Desde el 5 de noviembre de 2021, Gabriela no puede ver a sus dos hijas mayores, que hoy tienen 10 y 14 años. Ese viernes se las llevó el padre, Matías, con el que estuvo casada durante ocho años, y desde entonces, le impidieron verlas con estratagemas legales. Gabriela es bibliotecaria, tiene el 35 por ciento de su sueldo embargado por una cuota de alimentos regulada por la jueza de familia Sabina Sansarriq, que no tuvo el mismo empeño en garantizar el contacto de las hijas con su madre.