El secretario gremial de la CTA de los Trabajadores y líder del sindicato Foetra, Claudio Marin, explicó el detrás de escena del vergonzoso encuentro del Consejo del Salario, que terminó sin acuerdo y dejando, una vez más, en las manos del Gobierno la decisión de la remuneración mínima para los trabajadores.
Marín explicó que las tres centrales sindicales --CGT y las dos CTA-- unificaron el pedido en $657.700 en mayo; sin embargo, aseguró, la cúpula empresaria propuso $306.500, es decir, un incremento del 4,9 por ciento en tres meses.
Además, la reunión absurdamente breve. “Fue una reunión que prácticamente no existió. Duró 15 minutos por reloj. Fue increíble. Nosotros propusimos llevar a un salario de 700 mil pesos. Está en 287 mil pesos actualmente. Digo "nosotros" porque las tres centrales sindicales coincidimos en el estudio de la cifra”.
“Si utilizáramos el salario mínimo del 2015, deberíamos estar en 700 mil pesos, contra 288 mil. Ha caído a menos de la mitad. Y la propuesta de la UIA, sostenida por Funes de Rioja, fue de menos de 300 mil pesos y un ajuste del 1 por ciento mensual. Esto significa más o menos 5 mil pesos por mes. Una vergüenza”.
En este punto se abre una pregunta, ¿por qué la cúpula empresarial pone un mínimo tan por debajo de lo necesario para la subsistencia, anulando completamente el consumo? Para Marin hay una sola explicación: trabajar en tándem con el Gobierno para destruir al movimiento obrero organizado.
“Independientemente de que todos los convenios estén por encima del salario mínimo, imaginate cuando uno se sienta en una paritaria y quiere cerrar un acuerdo según inflación y todas las cámaras cerraron un 1 por ciento mensual. Más que una postura de carácter económico, nos encontramos con una postura ideológica”, afirmó.
Y denunció: “Dicen que al final del túnel vamos a tener un movimiento obrero destrozado que no puede articular una negociación. Es un acompañamiento político a una política del Gobierno. No hay otro argumento. Propongo que se lo pregunten a la UIA cuáles son los argumentos, porque no hay ninguno más que seguir con la política de bajar el consumo”