“El comercio electrónico es el futuro. Se consolidará la relación que va desde el consumidor a las empresas y no al revés. Y será a través de paquetes y no de contenedores. Por eso se necesitan normas simples y modernas, diseñadas específicamente”, señaló ayer Jack Ma, CEO y fundador de Alibaba, el portal de comercio electrónico más grande del mundo. El empresario chino participó del panel de “Facilitación de comercio electrónico”, junto al director de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevedo y Richard Samans, del Foro Económico de Davos. Fue en la segunda jornada de la cumbre de la OMC en Buenos Aires. Las grandes empresas del sector (Google, Amazon, Facebook, Apple y Alibaba) buscan forzar la aparición de la regulación laxa de nivel supranacional en la OMC para esquivar potenciales políticas de protección de datos (entre otras) de parte de los Estados nacionales. Las organizaciones no gubernamentales advierten sobre el peligro que existe de la liberalización del flujo de datos electrónicos.
Un rato antes de las 2 de la tarde de ayer una serie de ONGs realizaron una protesta con pancartas en el ingreso del Hotel Hilton (ver página 5). Uno de los puntos de los reclamos fue el tema del comercio electrónico, que motivó también una reunión en el Centro Cultural Kirchner en donde fue analizado el impacto de este fenómeno en la protección de datos personales y el empleo en los países en desarrollo. El clima opuesto se vivió en la conferencia de prensa de Jack Ma, Azevedo y Samans. “En China, todas las normas nos tratan de obstaculizar. Esto tiene que ser al revés. Si les gusta avanzamos, y si no les gusta, también avanzamos”, resumió Jack Ma.
“Estamos hablando de la cuarta revolución industrial. Los gobiernos tienen que ser más ágiles”, pidió Samans. Los cinco grandes jugadores del sector (Google, Amazon, Facebook, Apple y Alibaba) del comercio electrónico buscan instalar en la OMC el comienzo de las negociaciones vinculadas a la actividad. El objetivo es empezar a crear una institucionalidad supranacional en el terreno de los datos y de los servicios online, que es el eje del negocio de estas mega empresas de manejo de datos. Como en el caso de los bienes, la OMC podría cumplir un rol para garantizar la “libertad de empresa” en el rubro de los datos. “Los datos, como el nuevo oro, es un recurso muy valorable. Son utilizados para apuntar a determinados consumidores con anuncios, noticias y bienes y servicios, que a su vez crearán nuevos datos”, explicaron en un comunicado una serie de organizaciones no gubernamentales. De todas maneras, se espera que en esta cumbre de Buenos Aires no se logre el consenso para decidir el comienzo de las negociaciones en el terreno del comercio electrónico.
“El comercio electrónico se ha transformado sustancialmente en dos décadas. Antes se refería a emplear medios digitales para mejorar y armonizar el comercio de bienes materiales. Hoy día se relaciona con el comercio de `bienes digitales`; fundamentalmente, datos personales extraídos por multiplicidad de sensores”, explica la Fundación Vía Libre, que integra la especialista Beatriz Busaniche. “La libre circulación de los datos sólo debería ser posible en el marco de un sistema armonizado de garantías de protección de los datos personales, que no puede ser inferior al estándar nacional más exigente. En el plano económico, el libre flujo agravará la situación en que un número muy reducido de corporaciones transnacionales monetizan datos que obtienen en todo el mundo, dejando poco o ningún beneficio económico en los países de donde extraen esos datos”. Otro elemento de la agenda del comercio electrónico es la eliminación de tarifas y aranceles y el tratamiento de bien nacional a los bienes comercializados de forma digital. También está la habilitación para las corporaciones para operar y obtener ganancias dentro de un país sin necesidad de tener ningún tipo de presencia, ni física, ni como persona jurídica.
El slogan del lobby del comercio electrónico es que favorece las ventas de las pymes y estimula a los emprendedores. “Los emprendedores pueden dejar atrás grandes dificultades como la distancia física. El objetivo es lograr internet para todos y comercio electrónico para todos los empresarios. Creo que no estamos haciendo lo suficiente para impulsar el comercio electrónico”, indicó Roberto Azevedo. “Este mundo puede modernizarse, simplificarse. Se necesitan políticas de incentivo para el comercio electrónico. Que las pyme paguen menos impuestos si utilizan comercio electrónico. Sí, hay que regular para proteger propiedad intelectual y productos falsificados”, agregó Jack Ma.
“No se trata de promover o no el comercio electrónico, sino de establecer reglas para un sector que todavía no está consolidado en la mayor parte de los países integrantes de la OMC. Imponer estas reglas a esta altura del desarrollo no tendrá ninguna consecuencia positiva para los países en desarrollo y sólo contribuirá a consolidar las altas tasas de concentración en un mercado dominado por un puñado de empresas globales que se reparten el mundo de la economía digital”, considera la Fundación Vía Libre.