Este martes finalizó la Semana de los Pueblos Indígenas en Rosario, con una movilización y un acto central en el Monumento Nacional a la Bandera. Desde el sábado, distintas comunidades originarias de la ciudad, la región y la provincia participaron de diversas actividades que tenían como objetivo reflexionar sobre la historia y la cultura de los pueblos indígenas, así como también seguir reclamando por derechos y reivindicaciones que aún son negadas. “Hace más de 500 años que venimos sufriendo los pueblos originarios y estás jornadas son importantes para poder seguir reclamando en unidad”, evaluó Beatriz Pinay, de la organización Pueblos Originarios en Lucha. En tanto, Daniel Naporichi, referente del pueblo Qom en la ciudad, celebró la actividad y destacó la participación de los referentes originarios en las últimas elecciones: “Tenemos que ser protagonistas de las decisiones y debates que conducen esta provincia y el país”.
Bajo el lema “Los pueblos indígenas existen, preexisten y tienen derechos”, del 19 al 25 de abril se celebra en distintos puntos del país la Semana de los Pueblos Indígenas, con el fin de difundir la realidad que atraviesan distintas comunidades y generar espacios de reflexión en torno a las luchas históricas de los pueblos. En Rosario, las actividades comenzaron el sábado por la mañana, con el izamiento de la bandera Wiphala, en el Monumento Nacional a la Bandera, y la participación del coro Qom Chila’alapi, una agrupación chaqueña de larga trayectoria. Ese mismo día, la jornada cultural continuó con un almuerzo en el Barrio Toba Mapic Sorrento, en el norte de la ciudad.
El domingo, las comunidades se trasladaron al Barrio Toba de Rouillón, aunque el mal clima complicó un poco la actividad. Mientras que el lunes la jornada se realizó en barrio Travesía, donde las distintas comunidades desplegaron una amplia oferta de actividades culturales y recreativas. Finalmente, este martes tuvo lugar el cierre del evento en Rosario, con una concentración en la Plaza Pringles para luego movilizar al Monumento Nacional a la Bandera, donde se realizó un acto central para cerrar el encuentro en la ciudad.
“Esta marcha es el cierre de una actividad que hacemos todos los años y que sirve para convocarnos, encontrarnos y visibilizar las reivindicaciones de todo lo que vivimos los pueblos originarios”, explicó Pinay en declaraciones a Rosario/12. “Desde el sábado, las comunidades participamos de distintas actividades donde la intención es mostrar y reivindicar lo que es nuestra cultura, volviendo a poner en valor nuestras danzas y nuestras lenguas”, añadió.
Para la referente de Pueblos Originarios en Lucha, una de las principales demandas que aparecieron en las diversas actividades tiene que ver con la derogación de la ley de emergencia territorial indígena (Nº 26.160). La normativa suspendía los desalojos de las diversas comunidades hasta que se completara el relevamiento de sus territorios y significaba una herramienta importante para avanzar en el cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas. Sin embargo, la ley fue derogada en diciembre pasado por el gobierno de Javier Milei.
“Con esa decisión el gobierno nacional nos deja expuestos a desalojos. Por eso creemos importante que todas las comunidades puedan sumarse a este reclamo, para poder darle más fuerza. Si no nos unimos entre todos los hermanos va a ser difícil que vuelva a estar vigente”, expresó Pinay y agregó: “Hace más de 500 años que venimos sufriendo los pueblos originarios y estás jornadas son importantes para poder seguir reclamando en unidad”.
Los pueblos se organizan
Durante el encuentro, los referentes de las comunidades dejaron en claro que las demandas de los pueblos originarios no solo que son muchas, sino que requieren de respuestas rápidas. Para Naporichi, parte de esa agenda comenzó a visibilizarse con la participación electoral de los pueblos originarios en las elecciones del pasado 13 de abril, donde distintas organizaciones indígenas participaron dentro del Frente “Confluencia Originaria”. El objetivo era poder participar de la reforma constitucional, para poder amplificar en la nueva Carta Magna provincial, lo establecido en el inciso 17 del artículo 75 de la Constitución Nacional. En ese punto se reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos, y se garantiza el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural, entre otros aspectos.
“Las elecciones sirvieron para poner en la discusión pública algunas de los reclamos históricos de nuestros pueblos. Fue un gran paso el que se dio. Tenemos que ser protagonistas de las decisiones y debates que conducen esta provincia y el país. Estamos seguros de que los pueblos indígenas podemos ser una opción de cambio a la política tradicional”, sostuvo el dirigente en declaraciones a Rosario/12.
Pese a que los votos no alcanzaron para sumar un convencional, adelantó que vienen manteniendo diálogos con distintos sectores, para poder acercar su proyecto de reforma: “Compartimos nuestras carpetas de trabajo, con los planteos que queríamos llevar a la reforma. Creemos que la nueva Constitución de Santa Fe tiene que tener una perspectiva indígena, que reconozca la preexistencia y la existencia de los pueblos originarios en el territorio provincial”.
En ese marco, Naporichi adelantó que es cuestión de tiempo para que los pueblos originarios comiencen a ganar terreno en la política partidaria de la ciudad y la provincia. Como ejemplo, señaló alguno de los proyectos trabajados desde el Comité Organizativo Cultural de los Pueblos Originarios de Rosario, integrado por diversas organizaciones, que fueron llevados al Concejo rosarino.
El año pasado, el organismo logró la aprobación de la ordenanza que establece la conmemoración del Día de la Masacre de Napalpí en la ciudad cada 19 de julio, recordando la matanza de cientos de personas integrantes de pueblos originarios a manos de la policía chaqueña y grupos paramilitares de los estancieros regionales. Un proyecto de las mismas características busca establecer el 13 de noviembre como el Día de la Mujer Indígena en Rosario, en homenaje a Melitona Enrique, quien fuera la última sobreviviente de aquella masacre hasta su fallecimiento en 2008. Esa iniciativa aún se encuentra en comisiones.