Javier Milei. Esta vez, fue la Pastoral Social de la diócesis de Azul la que expresó su preocupación por lo que calificó como "circunstancias dramáticas" que vive la población de Olavarría, a raíz del despido de un centenar de trabajadores y el cierre de la Fábrica de Bolsas Industriales (FABI) en la localidad de Estación Hinojo.

De esa manera, la pastoral se refirió a lo que sucede en la pequeña localidad en la que viven 3000 personas tras el cierre de la fábrica que generaba 100 empleos de manera directa y 50 de forma indirecta. "El crecimiento económico nunca será bienvenido si se produce en detrimento del crecimiento humano, social y laboral", manifestó en un comunicado y expresó su "acompañamiento a los trabajadores afectados, a sus familias y a la comunidad".

El texto fue publicado una semana después del anunció de cierre de la empresa que llevaba 65 años en Hinojo, otro ejemplo de la política de desindustrialización de La Libertad Avanza. "Este hecho y los similares son circunstancias dramáticas para localidades de estas características y desde ya, para el país también", advirtió el organismo eclesiástico.

La empresa FABI, de capitales extranjeros, atribuyó la medida a que la producción "ha dejado de ser rentable como consecuencia de la caída en las ventas por la contracción del mercado interno y la apertura de la importación". La división Sack Kraft de CMPC Biopackaging, según detallan en su página web, es un proveedor continental de sacos multipliego de papel, filial de CMPC, una de las mayores compañías del mundo en la industria forestal, celulosa y del papel.

Además de la que funcionaba hasta hace una semana en Argentina, la empresa tiene otras siete plantas industriales en Brasil, Chile, México y Perú, "complementadas con una red comercial que incluye una oficina comercial en USA y una plataforma logística que llega 25 países en la región". Sin embargo, en Argentina decidieron cerrar con el perjuicio económico y social que eso representa para una localidad tan pequeña como Hinojo. "Al impacto en el empleo directo debemos agregar el empleo indirecto: las tareas de mantenimiento, limpieza, comedor, talleres externos, entre otras, están tercerizadas. Quedan afectadas 150 familias de una localidad de alrededor de 3.000 habitantes, la mayoría residentes allí o en las inmediaciones", dice el texto de la Pastoral.

Esta segunda comunicación que la arquidiócesis de Azul produce en este mes. Días atrás, expresó su "inquietud" por los despidos en la empresa de cerámicos Cerro Negro, en Olavarría, que el 20 de marzo despidió 96 trabajadores. No hubo anticipos, ni negociaciones previas, ni procedimiento preventivo de crisis, y desde el Ministerio de Trabajo bonaerense dictaron conciliación obligatoria. "La decisión resiente y afecta gravemente al sector, a la convivencia, a nuestro deseo interno de caminar como nación, como familia argentina, preocupados unos por otros", advirtió en ese momento la Pastoral, y recordó: "El privilegio de lo económico sobre lo humano tiene consecuencias que desdichadamente ya conocemos y que volvemos a lamentar, porque no aprendimos la herida que se causa al corazón del ser nacional, que tanto nos cuesta construir en unidad".

En el último comunicado recordó un mensaje del papa Francisco, en el que afirmó: "Debemos ser prudentes con la economía: si se centra sólo en las finanzas, en meras cifras que no tienen entidades reales detrás, entonces la economía se pulveriza y puede conducir a una grave traición. La economía debe ser una economía social".