De menor a mayor, el acontecimiento cultural del otoño porteño avanza con la esperanza entre los dientes. La 49° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires atraviesa su primer fin de semana con la expectativa de que el predio de La Rural se llene de visitantes y se vendan más libros. Atrás quedó el notable discurso inaugural de Juan Sasturain, en una apertura que estuvo marcada por los abucheos y el repudio que generaron las palabras del secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli, y la reivindicación de la figura de Osvaldo Bayer.
El viernes a la tarde se podía transitar por los pabellones sin padecer una carrera de obstáculos, como sucede el feriado del 1° de mayo, cuando una breve caminata de una sala a un stand puede durar más de viente minutos. El sábado, en cambio, especialmente durante La Noche de la Feria, con el ingreso gratis a partir de las 20 horas, el calor humano se incrementó varios grados.
Viaje cultural con alumnos sanjuaninos
Todos los años, los alumnos de sexto grado del colegio San Pablo de San Juan visitan la Feria del Libro; es un viaje cultural. Andrea Abadía, la “seño” de Catequesis, es una de las docentes que los acompañan. Hay unos 15 chicos y chicas haciendo cola para pagar en Ediciones de la Flor (stand 1509 del Pabellón Amarillo). La mayoría compró libros de Mafalda, de Quino, y Gaturro, de Nik. A Renata le gusta leer cuando está en la playa porque siente que la lectura la relaja junto con el sonido del mar. Prefiere las historietas y destaca también los libros de la youtuber Melina Vallejo, autora de Una hermana anormal.
Ludmila se compró Gaturro porque es una “fan” de la historieta protagonizada por ese gato marrón de cachetes amarillos. No saben todavía, las chicas sanjuaninas, que el autor de los libros que acaban de comprar ha sido acusado de plagio. En los años 90, Quino (1932-2020) lo increpó públicamente a Nik por haber plagiado Mafalda y le dijo: “No tenés vergüenza, pibe”. En una entrevista con Radar, Quino señaló que Nik le robó mucho a Rudy y a Daniel Paz. “Nik vino a crear un malestar por primera vez entre los dibujantes argentinos. Nadie lo soporta. Al punto que si hay una mesa redonda, todos participan con la condición de que él no esté”, agregó Quino.
Primeras compras, con tarjetas y en cuotas
Camila Osses, 30 años, colombiana nacida en Bogotá pero que vivió gran parte de su vida en México, hace dos años que reside en Buenos Aires por una maestría que está cursando en la Facultad de Derecho. Antropóloga social que trabaja en el ministerio de Educación de la Ciudad, decidió comprar Explorar el cuerpo en el jardín maternal, de Graciela Tabak y Geografías y territorios en transformación, un libro con diversos artículos coordinado por M. Victoria Fernández Caso. “La Feria se parece un poco a la versión del año pasado; pero todavía no he visto mucho sobre los conversatorios”, dice Camila y aclara que imaginó que los libros estarían “más caros” y que los va a pagar con tarjeta y en cuotas para poder comprarse más.
En el Pabellón Verde hay más personas caminando; es el sector donde están los grandes grupos, Planeta y Penguin Random House, aunque también hay editoriales medianas y pequeñas, como es el caso de Corregidor. Norberto Gugliotella observa que es difícil hacer una evaluación porque recién a partir del primero de mayo se podrá avizorar el panorama. “Hay que ver qué pasará con el movimiento del dólar y cómo va a repercutir. Ya nos llegó un aumento del papel de un 7%”, anuncia con cierta resignación. Una de las novedades es Gabriela Mistral. Poemas selectos ($ 17.000), que se presentará en el stand de Chile (1914, Pabellón Amarillo), en el marco de la celebración de los 80 años del Premio Nobel de Literatura a la poeta chilena, el martes 6 de mayo a las 19, con la participación de la académica chilena Alicia Salomone, especialista en la obra de Mistral que realizó la antología publicada por Corregidor; la doctora en Letras María Lucía Puppo y la poeta argentina Alicia Genovese. En Corregidor los precios de los libros van de 9.000 pesos hasta 44.000.
Otro plato fuerte reciente de Corregidor es Teatro animal ($ 17.000), del dramaturgo Franco Verdoia, que reúne en un solo volumen las obras de teatro Late el corazón de un perro, Matar a un elefante y Nido de lagarto, con prólogo de Carolina Sturla. El dramaturgo y la prologuista participarán de “Hogar y Destierro. Dramaturgia de un territorio interior” en el stand Espacio Orgullo y Prejuicio, el domingo 4 de mayo a las 19 horas. Corregidor incrementó el precio de los libros un 12 por ciento en septiembre del año pasado y en febrero de este año. “No hay margen para aumentar porque no los vendés -confirma Gugliotella-. Nuestra idea es intentar llegar a la mayor cantidad de público posible; aumentar los precios no va a favorecer el consumo. Tenemos que encontrar un equilibro entre la inflación y lo que puede valer un libro”.
