“Este encuentro es contracultura, es la marca de la resistencia en esta etapa de la Argentina”, lanzó la ministra Estela Díaz al dar inició a la segunda jornada del IV  Congreso de Políticas para la Igualdad del Ministerio de Mujeres y Diversidad bonaerense, el único del país que se mantiene en pie.

Con una cargada agenda que abordó temáticas como la desigualdad en el mundo del trabajo, el cumplimiento de la cuota alimentaria y el sentido de la cultura y el género ante la reacción conservadora, el cierre del evento congregó a expertas y funcionarias que disertaron ante cientos de personas en el moderno campus de la Universidad Nacional de Luján.

“Estamos trabajando todo el tiempo de manera conjunta. La transversalización de las acciones de Gobierno para nosotras es prioritaria”, valoró la ministra anfitriona en el marco del encuentro del consejo de políticas de género transversales en la administración pública, que convocó a funcionarias de diversas carteras bonaerenses. En esa línea, destacó que a través del programa Organizadas, el Ministerio de Justicia pusiera en marcha capacitaciones para mujeres y diversidades privadas de la libertad, con el fin de que tengan una salida laboral al salir y puedan administrar esos emprendimientos por su cuenta.

En esa línea, valoró que el Plan de Igualdad que puso en marcha la Provincia tiene 200 acciones a lo largo de los últimos años y, a la brevedad, se pondrá en marcha la realización del segundo. “El Congreso es la oportunidad de revisar estás prácticas y, para quienes las hacen, es poder compartirlas y sistematizar el hacer”, valoró.

Una de las intervenciones más picantes de la jornada fue la de Claudia Lázaro, directora de Empleo del Ministerio de Trabajo, quien valoró que no hubo despidos en la administración pública bonaerense porque “hay políticas públicas y eso es fortalecer a los trabajadores”.

Más adelante, destacó la existencia de los cupos de discapacidad y el travesti-trans, pero pidó “compromiso” y que, más allá de Mujeres y Trabajo, “el resto de los ministerios se ponga la camiseta y lo pongan en marcha”, como así también que el cupo trans “sea política de permanencia y ascenso, porque las trabas tienen derecho” y recomendó a las funcionarias que, cuando tengan que nombrar personas en diversos puestas, 1 de cada 3 corresponda al cupo “porque si no, no vamos a llegar nunca”.

En relación al de discapacidad, valoró haberlo podido sacar “de los límites de La Plata” y federalizarlo al interior de la provincia. Más adelante, pidió a sus pares de Justicia, que trabajen para “sanear” las personerías jurídicas de 176 talleres protegidos, con el fin de que puedan acceder a diversos programas y beneficios.

En Luján también dio el presente la ministra de Hábitat y Desarrollo Territorial, Silvina Batakis, quien encabezó y moderó el panel dedicado a abordar temáticas de economía, trabajo y producción en la era de la inteligencia artificial. “Hay que tratar de pensar que las mujeres se tienen que pensar en carreras tecnológicas”, planteó. “El Papa dijo que los hombres que no pueden trabajar con mujeres son incompletos, me permito agregar que la desigualdad de género nos priva del talento de las mujeres y de todos los géneros, como sociedad y a todos los hombres”, postuló.

Valeria Esquivel, funcionaria principal de la OIT en Políticas de Empleo y Género, expuso sobre el mundo del trabajo, donde las mujeres son las más perjudicadas dado que, según los datos, “todavía estamos en la situación pre COVID y cuando las mujeres nos corremos del mundo del empleo, volver a insertarnos es difícil, además de que estamos menos en el mercado de trabajo”.

“Una de las características más importantes es la proporción de personas trabajando en la informalidad en la Argentina, que son más de 4 cada 10 y eso implica falta de derechos y seguridad social”, planteó, para luego señalar que la desigualdad, principalmente, se centra en el trabajo de los rubros doméstico, textiles y de la construcción.

En la conversación expuso, además, Jackie Flores, subsecretaria de Residuos Sólidos Urbanos y Economía Circular del Ministerio de Ambiente, quien fuera trabajadora cartonera y miembro del MTE, quien marcó desde su experiencia. “Yo sí me tuve que inventar un trabajo para poder reinventar la vida, para poder reencauzar. Es tan fundamental el trabajo como ordenador de la vida. A partir de organizar la vida el faro es más claro de ver”, dijo.

“Mi propuesta tiene que ver con quién soy, con tantas ganas, mi discusión es la sociedad necesita ser concientizada de nuevo porque si nosotros consumimos, sin querer somos parte de la cultura del descarte. En el descarte de la sociedad nosotros encontramos recursos. Y de tanto lucharla llegó ese oído importante que tiene la capacidad política, una hoja de ruta”, cerró.

Los platos fuertes de la jornada se dieron al cierre, con el desarrollo del foro por el cumplimiento de la obligación alimentaria y las políticas públicas destinadas al cambio social en ese aspecto.

Por caso, una de las últimas medidas en ese orden fue la promulgación de la Ley 15.520, que actualiza el funcionamiento del Registro de Deudores Alimentarios Morosos (RDAM). En concreto, la nueva normativa posibilita inscribir al deudor en el RDAM a partir del primer incumplimiento, amplía su alcance a empleadores o acreedores que no cumplan con la intimación judicial de retener el salario del deudor, agrega nuevas sanciones e incorpora la presentación del certificado de libre deuda como requisito para las designaciones de magistrados, funcionarios o empleados del Estado provincial y municipal.

El panel de cierre del encuentro fue directamente una clase abierta sobre los sentidos en disputa sobre cultura y género ante la reacción conservadora, donde expusieron la doctora en Letras Soledad Quereilhac, la periodista Julia Mengolini, la actriz Florencia de la V, la socióloga Dora Barrancos y la escritora Paulina Domínguez.