Del viernes a domingo se celebra por primera vez el Festival de Cine de Villa Elisa, un evento gestado desde el deseo colectivo de un grupo de vecinos y vecinas que, más allá de compartir territorio, comparten también una mirada crítica y amorosa sobre el cine y la cultura. “El festival surge como consecuencia de todo esto que venimos arrastrando desde hace tiempo: la necesidad de defender nuestra cultura y de generar espacios de encuentro con el arte”, cuenta Fernanda, una de las organizadoras del equipo que conforman Maria del Carmen Cirigliano, Verónica Crespo Ricardo Galiñski, Laura Mattarollo, Melissa Mutchinick y María Fernanda Siciliano.
Todo comenzó con “el pantallazo”, una jornada colectiva que en 2023 realizada por el colectivo de cine regional de La Plata. En ese contexto, vecinos y vecinas se reunieron para proyectar cine argentino en distintos espacios como forma de resistencia. “Nos pusimos en contacto sin conocernos, o conocernos de vista desde la facultad. Surgió este grupo y después nos quedó pendiente hacer algo como equipo", afirma.
Esa deuda pendiente hoy se convierte en acción concreta: un festival de cine en el corazón de Villa Elisa. No se trata solo de proyectar películas, sino de crear un espacio propio, accesible y cercano. “La gente se tiene que mover si quiere ver actividad cultural... ir a La Plata, Capital o el lugar más cercano, Quilmes. Necesitamos fomentar que puede haber cine acá en la región”, explica Fernanda. Y agrega: “Apuntamos a esto: a que la gente esté a un paso del lugar y pueda ver cine que no va a encontrar en una pantalla comercial".
La programación incluye más de 30 películas entre cortos y largos nacionales e internacionales, cifra inesperada para una primera edición. “Tratamos, entre tanto material, de poder unificar con la temática del festival: la periferia, el desborde, los márgenes”, dice Fernanda. El objetivo fue curar una grilla diversa, pero con coherencia temática: “poder congeniar y acomodar todo ese trabajo para que haya mucho material para ver en este tiempo.”
El festival se desarrollará en tres sedes: la Casa de Cultura, la Biblioteca Alejo Iglesias y el Centro de Fomento del Barrio Jardín. Todas elegidas por su relevancia local y su valor afectivo. “Las elegimos porque son emblemas de Villa Elisa, los vecinos las conocen, tienen fácil acceso y además por el cariño que les tenemos y que ellos nos tienen”, señala. “Jugamos de locales, la verdad".
La entrada es libre y gratuita, y el festival se sostiene gracias al trabajo voluntario y al apoyo de iniciativas como el Cinemóvil. “El festival es gratuito, también es autogestivo, es independiente”, aclara Fernanda. “Tenemos articulación con el Cinemóvil, porque para nosotros es un gran soporte tener el equipamiento".
La programación formal arranca el viernes y se extiende hasta el domingo. La película de apertura será Los ríos, el último documental del reconocido cineasta Gustavo Fontán. Entre las joyas de la grilla se encuentra Las voces del silencio de Gabriela Naso. También se proyectarán Tal vez nos volvamos a encontrar (Pablo Banchero), Crónicas de un exilio (Micaela Montes y Pablo Guallar) y Ensenada 55 (Hugo Crexell), todas con presencia de sus realizadores. Y Recordá esto de Matías Capelli.
Pero no todo será proyección: el festival también articula con propuestas especiales. Una de ellas es La Dama del Tango, un homenaje a Mercedes Simone, actriz y cantante nacida en Villa Elisa y protagonista de la primera película sonora argentina. Habrá conversatorio, música en vivo y tango. También se incluye una propuesta para infancias impulsada por el taller El Globo Rojo de la Universidad Nacional de La Plata.
“El cine se nutre de otras disciplinas —dice Fernanda—. Tiene sus propias reglas, pero también toma del arte pictórico, lo sonoro, lo plástico. Por eso también acompañamos estas actividades”. En ese cruce entre memoria, comunidad y deseo, el festival se presenta como algo más que una agenda cultural. “Nos imaginamos lo mejor y que la gente pueda disfrutar del festival, que sea la primera edición de tantas”, dice Fernanda con entusiasmo. Y concluye: “Lo hacemos con ganas, y ellos se sumaron con la mejor de las ondas. Eso para nosotros es muy gratificante".
El Festival de Cine de Villa Elisa no quiere competir con los grandes circuitos. Quiere mostrar que el cine también puede brotar en los bordes, donde las pantallas no abundan, pero las ganas sí. Como dice Fernanda: “la gente necesita otra forma de ver arte. Y nosotros necesitamos defender la cultura”, concluye.