Los trabajadores de Acindar se encaminan a un paro por tiempo indeterminado desde este lunes, ante la falta de avances en las negociaciones salariales. Luego de una semana con paros intermitentes y asambleas, los trabajadores de la planta siderúrgica ubicada en Villa Constitución advirtieron que el conflicto podría escalar si en la reunión prevista el lunes por la mañana no hay respuestas por parte del directorio. Desde el gremio señalan que la paritaria de los siderúrgicos lleva unos diez meses sin acuerdo y el sector no aguanta más dilaciones. “El último aumento que tuvimos fue en junio del año pasado”, denunció Pablo González, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución. En paralelo, la empresa atraviesa una baja histórica en los niveles de venta y producción, y la importación de acero desde China y Brasil pone en riesgo puestos de trabajo. “El modelo productivo de este gobierno es apagar las chimeneas de las fábricas y eso va a impactar en toda la zona”, advirtió Silvio Acosta, integrante de la comisión interna de Acindar.

El plan de lucha comenzó esta semana y fue escalando en intensidad. Primero, con la instalación de una carpa en la rotonda de ingreso a la empresa, para luego avanzar con un paro de actividades el miércoles, de 12 a 15. Ese día, con la planta frenada, unos 800 trabajadores realizaron una asamblea donde ratificaron la intención de avanzar hacia un paro por tiempo indeterminado, ante la falta de respuestas del directorio de Acindar, y las dilaciones en la negociación paritaria nacional, con los empresarios del acero.

Desde el gremio reconocen que el diálogo está abierto, pero el panorama no es sencillo. La paritaria que negocia la UOM a nivel nacional, la Cámara Argentina del Acero —conformada principalmente por representantes del grupo Techint y ArcerlorMittal— y representantes del gobierno nacional, lleva diez meses estancada. Durante ese período, los trabajadores de Acindar fueron recibiendo anticipos a cuenta de futuros aumentos, pero los recibos de sueldo permanecen desactualizados.

En ese marco, el pedido de la UOM Villa Constitución es que se actualicen los salarios por inflación, que en esos meses acumuló un 31,5%, y que la mejora salarial sea blanqueada como parte del salario básico. Por el momento, el ofrecimiento de la firma gira en torno a un 17%. La próxima instancia es una reunión prevista para el lunes por la mañana, entre los directivos y los representantes gremiales De no haber un acercamiento en esos porcentajes, los trabajadores decretarán un paro por tiempo indeterminado.

“El último aumento que tuvimos fue en junio del año pasado. La gente está con un hartazgo importante porque en el medio siguió habiendo una inflación acuciante, una macroeconomía desbastada y los sueldos depreciados. Fuimos recibiendo anticipos de la empresa, cada dos o tres meses, pero sin que eso impacte en el recibo de sueldo y sin que los trabajadores puedan saber cuánto ganan como para proyectar sus gastos”, explicó González en diálogo con Rosario/12. “Si no hay un acuerdo en la reunión del lunes, automáticamente vamos a un paro sin presencia de puestos de trabajo, por tiempo indeterminado, que va a tener un impacto muy grande”, añadió.

A la par del reclamo de la seccional villense, la UOM que a nivel nacional conduce Abel Furlán también pondrá en marcha una serie de medidas de fuerzas en todo el país ante las demoras en la negociación que busca actualizar los salarios y en reclamo a las políticas “anti industriales” del gobierno de Javier Milei. El primer paro será el próximo miércoles 7 de mayo por 24 horas y se prevén otros dos por 48 y 72 horas en las semanas siguientes.

No se vende nada

En marzo del año pasado, Acindar debió paralizar su producción por una fuerte caída en el nivel de ventas. Durante todo el 2024 se produjeron alrededor de 600 mil toneladas de acero, cuando se preveía fabricar prácticamente el doble. Para este año, las estimaciones no mejoraron. Los números están incluso más abajo que en 2020, cuando en medio de la caída abrupta producto de la pandemia la producción terminó rondando las 900 mil toneladas.

“Es el peor escenario. Acindar está vendiendo 45 mil toneladas por mes, que es el 35% de lo que siempre vendió”, señaló Acosta en declaraciones a Rosario/12. La principal explicación a esa caída se da ante la decisión del gobierno nacional de paralizar la obra pública en todo el país, y el contexto macroeconómico, que tampoco incentiva al sector de la construcción. “El sector automotor tampoco está traccionando y el volumen de alambres que demanda el campo también es bajo. Son sectores que no llegan a suplir la demanda que generan otros rubros”, añadió.

Ante ese escenario, los trabajadores señalan que el reclamo va más allá de la cuestión salarial y esos debates también se ponen sobre la mesa en las distintas asambleas. “Nosotros buscamos transmitir que esto no es solo un problema del sector metalúrgico y que excede el tema salarial. El modelo productivo de este gobierno es apagar las chimeneas de las fábricas y eso va a impactar en toda la zona. Si Acindar no funciona impacta en los talleres, en los comercios, en los negocios. Se genera toda una bola que agudiza más la crisis”, advirtió el dirigente.

Otro de los aspectos que genera preocupación en el sector es la apertura de importaciones, que empieza a generar ruido ante el ingreso de productos desde China y Brasil. Desde el gremio señalaron que el impacto empieza a sentirse de a poco, principalmente en productos elaborados. “Todavía no hay varillas de hierro de construcción dando vuelta, pero en este contexto es cuestión de tiempo para que empiecen a venir. Brasil es uno de los principales competidores y hoy está mucho mejor parado que nosotros”, detallaron.

De profundizarse esa situación comenzarían a correr peligro puestos de trabajo y es un tema que ya está en la agenda del gremio. Según explicaron, para el 31 de mayo está previsto el cierre de uno de los trenes laminadores que tiene la planta en Villa Constitución, que llegó a fabricar 50 mil toneladas mensuales de acero, y hoy produce menos de la mitad. En ese sector trabajan unos 80 trabajadores de Acindar y alrededor de 30 contratistas. Desde el sindicato buscan que continúen en la firma, pero su futuro es una incógnita.

“Al momento no hemos tenido despidos. La empresa intentó despedir a unos 70 trabajadores a principio de año, pero tomamos algunas medidas para que sean reincorporados. Sí seguimos teniendo acuerdos de suspensiones, que son rotativas en todo el personal, y retiros voluntarios que se fueron dando. Pero al momento resistimos los despidos y esperamos que siga siendo de esa manera”, detalló Acosta.