Hasta el momento, se informó que son 38 los muertos y más de 155 los heridos en Estambul, Turquía, como consecuencia de dos explosiones registradas anoche, poco después de la celebración de un partido de fútbol en el estadio Vodafone Arena de Besiktas.
La primera de las detonaciones, con un coche bomba, afectó a un puesto de seguridad de las inmediaciones del estadio, por lo que 30 de los fallecidos son policías. El segundo estallido provino de un suicida que hizo explotar una bomba en el parque de Maçka. Aunque nadie se ha atribuido la autoría de los ataques, las autoridades de Turquía sospechan de El Partido de los Trabajadores de Kurdistáne (PPK). No obstante, el ministerio del Interior turco informó que hay 13 detenidos. Nadie se adjudicó el ataque.
"Tenemos 38 muertos: 30 policías, siete civiles y una persona que todavía tiene que ser identificada", declaró el ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, en una rueda de prensa. "Sabemos cómo sucedió y cómo se organizó, pero no podemos decir más porque las operaciones están en curso", indicó. Poco antes, el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, ya había dicho que los indicios apuntaban a la autoría del PKK.
“Es un momento muy complicado para Turquía y para todos lo que vivimos aquí como extranjeros. Se sintió una explosión muy fuerte, que se escuchó hasta en diez kilómetros. Fue estremecedor”, expresó a C5N Ariel Levaggi, un argentino que reside en Estambul. Levaggi informó que se trata del mayor atentado en la historia de Estambul y que se produjo en el epicentro de la ciudad.