El cine es un lugar de encuentro y discusión, así lo enseña su historia y así seguirá mientras perviva el interés por compartirlo. Entre tantas plataformas de visionado privado, la pantalla grande siempre fue un ámbito donde convivir y vivir experiencias. En este sentido, el Ciclo de Cine para Adultas/os Mayores (y para quienes aman las películas inolvidables) no solo pone su acento en tales cuestiones, sino que privilegia en el disfrute a quienes son, en verdad, la generación del cine, es decir, quienes crecieron con las películas y las salas de cine.

El Ciclo inicia este miércoles, de 16 a 18 en Complejo Cultural Atlas (Mitre 645), con la proyección de La Tregua (1974, Sergio Renán), junto a la presentación y charla posterior a cargo del periodista Pedro Squillaci. Los títulos a exhibir los miércoles siguientes, siempre en el mismo horario, serán: Kramer vs. Kramer (1979, Robert Benton), Un día muy particular (1977, Ettore Scola) y Asignatura pendiente (1977, José Luis Garci).

Además, hay un detalle mayor, ya que el ciclo curado por Squillaci es organizado por Arteón y forma parte de “Los 60 del Arteón”, un aniversario con número redondo para una de las palabras más queridas dentro del ámbito cultural de la ciudad, y sin embargo todavía sin sala propia. “Néstor Zapata es un batallador cultural incansable, por lo que merece todo mi respeto y admiración. Este proyecto surgió cuando él me convocó en 2023 para hacer este ciclo para gente de Pami, con auspicio de ese organismo. Todo se fue diluyendo por distintos motivos, pero desde este gobierno libertario, que está en contra de todo lo que sea cultural y popular, también se truncó este ciclo. Finalmente, este año, mientras se espera que Arteón recupere su propio espacio, se lanza en el Complejo Atlas. Arteón todavía espera que se le ceda un lugar como le habían prometido las autoridades. Zapata confía que este año finalmente se concretará, ojalá así sea”, comenta Squillaci a Rosario/12.

-Pienso en el festival Una Mirada Mayor, que supo tener la ciudad, pero ya no existe, ¿es un público hoy marginado del espectáculo cinematográfico?

-El encuentro está destinado a adultos y adultas mayores, pero no es excluyente. Por eso en el flyer pusimos "y para quienes aman las películas inolvidables". No sé exactamente si el público mayor está marginado del espectáculo cinematográfico, pero sí creo que toda persona mayor carece de espacios específicos que los incluya desde el plano artístico. Nos pareció atinado hacer un encuentro destinado principalmente para ellos, y la gran cantidad de llamados ya recibidos demuestran que hay un público cautivo allí, que tiene ganas de ver y charlar sobre cine.

-¿Cuál fue el criterio que tuviste para la selección de las películas?

-Las películas no fueron elegidas al azar. Son las películas que, como curador del ciclo, consideré que, de alguna manera, marcaron el pulso de una década, la del ‘70. Obviamente, tuve que contemplar la disponibilidad de las películas y la duración. Podría haber elegido otras, pero duraban tres horas y me quedaba sin tiempo para el debate final, que es tan clave como la exhibición de los films. Es que allí radica lo más disfrutable: la charla posterior nos permitirá ver otra película, resignificarla, amarla o bien resistirla, pero seguramente dejará otra mirada superadora.

-Evidentemente, una actividad así te moviliza: ¿por qué?, ¿falta hoy discusión alrededor del cine?

-Desde ya que me moviliza coordinar, a instancias de Arteón, un ciclo destinado a exhibir cine a precios populares y para gente mayor. No solo porque entiendo que el cine es una expresión artística que te invita a explorar tantos mundos y dimensiones "hasta el infinito y más allá", parafraseando a Toy Story, sino porque es un momento muy duro y difícil para todos, pero especialmente para la gente de edad avanzada. Y generar un espacio de encuentro con base en lo artístico es también un gesto de integración necesaria en estos tiempos. Si este gobierno nacional decide no financiar el cine de este país, solo queda la resistencia cultural desde la acción. Y seguir exhibiendo cine, sea del año que sea y del género que sea, es una manera de decir que si hay espectadores en una sala, el cine sigue más vivo que nunca.