PáginaI12 En Brasil
Desde Brasilia
Preso en el sur de Brasil donde purga una condena por corrupción Eduardo Cunha, sospechado de comprar parlamentarios para derrocar a Dilma Rousseff, retomó los hilos de un gobierno empecinado en aprobar la reforma previsional. Desde el último fin de semana Cunha es el hombre de quien depende Michel Temer para que el Congreso apruebe el proyecto en contra del cual están ocho de cada diez brasileños según el promedio de las encuestas realizadas en los últimos meses.
La tesis de la Propuesta de Enmienda Constitucional 287 (PEC 287) sostiene la necesidad de eliminar “privilegios” de los empleados públicos para impedir que el sistema colapse en un contexto de envejecimiento poblacional. Si no se cambia el sistema Brasil “terminará como Portugal o Grecia” asusta el diputado neoliberal Rodrigo Maia,titular de la Cámara baja.
Ricardo Berzoini, ministro de Previsión Social, durante los gobiernos del PT refuta ambos planteos oficialistas. “No hay privilegios en el cuadro de empleados del Estado, hay privilegios para los banqueros, para las grandes fortunas y las herencias que no contribuyen al sistema de seguridad social. Con la elevación de los años de contribución, que pueden llegar a 40 para recibir la jubilación integral, la PEC 287 condena a una cantidad de pobres a que nunca se jubilen. Brasil es un país desigual, es cierto que la población está envejeciendo. Pero ésa es la gente de los barrios ricos de San Pablo donde la expectativa de vida es de 73 años, en la periferia paulista, en la zona Este, hay barrios donde donde la expectativa es menor a los 55”.
Los números de Berzoni exponen las claves de una propuesta cuya redacción fue confiada a un funcionario del Ministerio de Hacienda ligado a la empresa de previsión privada Brasilprev.
El caso es que la aprobación de la PEC 287 es casi tan baja como la de Temer que goza del 5 % de popularidad mientras el 93 % lo considera “pésimo o regular”.
Además de ser el gobernante peor evaluado desde el fin de la dictadura, en 1985, el ocupante del Planalto podrá convertirse en el más solitario: dado que acaba de perder a su aliado principal, el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), del ex presidente Fernando Henrique Cardoso.
Frente al abandono del PSDB –que no llegó a ser ruptura– el mandatario optó por designar como ministro de Gobierno, y responsable de las negociaciones con el Parlamento, a Carlos Marun, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) en reemplazo de Antonio Imbassahy, del PSDB.
Marun, que viajó el domingo a Buenos Aires junto a Temer para participar en la reunión de la OMC, es tenido como un incondicional de Eduardo Cunha, del cual recibiría instrucciones regularmente a través de emisarios. O incluso personalmente cuando se traslada a Curitiba para visitar a su jefe preso.
Temer, Cunha y Marun pertenecen al PMDB que de ahora en más será el único partido de peso nacional en el gobierno.
“El jueves cuando asuma como ministro Marun se habrá completado el gabinete de Cunha”, provocó ayer el senador Renan Calheiros, un “pemedebista” disidente.
El revitalizado Cunha además de ser pemedebista dirige una suerte de hermandad conocida como el “Bajo Clero” del Congreso, formado por unos 250 parlamentarios de varios partidos pequeños vinculados por lazos más o menos mafiosos. Desde que fue destituído y dejó de ser el jefe de la Cámara Baja, a raíz de las cuentas que le descubrieron en Suiza con sobornos, Cunha mantuvo su influencia sobre el “Bajo Clero” grupo en el que abundan los pastores y policías.
La fuente del poder del evangélico Cunha no es espiritual ni ideológica: reside en la información comprometedora que tiene en su poder la cual podría mandar a la cárcel a decenas de congresistas.
El método de persuasión de Cunha y de su apadrinado el inminente ministro Marun, combina aprietes con sobornos. Se dice que en la época de Cunha era cosa más o menos corriente que circulara dinero antes de votaciones en las que estaban en juego normas de interés de grandes grupos económicos, como el gigante de la carne JBS.
Ese tema fue tratado por el empresario arrepentido Joesley Batista, dueño de JBS, en su confesión ante la Justicia en la que incluyó el relato sobre las “maletas” destinadas específicamente a Temer. Precisamente ayer el “maletero” Rodrigo Rocha Loures, que llevaba coimas para Temer, fue declarado reo por la Justicia.
Aunque todavía no juró como ministro Marun, ya se desempeña como tal,y ayer reconoció que el gobierno está a punto de perder la “batalla” de la reforma porque aún no se logró el apoyo de 308 de los 513 diputados. La PEC 287 necesita una mayoría especial por tratarse de una reforma constitucional.
Marun aseguró que la “guerra” por la jubilación continuará el año próximo, una promesa de dudosa concreción dado que los congresistas temen dar su voto a una norma con tanto rechazo popular a meses de las elecciones de octubre.
La incertidumbre continuará hasta el 22 de diciembre cuando finaliza la actividad legislativa, una agenda observada con atención por el mercado y los movimientos populares.
Trascendió que enviados de la City paulista se reunieron la semana pasada con funcionarios del gobierno a fin de pulir la estrategia de “convencimiento” del Parlamento y de la opinión pública.
El fracaso de esta iniciativa, considerada la “madre de todas las reformas”, será un traspié severo para el régimen surgido el año pasado y demarcará parte del debate hacia los comicios presidenciales en los que Luiz Inácio Lula da Silva se perfila como favorito, si le fuera permitido participar.
Paralelamente las centrales sindicales continúan alertas y prometieron convocar a una huelga y rodear al Congreso el día que se debata, si es que se debate, la PEC 287.
Dentro del Palacio Legislativo ayer se cumplió el séptimo día de la huelga de hambre que realizan el cura Frei Sergio Gorgen y un grupo de militantes del Movimiento de Pequeños Agricultores.
“Ellos están bien de ánimo, y con disposición de continuar con la huelga,estamos cuidando que no se esfuercen, que no se deshidraten, además hoy se sumaron otras compañeras campesinas”, contó Mayra Lima,del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra.
“La idea es mostrar el repudio a la reforma previsional y a las maniobras de Temer que ahora se apoya cada vez más en Eduardo Cunha, ellos usan métodos mafiosos para sacar una ley que perjudica al pueblo y le gusta a los banqueros” remató Lima, en diálogo con PáginaI12.