Un joven oriundo de Bangladesh detonó ayer una bomba casera de baja intensidad que llevaba adosada al cuerpo en un túnel de combinación del subte cerca de Times Square en Nueva York. El “intento de atentado terrorista” terminó con tres heridos leves, escenas de pánico y la evacuación de cientos de pasajeros, según las autoridades locales. El atacante sobrevivió y fue detenido casi inmediatamente después de la explosión. 

Una vez que una columna de humo blanco se disipó, las fuerzas de seguridad que llegaron primero a la escena encontraron al joven tirado en el pasillo, en posición fetal, herido en el abdomen y en las manos en el pasillo que conecta el subte con la principal estación de colectivos de la ciudad, según una foto que publicó el diario The New York Post. 

La explosión asustó más de lo que realmente lastimó a los pasajeros que hacían la conexión en plena hora pico de la mañana. Los tres heridos fueron atendidos por dolores de cabeza y zumbidos en los oídos. 

“Seamos claros: fue un intento de ataque terrorista. Gracias a Dios, el responsable no logró sus objetivos finales”, sentenció el alcalde de Nueva York, el demócrata Bill De Blasio, en conferencia de prensa junto a otros funcionarios de la ciudad. “Nuestras fuerzas estuvieron allí rápidamente y las únicas lesiones que conocemos ahora son menores”, agregó. 

Aún no está claro si el atacante, identificado como Akayed Ullah, quiso detonar la bomba o si lo hizo de manera prematura por error. Lo que sí fue confirmado fue que el joven bangladesí quería cometer un atentado y que la explosión sacudió el pasillo a las 7.20 de mañana (9.20 hora argentina), cuando cientos de personas caminaban apuradas por allí para llegar a sus trabajos en el corazón de Manhattan.

En conferencia de prensa, el jefe de la policía de Nueva York, James O’Neill, evitó hablar de las motivaciones detrás del ataque, pero fuentes anónimas de la Policía citadas por el diario The New York Times, cuyo edificio se encuentra a sólo metros de la estación de colectivos afectada, sostuvieron que el hombre actuó “inspirado” en la milicia islamista Estado Islámico (EI). Testigos citados por los medios indicaron que el sujeto lanzó consignas a favor del EI. 

“El hizo una declaración, pero no vamos a decir aún qué dijo”, afirmó O’Neill, que aclaró que la investigación estaba aún en fases muy preliminares.

Una vez que fue detenido, Ullah fue trasladado a un hospital y, según informaron medios locales, comenzó a ser interrogado de inmediato desde la cama. 

La cadena CNN informó que el joven bangladesí explicó que intentó atacar el corazón de Nueva York como una represalia por la política represiva de Israel contra el territorio palestino la Franja de Gaza. 

De ser cierto, esto coincidiría con la ola de protestas en Palestina contra la decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel. 

Fuentes de las fuerzas de seguridad que no quisieron ser identificadas contaron a varios medios que el atacante estuvo inspirado en el EI, pero que no habría tenido ningún contacto directo con la milicia, que opera principalmente en Irak y Siria, donde además enfrenta constantes bombardeos aéreos de Estados Unidos. 

El gobernador demócrata Andrew Cuomo no quiso confirmar ninguno de estos datos, pero en una entrevista con el canal de noticias NY1 aseguró que el atacante aprendió a hacer la bomba, que construyó en su casa, en internet. Luego se la adosó al cuerpo con cierres y velcro. 

El inmigrante de 27 años vivía en Brooklyn, trabajó tres años como taxista y llegó a Estados Unidos en 2010 con una visa que el Estado otorga a familiares de ciudadanos estadounidenses.

Pese a que el atentado resultó ser de muy baja intensidad y prácticamente no hubo heridos, excepto el propio atacante, el pánico se volvió a instalar en Manhattan, una ciudad con un alto simbolismo para los grupos extremistas después del atentado de Al Qaeda contra las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001.

El último ataque que había sacudido a Nueva York fue hace menos de dos meses cuando un hombre uzbeko de 29 años atropelló y mató a ocho personas, entre ellos cinco argentinos, cerca de donde antes se levantaban las Torres Gemelas. Sin embargo, el subte neoyorquino no había objeto de un atentado desde hace más de 20 años. 

La última vez que una bomba explotó en la red de subte fue en 1994 y dejó casi 50 heridos. “Esto es Nueva York y somos objetivo de mucha gente, lo sabemos”, sentenció ayer el gobernador Cuomo.

AFP
El atacante fue identificado como Akayed Ullah.