Bernarda Llorente fue una de las pocas periodistas argentinas que entrevistó al papa Francisco. Fue en tres ocasiones. La última, en diciembre pasado, cuando ya el Sumo Pontífice se mostraba alicaído, debido a los achaques en su salud.

"Sentí una tristeza profundísima, porque yo fui construyendo un vínculo con él, yo lo adoro. Yo creí que salía, lo veía con muchas ganas. Después de la internación siguió haciendo cosas. Esas ganas a mí me hicieron ilusionar de que iba a seguir un largo rato más en este mundo, que tanto lo necesita", lamentó este lunes la exdirectora de la agencia Télam (2019-2023), tras la muerte de Francisco, a los 88 años.

Consultada por la visión del papa sobre el presente y el futuro de la humanidad, Llorente destacó que el líder religioso estaba convencido de que el mundo vivía una crisis civilizatoria. "No era una época de cambio sino un cambio de época. Francisco no pensaba que la solución fuera particular ni aislada, sino que tenía una concepción de la problemática absolutamente global. Eso lo llevaba en todo. Francisco era un profundo cuestionador del orden establecido, y un convencido de que esos mecanismos con los cuales había vivido la humanidad habían llegado a un límite", señaló, en diálogo con Escuchá Página/12.

"Y había que generar más cosas, nuevas culturas. Por eso creo que Francisco es el líder social y moral y ético más importante, que trasciende al catolicismo", agregó.

Su vínculo con el kirchnerismo

Sabido es que, durante los años del primer kirchnerismo, cuando Jorge Mario Bergoglio era todavía Arzobispo de Buenos Aires, la relación con el Gobierno nacional liderado por Néstor y luego por Cristina Kirchner no fue la mejor. 

"Creo que la relación era tensa pero no era de enfrentamiento", aclaró Llorente. "Después se construyeron una serie de prejuicios sobre Bergoglio. Cuando Bergoglio pasó a ser Francisco es como que renació, hubo otra sonrisa. Yo creo que Bergoglio se estaba retirando de Argentina bastante frustrado, con una Iglesia muy conservadora que parecía que no iba a cambiar. Pero cuando uno ve y analiza la transición entre ese Bergoglio que va al cónclave donde es elegido y el papa, hay muchas coherencias en los personajes, más allá de algunos cambios. Él hace un discurso, y por eso lo eligen, resaltando la necesidad de una Iglesia que debía transformarme. Pero en la semilla por ahí hubo malos entendidos, sí", continuó.

El sucesor

Por último, Llorente destacó los cambios que implementó Francisco en sus doce años de papado y se refirió al futuro de la Iglesia católica: "Francisco no solo cambió la iglesia argentina sino mundial. Él personalmente se encargó del nombramiento no solo de obispos sino de auxiliares, gente joven que tiene mucho camino por recorrer", analizó.

"Muchas veces aparecen las sorpresas, pero si todo sigue su curso natural, los que saben decían que Francisco estaba pensando en una Iglesia a cien años.  Obviamente, la derecha va a ser todo lo posible para revertir los cambios de Francisco, y eso se ha visto muchas veces. Yo creo que además Francisco cambió la cultura de la Iglesia, en parte, la puso a transitar de otra manera, cambió el discurso, y la coherencia de Francisco es total. Cuando uno ve sus últimos discursos, es el papa que elige estar junto al pueblo. Creo que esa coherencia durante 12 años cambió un espíritu, que esperemos que siga", concluyó.