Este sábado Londres vivió una jornada de manifestaciones a favor de los derechos de las personas transgénero. La convocatoria a la protesta reunió a más de 20 mil personas y se realizó porque el pasado miércoles, el Tribunal Supremo de Gran Bretaña se basó en la definición biológica para dar su definición jurídica de mujer.

Los manifestantes, en su mayoría jóvenes de entre 20 y 30 años, se reunieron en el centro londinense, en la plaza del Parlamento, donde sostenían carteles con frases como "las mujeres trans son mujeres" y "las personas trans no son el enemigo".

Se teme que la decisión jurídica de aceptar quién sí y quién no es una mujer, tendrá drásticos cambios para las mujeres trans, que ahora podrían ser excluidas de algunos lugares dado que jurídicamente dejarían de ser percibidas socialmente como ellas mismas se autoperciben.

El propio Tribunal Supremo defendió su fallo: "La decisión unánime de este tribunal es que los términos mujer y sexo en la Ley de Igualdad de 2010 se refieren a una mujer biológica y al sexo biológico" dijo el vicepresidente del Tribunal, Patrick Hodge. Además, aseguraron que esto no debería reducir las protecciones antidiscriminatorias y las regulaciones para enfrentar el acoso que sufre la comunidad transgénero, algo que no trajo ningún tipo de tranquilidad a esas mismas personas.

Por ejemplo Joe Brown, una mujer trans de 29 años que se encuentra en pleno proceso de cambio de género, lamentó que "todo en mi transición va a ser más complicado". Del mismo modo, Brown teme que los niños trans sufrirán "más miedo" por este tipo de decisiones y ella vive con la angustia de que las personas trans "ya no puedan acceder a los servicios de salud" con su género autopercibido. Es que los cambios que esto puede incluir van desde la utilización de vestuarios y la práctica de deportes, hasta los documentos de identificación y la atención sanitaria.

La discusión social

La copresidenta de la organización Pride in Labour, Avery Greatorex, dijo que la protesta ocurrida en Londres se realizó "para presionar al gobierno y a la población", buscando su apoyo para "garantizar los derechos de las personas trans". 

La discusión había comenzado en 2018 y enfrenta al gobierno de Escocia --defensor de las personas trans-- contra la organización feminista "For Women Scotland" ("Para Mujeres de Escocia"). Este es un grupo escocés feminista y anti-trans que se opone a las reformas que permiten a las personas cambiar su sexo registrado en documentos legales mediante una autodeclaración (se lo considera un grupo anti-trans que dice que el género está dado por la biología).

En primer lugar el gobierno escocés había incluido a las mujeres trans justamente como mujeres, buscando la paridad de género en las juntas directivas del sector público, pero la organización feminista se posicionó en contra alegando, según el abogado Aidan O´Neill, que "el sexo, ya sea hombre, mujer, niña o niño, está determinado desde la concepción en el útero, incluso antes del nacimiento, por el propio cuerpo". En respuesta a esto las autoridades escocesas establecieron en 2022 que la definición de mujer incluía a toda persona con un certificado de reconocimiento de género.

Recién en 2024 For Women Scotland obtuvo su autorización para llevar este caso al Tribunal Supremo y consiguió este fallo, al cual ve como una victoria. Por este motivo una manifestante en Londres tenía un cartel que respondía a sus celebraciones: "esto no es feminismo, es intolerancia".

Sin embargo, el gobierno británico también se pronunció a favor de la decisión jurídica y celebró que esta brinda "claridad para las mujeres y los proveedores de servicios como hospitales, refugios y clubes deportivos".