El féretro del papa Francisco fue sellado en la noche del viernes en Roma en el Altar de las Confesiones de la Basílica de San Pedro. El rito de clausura del ataúd fue presidido por el cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrell (a cargo de la Iglesia Católica hasta la elección próximo pontífice).
El maestro de las Celebraciones Litúrgicas, Diego Ravelli, leyó el acta, que se colocó en el féretro Además de quienes debían estar presentes según lo notificado por la Oficina de Celebraciones Litúrgicas, en la ceremonia estuvieron varios familiares de Jorge Bergoglio.
El rito se siguió de acuerdo a lo que establece el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, una ceremonia privada en presencia de distintas autoridades de la Iglesia. Allí se lee el Rogito, un texto en latín sobre la vida y obra del Papa Francisco. Tras la lectura, ese documento es introducido en un tubo de metal con el sello de la Oficina de las Celebraciones litúrgicas del Sumo Pontífice en la parte externa. Y es colocado en el ataúd junto a las monedas y medallas acuñadas durante el pontificado del fallecido papa.
A continuación, se coloca un velo blanco sobre el rostro del Papa y se cierra el ataúd y se coloca la cobertura del féretro, sobre la cual están la cruz y el escudo papal y una placa con el nombre del Papa, las fechas de su nacimiento y su muerte y las de su período como jefe de la Iglesia Católica.
Este sábado será el funeral en la Plaza de San Pedro. Mientras, habrá una vigilia y oraciones hasta el comienzo de las exequias ante los representantes de más de 150 países.