La actriz Carola Reyna pasó por los estudios de la 750 para hablar sobre su nuevo unipersonal, Okasan, y recordó dos anécdotas que la involucran a ella y a su pareja, el también actor Boy Olmi, con el papa Francisco.
“Okasan es mi primer unipersonal. Okasan quiere decir madre en japonés. Trata de una madre que va a visitar a su único hijo que vive en Japón. El título justamente tiene que ver con que no es una madre que provee, que cuida, sino que ya es una señora madre. No somos enseñados cuando los hijos crecen y tienen su independencia. En el amor y en los afectos estamos un poco seteados con que querer es poseer”, explicó, sobre su nuevo trabajo.
“Esta novela, escrita por una argentina, le llega a una amiga que tiene una hija afuera. Yo tengo a mi hijo afuera, y me dice que siempre se acuerda de nosotras y nuestras experiencias como madres. Me dijo que se imaginaba que era una obra de teatro y cuando la leí no tuve ninguna duda de que era eso lo que quería contar. Empecé a llorar desde la página uno porque me interpelaba un montón”, recapituló Reyna, sobre el origen del espectáculo.
"He hecho muchas cosas. Lo que siento es que cada personaje no solo es una oportunidad de escarbar en uno mismo, sino donde me resuenan las cosas. Para mí la actuación es el arte del permiso de jugar”, indicó.
El recuerdo del Papa Francisco
Además, la actriz recordó al papa Francisco con dos anécdotas que atravesaron su historia y la de su pareja, Boy Olmi.
“Tuve un pequeño papel en la película (Francisco, el padre Jorge). Invocar la figura de Francisco generaba en todos una especie de espiritualidad. Mi pareja, Boy Olmi, fue a presentar una película ambientalista. Pasó por Roma y lo vio a Francisco, le dio la película y recibió un abrazo de él que fue impresionante”, dijo.
“Ayer fue un día muy triste, más allá de la religiosidad. Un líder espiritual y mundial con esa cabeza y ese corazón lo veo muy difícil de emular y no quisiera que quedara como un recuerdo”, cerró.