Osvaldo Barros, exdetenido en el centro clandestino de la Escuela de Mecánica de la Armada (ExESMA junto a su compañera durante la última dictadura militar e integrante de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD), cuestionó este martes por la 750 la iniciativa del Gobierno de Javier Milei de trasladar a genocidas condenados a una cárcel VIP.
En concreto, apuntó contra un pedido de autorización del Servicio Penitenciario Federal a cargo de Patricia Bullrich para trasladar a Campo de Mayo a 19 genocidas detenidos en Ezeiza, dándoles mayores comodidades de las que tienen actualmente en Ezeiza.
“Mi más enérgico repudio. Porque es un paso más a la impunidad de los genocidas. Sabemos lo que es Campo de Mayo. Que tiene cancha de tenis, pueden hacer gimnasia, de todo. Seguramente podrán ser visitados por sus familiares”, aseguró quien estuvo, justamente, secuestrado por esta misma cúpula militar.
Y añadió: “Es lo que está intentando este Gobierno para liberar, finalmente, a los genocidas. Pero, además, significa dar vuelta la historia. Reivindicar lo que pasó durante la dictadura, a estos genocidas. Entonces, no pudo más que enojarme y repudiar todo esto”.
Qué hay detrás de esta decisión
Ante la pregunta de Escuchá Página|12, el fiscal de Derechos Humanos de la Procuración General de la Nación, Félix Crous, sostuvo: “Estas es una reversión de una medida tomada en mayo de 2014, donde se afectó a la unidad 31 del SPF, que es una unidad polivalente –es una unidad como deberían ser todas, muy respetuosa del derecho de los internos– a los detenidos por lesa humanidad”.
“Se dedicó ese sector a una cantidad de imputados por delitos de lesa humanidad. Ahora lo que se hace es trasladar una cantidad de represores que están allí a la unidad 34 que está en Campo de Mayo que se convirtió en una cárcel administrada por el SPF”, afirmó.
Esto se traduce en una mejora relativa en las condiciones de detención para los genocidas: “Yo entiendo que tanto esa como la de Ezeiza son cárceles donde los alojados por delitos de lesa humanidad están en muchas mejores condiciones que un preso promedio”.