Entre los reggaetones de Bad Bunny y los acordes de ACDC, Agostina Hein, de 17 años, se prepara para representar a la Argentina en el Campeonato Mundial de Natación Juvenil que se disputará en Rumania, a partir del 24 de agosto. No necesita meterse al agua con los auriculares sumergibles, porque en su cabeza ya están grabadas las melodías que la motivan a bracear hacia una nueva medalla. Desde Campana, su ciudad natal, tres traslada de lunes a sábado hasta Zárate para entrenarse. Con vistas a su próximo desafío, la promesa más joven de la natación argentina dedica 24 horas semanales a nadar e ir al gimnasio. Su objetivo: bajar las marcas que le valieron la medalla de bronce hace dos años en Israel. Para que Hein alcance un nivel superior detrás hay un equipo interdisciplinario (psicóloga, nutricionista, deportólogo y kinesiológo) encabezado por su entrenador, Sebastián Montero, quien sostiene que "Agos es la mejor nadadora juvenil, con una amplia proyección a la categoría Mayores, con un presente grande". Fanática de River y de la nadadora cordobesa Georgina Bardach, Agostina habla en exclusiva con Página 12 sobre su preparación, su conexión con el agua y sus próximos desafíos. 

–¿Cúales son tus objetivos para este 2025?

–El Mundial Juvenil de Natación. Tengo muchas expectativas después de mi participación en Israel, hace dos años. Voy con otra cabeza, más madura. Daremos lo mejor en Rumania.

–¿En qué consiste la preparación?

–Nos preparamos desde el año pasado, cuando terminaron los Juegos Olímpicos. Estamos con un nuevo plan, que requirió un entrenamiento muy duro en enero y febrero, y al que se le hicieron algunas modificaciones. Actualmente, los martes y jueves hago doble turno en el agua y el gimnasio, mientras que en los otros tres días, hago uno, y los sábados también voy a la pileta.

Consultado Montero, sobre los ajustes que podrían aplicarse al plan, cuando falte menos para agosto señaló que: "la preparación será más exigente para lograr mejores ritmos de nado, achicar las marcas y entrenarla a Agostina a la par de otros nadadores con mayor nivel de competitividad".

Agostina Hein junto a su entrenador, Sebastián Montero.

La Selección argentina juvenil de natación también colabora en este aspecto. Hein, junto a otros cinco compañeros, viajaron recientemente a Colombia para un entrenamiento en altura. Trabajar en estas condiciones, contribuye para que los deportistas puedan mejorar el flujo de oxígeno, la disposición en el agua y optimizar el rendimiento físico en el llano, en pos de disminuir los tiempos en las competiciones.

–¿Cuáles son tus expectativas con todo el trabajo que está realizando?

–Mejorar mis marcas. Superarse es complicado, pero con entrenamiento todo se logra. Creo que estoy mucho mejor en lo físico y en lo mental. El 2024 fue un ejemplo de que el trabajo diario te puede llevar a lugares inimaginables.

Desde el 2022 sus registros comenzaron a ser notorios. Ganó medalla de plata en Asunción, Paraguay en posta 4x200 metros libres, y en 2023, en los Panamericano de Santiago, Chile, obtuvo el quinto puesto en los 800 y 1500 metros, mientras que en el Mundial Junior de Netanya, Israel –medalla de bronce en los 800 metros libres–, compartió podio con los mejores nadadores del mundo al ganar la medalla de bronce.

Sus marcas se convirtieron en el pasaporte para el Campeonato Mundial de 2024, una competencia para mayores que tuvo lugar en Doha, Qatar y que la posicionó en el quinto puesto con un registro de 8m29s19/1000 en los 800 metros libres. Al mes siguiente, en Argentina batió el récord absoluto en los 100 metros mariposa en un tiempo de 59s36/1000.

Con estos indicadores, fue convocada a los Juegos Olímpicos de París 2024. Sin embrago, debió esperar a que se despejara una plaza en la categoría B, donde Hein tenía la segunda mejor marca. Luego de las pruebas selectivas y clasificatorias, la nadadora logró el cupo, convirtiéndose en la deportista más joven de la delegación que Argentina llevó a competir a París, donde finalizó en el puesto 14 en los 800 metros y 18, en los los 400 metros libres.

–¿Alguna vez imaginaste este presente?

–Siempre lo soñé pero aún no lo dimensiono. Estaba triste porque creía que no iba a ser posible. Fue increíble estar al lado de las mejores, cerca de Katie Ledecky la nadadora norteamericana de la que soy fan. Cuando volví, me tatué los aros olímpicos en el hombro.

–¿Qué significa representar a tu país entre la élite de deporte?

–Es un orgullo gigante cada vez que me toca llevar la bandera argentina a cualquier competencia. Cuando te ponés la camiseta es maravilloso. Por eso espero con ansias volver a vestirme con la celeste y blanca en Rumania o donde sea.

–¿Por qué elegiste la natación como disciplina deportiva?

–¡Fue amor a primera vista! (se ríe). Me da paz, amo la pile. Cuando meto la cabeza debajo del agua (se queda pensativa) conecto con todos mis sentimientos, conmigo y con lo que siento cuando estoy en el agua. También me divierte, si no lo disfrutara no tendría sentido.

–¿Cuál es tu estilo favorito?

–Croll me gusta mucho pero mi entrenador siempre hace hincapie que seamos nadadores completos. Hago caso y practico todos, yendo a fondo con cada uno de ellos. 

Agostina Hein este año, termina el secundario. Tuvo que cambiarse de colegio, porque con los viajes y la rutina diaria no podía seguir el ritmo del aula, razón por la que sus padres optaron por la virtualidad. Se egresará bajo el Sistema de Educación a Distancia del Ejercito Argentino (SEDEA) al igual que lo hicieron otros deportistas como Juan Martín del Potro.

–¿Extrañas a tus amigos o compañeros del colegio?

–Claro, los extraño muchísimo y a pesar de que no estoy en el salón, tratan de incluirme en todo lo que hacen. Sé que el cambio fue por una buena causa. Cuando iba a clases, mis dobles turnos, los empezaba a las 5 de la mañana para no perder el entrenamiento, pero me representaba un gran desgaste físico y mental.

En Argentina, la natación creció en popularidad y en competitividad, aunque las becas que les dan a nadadores de alto rendimiento y a sus entrenadores, no siempre alcanzan para costear el apoyo interdisciplinario o los propios gastos. Es entonces cuando el aporte de los sponsor es clave. La de chica Campana lo sabe y cada vez que puede, agradece a quienes la acompañan: su familia, los profesionales de su equipo y los auspiciantes.

–¿Cuál es el mensaje para los chicos que tienen tu misma pasión?

–¡Qué nunca dejen de luchar! Que sigan su sueños, que no se rindan y cada día se esfuercen más para construir el camino hacia ese objetivo que tanto anhelan.