La inflación de noviembre fue de 1,4 por ciento y acumuló un alza de 22,7 por ciento en los últimos 12 meses. Así lo informó ayer el Indec. La tasa de inflación ya superó en cuatro puntos porcentuales el objetivo planteado para todo el año por el Banco Central y aún resta conocerse el dato de diciembre. Algunos consultores estimaron que los precios del último mes de 2017 podrían subir hasta un 3 por ciento, por elementos estacionales, los combustibles y las tarifas, lo que dejaría una inflación de entre 24 y 25 por ciento para el acumulado del año. El uso de la tasa de interés para controlar el proceso inflacionario fue ineficiente pero la autoridad monetaria insiste con que en 2018 continuará por el mismo sendero de tasas altas para lograr una inflación de 12 por ciento.
El rubro de transporte anotó en noviembre uno de los mayores incrementos, con un alza de 3 por ciento. También se destacaron restaurantes y hoteles, con una suba de 1,8 por ciento y alimentos y bebidas no alcohólicas, con un incremento de 1,2 por ciento. Los datos oficiales estuvieron cerca de lo calculado por las estimaciones privadas para noviembre, aunque el IPC Congreso y las principales consultoras de la city anotaron subas interanuales dos puntos superiores respecto del registro del Indec. El Observatorio de Datos Estadísticos de la CGT, en tanto, marcó un aumento del 2,2 por ciento en noviembre y una inflación interanual del 25,9 por ciento. El Índice Estadístico de los Trabajadores de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) relevó un avance de 1,4 por ciento en noviembre y del 23,3 por ciento en términos interanuales.
La suba de la inflación para todo 2018 en torno al 25 por ciento habilitará la cláusula gatillo para muchas paritarias que se cerraron en torno al 20 por ciento. La carrera entre precios y salarios podría generar más tensiones con la inflación, porque los empresarios tienden a remarcar los aumentos salariales.
Continuando con los aumentos informados por el Indec para noviembre, se destacó la suba de 1,2 por ciento del rubro vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles. Para diciembre se esperan nuevas subas en este rubro por el ajuste del servicio eléctrico. En equipamiento y mantenimiento del hogar, mientras tanto, la suba fue de 0,9 por ciento, en tanto que comunicación avanzó 7 por ciento, recreación y cultura (0,7 por ciento), educación (0,3) y otros bienes y servicios (1,2).
En lo que va del año, el rubro comunicación es el que más aumentó, con una suba de 31,2 por ciento. La lista se continuó con vivienda, agua, electricidad y gas (30,2 por ciento), que se explica por el efecto de las tarifas. Siguieron educación, 29,8 por ciento; salud, 23,6 por ciento; bebidas alcohólicas y tabaco, 23,4, y alimentos y bebidas, 20,9. Este último bloque es uno de los más relevantes en materia social, porque los sectores de ingresos fijos destinan parte importante de sus recursos a alimentos.
El Indec no sólo publicó las subas de precios por rubros sino que informó el alza de la inflación en base a las principales regiones del país. En el Gran Buenos Aires, la inflación de noviembre fue de 1,2 por ciento. La inflación en la Región Pampeana y en la de Cuyo fue de 1,6 por ciento, en el Noroeste y la región Patagónica, 1,5 por ciento, y en Noreste el aumento de precios minorista fue de 1,3. En los primeros once meses del año, la inflación en las regiones del Noroeste y Cuyo fue la más elevada, con un suba de 21,5 por ciento. En la lista siguen la región pampeana, con un avance de 21,2 por ciento, el Gran Buenos Aires, con un 20,9 por ciento, la Patagonia, con un 20,4 y el Noreste, con un incremento de 19,7.
La inflación iba a ser la tarea más sencilla del Gobierno, según lo aseguró el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, cuando asumió a finales de 2015. Pero es un problema que no consiguió resolver. El año pasado se anotó la inflación más alta desde 1991 y este año continúa la inercia en torno al 25 por ciento.