El ministro de Defensa, Oscar Aguad, enfrenta una insubordinación en la Armada luego de la desaparición del submarino ARA San Juan y la muerte de sus 44 tripulantes. El funcionario, que intentó evitar ponerse al frente de la información sobre lo ocurrido, decidió el pase a disponibilidad de dos altos oficiales de la Armada en el sumario administrativo por la desaparición del submarino y sus posibles fallas técnicas. Apenas ocurrió esto, otros cuatro altos oficiales pidieron el pase a retiro en rebeldía con la decisión. Uno de los suspendidos era el candidato a suceder al actual jefe de la Armada. “No toleraremos la indisciplina”, sostuvo Aguad, mientras el conflicto sigue in crescendo. La Armada suspendió ayer por primera vez los partes que venía dando sobre la búsqueda del submarino.
Aguad viene intentando mostrarse lo menos posible ante las cámaras desde que comenzó la crisis del submarino. Esta estrategia llevó a que la Armada cobrara un protagonismo inusual a través de su vocero, el capitán Enrique Balbi, lo que le permitió en diversas instancias del conflicto con Aguad (que arrastraban desde antes de la crisis) pronunciarse en contra de lo que planteaba el poder político.
Pero el conflicto parece ahora estar escapando de las manos del Ministro de Defensa, quien viene teniendo discusiones cada vez más subidas de tono con los altos mandos de la Armada. Les reprocha, entre otras cosas, tener que haber sido él quien reconoció que los tripulantes están muertos.
Ayer el jefe de la Armada, Marcelo Srur, dispuso el pase a disponibilidad a dos altos oficiales. El primero es el jefe de la Base de la Armada en Mar del Plata, contralmirante Gabriel González, que estaba en la línea directa de la cadena de mando del submarino y ya había pedido su pase a retiro. El segundo es el que causó conmoción dentro de la fuerza: es el comandante de Adiestramiento y Alistamiento, contraalmirante Luis López Mazzeo, quien está apostado en Puerto Belgrano. López Mazzeo es quien venía rankeando para reemplazar a Srur.
Según pudo averiguar este diario, Srur le comunicó a Aguad que López Mazzeo tiene responsabilidad en el ocultamiento de información sobre el submarino (Aguad se enteró de lo que pasaba tarde y durante un viaje a Canadá; según fuentes consultadas por este diario y Srur se enteró poco antes). Además, se lo responsabiliza de la resistencia de la Armada a entregar información a la jueza de Caleta Olivia, Marta Yañez, sobre las comunicaciones del submarino. Ayer la magistrada se comunicó con el Ministerio de Defensa para advertir que lo que le entregaron los marinos es un jeroglífico. En el Gobierno ven que preocupación que suboficiales se estén presentando en forma espontánea ante el juzgado de Yañez: lo ven como una ruptura de espíritu de cuerpo de la Armada.
El pase a disponibilidad de López Mazzeo, prevista dentro del sumario administrativo que se instruye por la desaparición del submarino, complica los planes de sucesión: ese militar era el que mejor había calificado para suceder a Srur. Ahora Aguad se encuentra con que uno de los preferidos para encabezar la Armada puede estar implicado en los manejos posteriores a lo ocurrido con el ARA San Juan. El sumario administrativo podría apuntar a otros altos mandos, como el comandante de la Fuerza de Submarinos, capitán de navío Claudio Villamide.
El ministro ya tenía previsto reemplazar tanto a Srur como a los jefes del Ejército y de la Fuerza Aérea pero la crisis del submarino, que no termina de resolverse, viene postergando esa decisión. En el Gobierno, no quieren tomar la decisión de reemplazar a los actuales jefes antes de que termine la búsqueda. Además, consideran que los que tienen que definir en qué momento se da por concluida la búsqueda son los marinos.
La interna militar –que Aguad no consigue desanudar– tuvo una escalada cuando otros cuatro altos mandos de la Armada pidieron su pase a retiro en solidaridad, principalmente, con López Mazzeo al que, aseguran, le están cargando injustamente la responsabilidad de lo que pasó. Los que pidieron el pase a retiro son nada menos que los comandantes de la Aviación Naval, contraalmirante Gustavo Vignale; la Infantería de Marina, contraalmirante Bernardo Noziglia; y la Flota, contraalmirante Rafael Gerardo Prieto, y el Jefe de Mantenimiento, contraalmirante Eduardo Luis Malchiodi. “Los de Ejército son quilomberos. Estos son más cuidadosos. Me llama la atención que esté pasando esto”, comentó a este diario una fuente conocedora de los pasillos del Edificio Libertad. Los cuatro fueron citados con urgencia por Srur.
Además del pase a disponibilidad de altos oficiales, la Armada suspendió por primera vez el parte diario que daba el capitán Balbi. El ministro Aguad no tardó en salir a contestarles a los marinos que reaccionaron ante la decisión de Srur: “A los que pidieron el retiro se lo daremos”, dijo al diario La Nación. “Ahora llegó el tiempo de explicar qué pasó”, sostuvo Aguad sobre el sumario que se instruye.