El enigmático Straka
Manuel Cantón, del stand 1917, en el Pabellón Amarillo, que comparten las editoriales Ampersand, El Hilo de Ariadna y La Bestia Equilátera, cuenta que la feria está “tranquila”. Comenzar a fin de mes es complicado para millones de bolsillos y aporta un detalle atmosférico que se lo da la experiencia de estar muchas horas en el stand. “Cuando hace frío es porque hay poca gente emitiendo calor humano”. Coincide con lo que comentan buena parte de los expositores: la Feria siempre arranca de menor a mayor. “El año pasado fue un fiasco; me gustaría que este año nos vaya mejor a todos”. Los libros de la Biblioteca Personal de John Maxwell Coetzee (de El Hilo de Ariadna), títulos como El ayudante, de Robert Walser; Las esferas del mandala, de Patrick White; y Roxana. La amante afortunada, de Daniel Defoe, entre otros, oscilan entre 15.800 y 20.000 pesos. Cada libro de la colección “Lector&s” de la editorial Ampersand, como La ley de Heisenberg, de la uruguaya Ida Vitale; El ojo que escribe, de Luis Felipe “Yuyo” Noé, y Una lectora de provincia, de María Teresa Andruetto, entre otros, cuesta 18.900 pesos. El más vendido del stand es una de las novedades de Ampersand: Una historia sin final, del historiador italiano Carlo Ginzburg, a 29.900 pesos.
Cecilia Bocchio, del stand de Riverside (816, Pabellón Verde), donde hay libros de editoriales como Anagrama, Edhasa y las españolas Impedimenta y Libros del Asteroide, entre otras, revela que la feria arrancó “mejor de lo que esperábamos”. Un libro que se vende muy bien, desde que salió en 2024, es La llamada, de Leila Guerriero, que ganó el Premio de la Crítica, que otorga todos los años la Fundación El Libro. “Estamos muy contentos por el premio a Leila”, destaca Bocchio y sugiere que es normal que haya poca gente los primeros días; que el público aumenta cuando ya cobró su sueldo y, especialmente, el segundo fin de semana de la feria, que será el sábado 3 y domingo 4 de mayo, un fin de semana largo por los feriados del jueves 1° de mayo y el feriado puente del viernes 2. La joyita del stand es el libro El barco de Teseo ($60.000), la última novela de un prolífico y enigmático autor llamado V.M. Straka, que viene con una caja cubierta y precintado, publicado por la editorial española Duomo. En realidad, los autores son J.J Abrams, el guionista de la serie Lost, y Doug Dorst. “El libro es una experiencia”, lo define Bocchio. “Tiene la estética como si lo hubiesen sacado de una biblioteca antigua; es una novela dentro de una novela: la historia de El barco de Teseo, escrita por Straka, con un prólogo hecho por Caldeira, que en teoría es también el traductor de la obra. Si uno lee las anotaciones en las páginas, hay un misterio acerca de Straka y Caldeira que como lectoras tenemos que resolver”. Además de la historia principal, más las anotaciones a los costados de las páginas y los subrayados, la edición incluye recortes de diarios, un mapa en una servilleta, postales y cartas.
La editora que maneja un Uber
Panorámica es otro espacio colectivo (stand 1915, en el Pabellón Amarillo) que aglutina a un puñado de editoriales independientes: Odelia, Compañía Naviera Ilimitada, También el caracol, Entropía, Fiordo y Concreto. Yanina Giglio es “la mujer orquesta” de estos tiempos precarizados; edita libros en Odelia, da talleres y trabaja como “uber” manejando su auto. “Por ahora estamos vendiendo como el año pasado, pero veo a la gente más entusiasmada, no sé si con dinero o sin dinero”, comenta y saca de una de las estanterías dos novelas, que son las novedades de la editorial: Gordon, de Germán Moretto; y Doma, de Carina Maguregui ($ 29.000 cada una). “Todos los años somos optimistas porque nos gusta lo que hacemos y queremos vender nuestros libros”, subraya Yanina y ese “nos” incluye a Jazmín Teijeiro, su socia en Odelia. Aunque la editorial cumple diez años, ninguna de las dos vive de los libros que publica. “Cada libro que publicamos paga el siguiente”, explica y no queda nada para ellas. Yanina “maneja un uber” y Teijeiro paga las cuentas gracias a su trabajo como psicóloga. “Odelia es nuestro sueño”, reconoce Yanina. Las dos reman mucho contra el costo de papel y otras dificultades para publicar unos seis libros al año en tiradas de mil ejemplares. Los más vendidos de Odelia son La sal, de Adriana Rivas; Todo nos sale bien, de Julia Coria, y Las griegas, de Sergio Olguín ($ 35.000 cada uno).
Nicolás Larroque, de Galerna, editorial, librería y distribuidora, percibe que la feria está “muy tranquila”. “No quiero ser pesimista -confiesa Larroque-. Si estamos acá, es para vender y para que nos vaya bien. Pero vamos a ir viendo. Lo más fuerte se da en el segundo y tercer fin de semana, a partir del primero de mayo. Ahí es donde se termina de ver bien si la feria está funcionando. No solo porque la gente cobra, sino porque históricamente la feria va de menor a mayor”. El caballito de batalla de Galerna es Mariana Enriquez con dos libros editados por Galerna: su primera novela, Bajar es lo peor ($ 24.900), y las crónicas de Alguien camina sobre tu tumba. Mis viajes a cementerios ($30.000).