El último caso que tomó estado público fue el de Vista Energy: la empresa petrolera creada y liderada por Miguel Galluccio (ex YPF) le compró en una suma multimillonaria (1340 millones de dólares) todos los activos que le quedaban a la firma gigante malaya Petronas en Vaca Muerta. Pero antes hubo toda una serie de retiro de poderosas multinaciones petroleras en favor de grupos locales o, al menos, encabezados por directivos locales. Todos ellos por cifras extraordinarias para la economía argentina.

¿Cómo es este fenómeno que grandes jugadores globales del negocio, como Exxon Mobil, Petronas o Total Austral, deciden casi al mismo tiempo hacer las valijas y abandonar un activo tan rico en reservas a ojos de analistas extranjeros como es Vaca Muerta?

¿Cómo es posible que haya firmas argentinas (o casi) con tanta capacidad financiera como para encarar la compra de tan valiosos activos sustituyendo en su rol a una multinacional petrolera? ¿Tenían enterrado semejante volumen de plata y nadie lo sospechaba?

Las respuestas a estos interrogantes pueden ayudar a entender el lugar que ocupa hoy, la Argentina de Milei, en la esfera global de negocios. Esta Argentina y en este momento, cuando acaba de recibir un préstamo gigantesco del FMI para salvar la emergencia: no la del país, sino la del programa económico.

En los últimos 24 meses, por lo menos tres poderosas firmas petroleras en el mundo (Exxon Mobil, Petronas y la francesa Total Energy) han resuelto levantar sus inversiones en Vaca Muerta. En los tres casos, se trata de inversiones en áreas de las consideradas entre las más rentables o prometedoras en toda la cuenca neuquina.

La explicación más amplia es que se está asistiendo a una reconfiguración de las estrategias a largo plazo de las compañías globales en el sector energético. En general, tienden a concentrar sus operaciones en las áreas o países que más le interesan, por razones económicas pero también geopolíticas, retirándose de otras. En esa selección, estas firmas coincidieron en que Vaca Muerta y Argentina son espacios en que creen más conveniente bajar "su nivel de exposición", señalan los analistas internacionales.

Al momento de poner sus activos en venta, del otro lado del mostrador se encontraron con firmas para las cuales Argentina es el espacio principal para sus negocios. Tecpetrol, Corporación América, Pampa Energía, Pluspetrol, Pan American Energy , Integra y Vista Oil son los nombres de las firmas que pisan cada vez más fuerte en el sector energético nacional. Entre ellas se repartieron lo que las multinacionales cedieron. 

No todas son de capitales argentinos, pero sí tienen conducción argentina, como es el caso de Techint (Paolo Rocca), PAE (Marcos Bulgheroni) o Vista (Miguel Galluccio).

¿Compraron con capital propio? En la mayoría de los casos, se trata de firmas con capacidad de acceder a financiamiento internacional por vía del private equity u obligaciones negociables, que son formas de capitalización del proyecto en particular, captando inversores con intención de integrarse a la empresa (primer caso) o colocando fondos por tiempo determinado a cambio de un buen rendimiento (en el segundo). 

"Sus accionistas principales en general tienen mucha guita en el exterior, pero no la van a aportar para estas inversiones por más que les resulten atractivas", comentó un experimentado profesional energético que conoce personalmente a muchos, la mayoría, de los actores en esta obra.

De todos modos, la característica de que sean empresas locales, y ya muy pocas globales, las que tengan la operación de Vaca Muerta marca un límite importante. "Cada una de las empresas que se la jugó para comprarle los activos a la extranjera que se fue, prácticamente gastó toda la capacidad de captación de fondos externos que tenía: no tiene más margen", señaló un reconocido analista del sector a Página/12

"La producción no convencional de gas y petróleo tiene el inconveniente de que requiere una inversión constante en perforación de nuevos pozos, se calcula que de aquí a 2030 sería imprescindible invertir entre 12 y 15.000 millones de dólares", prosiguió. "Si las empresas globales se están yendo y no hay otras dispuestas a venir, la meta de producción y exportaciones de hidrocarburos para 2030 está muy lejos de poder cumplirse". 

Al análisis habría que incorporar a YPF, pero sus características lo diferencian tanto de las empresas locales que van ocupando mayor espacio, como de las globales que se retiran. YPF es un jugador importante en Vaca Muerta, sin dudas, y es su principal inversión. Pero por sí sola no podría afrontar las inversiones necesarias para alcanzar las metas propuestas.

Vaca Muerta es, para el mundo petrolero, "el único activo argentino de calidad mundial". Pero está un par de escalones más abajo que Guyana, Surinam y el Pre-salt brasileño, que atraen las inversiones de las firmas globales en la región. Eso explica la salida de las firmas globales de "un buen activo" como Vaca Muerta, en búsqueda de "otros mejores". 

Además, Argentina no es sujeto de crédito para el sistema financiero mundial. Quien crea que el paquete de 42.000 millones de dólares de créditos de organismos internacionales mejora la calificación de Argentina como deudor, no está analizando la situación como lo hacen los analistas de la banca internacional. "Argentina es un país sobreendeudado, a un nivel insostenible y por un monto de deuda impagable", coinciden las evaluaciones del mundo financiero. Un deudor demasiado cerca del default, y demasiado lejos de poder equilibrar sus cuentas externas, según evalúan.

Lo que puede ser un buen negocio particular para un puñado de empresas que se han hecho fuerte en Vaca Muerta, no es necesariamente el camino a la obtención de los pretenciosos objetivos buscados, porque no alcanza con eso. Lo más grave, es que en el esperado boom petrolero está sustentado en grabn medida el éxito del proyecto de Javier Milei, del que muchas grandes empresas ya desconfían.