A días de comenzar la temporada de verano, la imprudencia en el manejo de los cuatriciclos ya cobró una víctima: en Pinamar, Hernán Robert manejaba sin casco en la playa, pasó por alto una duna y volcó contra la arena. El hombre, de 30 años, fue trasladado al hospital Comunitario de la ciudad balnearia, donde falleció a las pocas horas. “Por más controles que hagamos, lo que hace el dueño del vehículo pasa por la conciencia de cada uno. Por eso lo que siempre buscamos es remarcar que andar es una actividad de riesgo”, dijo a PáginaI12 Matías Yeannes, secretario de Seguridad de Pinamar. Los familiares de Robert denunciaron que la ambulancia tardó más de media hora en llegar.
El fin de semana pasado, miles de turistas aprovecharon el feriado para hacer una escapada. Robert, oriundo de Mar del Plata, viajó hasta Pinamar junto a su hijo, su esposa y un grupo de amigos. El domingo a la tarde decidieron pasear en cuatriciclo por los médanos de la costa, en el límite entre Pinamar y Costa Esmeralda. “Estaba en el kilómetro 386, en una zona de tierras privadas de libre acceso. Esa área es conocida como off road, donde no hay agentes de seguridad vial y no rigen normas de tránsito”, agregó Yannes. Los cuatriciclos están habilitados sólo para circular en los territorios “off road”.
En la playa, Robert manejaba solo un cuatriciclo Yahama Raptor, de 700 centímetros cúbicos. Según los testimonios de sus amigos, el joven pasó por un “médano cortado”, una duna erosionada que obstaculiza la visualización del conductor. Al saltar el médano, el cuatriciclo no pudo amortiguar la caída y volcó contra la arena. Robert sufrió un fuerte golpe en el pecho y en el cráneo, según informó Jorge Benítez, secretario de Salud de Pinamar. Sus amigos y otros testigos aseguraron que debieron esperar más de media hora a la ambulancia. Cuando llegó, el joven fue trasladado al Hospital Comunitario de Pinamar. A las pocas horas, en el centro de salud, el joven falleció en medio de una intervención de urgencia.
“No tenía casco, pechera ni ninguna otra de las protecciones que habitualmente se usan para la práctica de deportes de alto riesgo como este”, indicó el secretario de Salud.
El circuito de cuatriciclos, detalló Yannes, es uno de los principales puntos de atención para la próxima temporada de verano. La Municipalidad de Pinamar volverá a disponer dos controles permanentes, uno en Pinamar y otro en Cariló. Allí, los agentes piden la documentación del vehículo, el registro del conductor y controlan las medidas de protección. Pero, una vez en la zona habilitada, desaparecen los controles y las normas de tránsito. E incluso, el vehículo queda en manos de menores. “Es como la ruta, hay algunos que son prudentes y otros que no lo son”, analizó el secretario de Seguridad y agregó que “siempre remarcamos que andar en cuatriciclo implica un riesgo muy alto”. Por su parte, el intendente de Pinamar, Martín Yeza, informó que para la temporada se sumarán “nuevas ambulancias 4x4 dentro de la frontera”. El año pasado, la Municipalidad estimó que más de 1.500 cuatriciclos circularon en la playa por día.
En 2014, Tomas, un niño de diez años, falleció en los médanos de “La Frontera” –una zona al norte de Pinamar– luego de volcar con un cuatriciclo que manejaba su primo, de 15 años. Dos años después, en Cariló, Nahuel (un nene correntino de doce años) manejaba un cuatriciclo de 80 centímetros cúbicos. En medio de las dunas, el chico perdió la estabilidad del vehículo y sufrió un vuelco. La ambulancia lo trasladó de urgencia al Hospital Comunitario. Según la autopsia, el niño sufrió un “aplastamiento de torax”. La última temporada también registró una víctima mortal: Franco García Kees, de 25 años, siguió de largo con el cuatriciclo que conducía, se le escapó de las manos y le cayó encima. El episodio ocurrió en el balneario Aguas Verdes, el 9 de enero de este año. García Kees cayó de una duna de 200 metros de altura.
Informe: Jeremías Batagelj.