Este martes, exactamente dos meses después de la desaparición de Lian Gael Flores Soraide (3), volvieron a declarar frente a la Fiscalía Federal de Córdoba sus padres, Elías Flores y Plácida Soraide. El 22 de febrero Lian estaba jugando en el patio de su casa cuando desapareció, en Ballesteros Sud, una localidad poco poblada a 180 kilómetros de la capital de Córdoba. Desde entonces, es buscado nacional e internacionalmente. Una de las principales hipótesis es que fue víctima de trata de personas.
El abogado de la familia, Darío Baggini, confirmó que "no hay rastros concretos del menor" y que ni el rastrillaje en la zona cero ni la pericia de los dispositivos móviles secuestrados arrojaron datos de relevancia. Aseguró que no podía dar detalles de las declaraciones de sus representados. A nivel provincial, todavía rige el secreto de sumario.
La Justicia Federal trabaja con la denuncia que realizaron desde Missing Children Argentina --relacionada a que Lian podría haber sido víctima de un secuestro extorsivo--, aunque ninguno de los padres denunció haber recibido pedidos de dinero ni pruebas de vida del pequeño.
"La Fiscalía Provincial, por otro lado, investiga delitos de orden provincial u ordinario, como lo son la posibilidad de un homicidio o un accidente. También, se piensa que Lian pudo ser atropellado", aclaró Baggini. Si fuese el último caso, se sospecha que el cuerpo habría sido llevado fuera del radio de los numerosos rastrillajes --en tierra y en el río Ctalamochita--.
"Le pedimos a la justicia de la provincia que impute por falso testimonio a los ocupantes de la Suran (camioneta vista en la zona el día de la desaparición), pero todavía eso no lo han resuelto y pedimos el levantamiento del secreto de sumario en la provincia y tampoco nos respondieron", detalló el abogado.
Levantar esa restricción, favorecería la búsqueda de contradicciones y nuevos cursos de investigaciones, que aseguró que así pasó cuando lo hizo la Justicia Federal y ahora, están trabajando "codo a codo".
Por otra parte, Baggini resaltó que la familia del niño no cuenta con televisión y no escucha la radio, así que no dimensionaron la mediatización del caso.