Aplacadas las “diferencias” internas, el Gobierno dará hoy el primer paso en la Cámara de Diputados para convertir en ley la reforma previsional, que con el cambio de la fórmula de actualización de haberes podará 75 mil millones de pesos anuales a jubilados, pensionados, y beneficiarios de las asignaciones universales por hijo y embarazo para tapar agujeros económicos de la administración central y las provincias. La alianza oficialista Cambiemos, buscará emitir el dictamen favorable en un plenario de las comisiones de Presupuesto y de Provisión Social que llevaría al recinto la semana próxima en una maratónica sesión de 48 horas, donde también sellaría todo el paquete económico que pactó con los gobernadores peronistas, que intentan aplacar a los propios diputados díscolos. Enfrente, tendrán la resistencia de un núcleo duro opositor que integran el Frente para la Victoria-PJ, Frente Renovador, el Frente de Izquierda y el Movimiento Evita, junto otros bloques menores.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, fue el encargado de difundir públicamente la buena nueva para el Gobierno tras un encuentro con principales referentes del interbloque oficialista: los diputados se comprometieron a aprobar “sin cambios” el proyecto que ya tiene media sanción del Senado. De la reunión también participaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, el titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, y Dujovne. Por los diputados estuvieron el jefe del interbloque, el radical Mario Negri y Miguel Bazze; el presidente del bloque Pro, Nicolás Massot; y los macristas Luciano Laspina y Silvia Lospennato, mientras que Paula Oliveto Lago –que llegó 50 minutos después– representó a la Colación Cívica. Atrás quedaron los cuestionamientos esgrimidos por Elisa Carrió, sólo por la retroactividad de la ley.
Mas tarde, Carrió estampó su firma junto a Negri y Massot en un comunicado conjunto bajo el título de “los bloques de Cambiemos apoyamos el proyecto de reforma previsional”, como parte de los “acuerdos logrados entre el Gobierno, las fuerzas políticas del Senado y 23 gobernadores”.
El documento también hace propias las “bondades” del proyecto que proclama el Ejecutivo. “La fórmula propuesta es simple y transparente y garantiza para siempre el poder adquisitivo de los jubilados. Además, es similar a la que usan los países desarrollados, estando compuesta en un 70 ciento por la inflación y un 30 por ciento por el aumento de los salarios”, explica uno de su párrafos y agrega que “en 2018, con esta fórmula, las jubilaciones le van a ganar por alrededor de 5 puntos a la inflación”. El texto no hace mención alguna a los 8,5 puntos y medio que perderán los jubilados en el primer aumento de marzo con respecto a la fórmula anterior ni a las críticas de los especialistas.
“Reconocemos que la situación actual del sistema no es sostenible. Es nuestra responsabilidad como legisladores hacer los cambios necesarios para que el sistema siga siendo universal, público, solidario y de reparto”, se justificaron los presidentes de los bloques despegándose (por ahora) del posible avance del Gobierno por volver a un sistema mixto público-privado.
Para hoy a las 15 fue convocada la comisión de Previsión Social para su conformación tras el recambio legislativo. Allí, el oficialismo desplazará de la presidencia a la previsionalista Mirta Tundis, que encabeza el rechazo del massismo al proyecto. Colocará en ese lugar al ultramacrista Eduardo Amadeo, que hasta ayer a la noche le había ganado la pulseada a la radical correntina Estela Regidor para dirigir la batuta durante el debate por la reforma previsional. Media hora después está convocado el plenario de comisiones (Previsión y Presupuesto) que arrancará la discusión por el dictamen. Todas las miradas estarán puestas en la actitud que asuma el interbloque Argentina Federal, que responde a los gobernadores del peronismo “dialoguista” con el Gobierno, que le puede aportar y asegurar los votos que le asegurarían una victoria al oficialismo. Sin una postura unificada, sus integrantes se juntarán hoy por la mañana para tratar de acordar su postura. Cambiemos modificó su estrategia. No forzaría esta semana una sesión para transformar en ley la reforma previsional. En cambio, planea una maratónica sesión de 48 horas (20 y 21 de diciembre) donde pondrá a votación todo el acuerdo pactado con los gobernadores peronistas que incluye el Presupuesto 2018, la reforma tributaria y el pacto y la reforma fiscal. El paquete navideño que reclama el Gobierno.