El ex canciller del saliente Matteo Renzi, Paolo Gentiloni, fue designado este mediodía como nuevo primer ministro de Italia. Gentiloni asumió con la tarea de buscar "con urgencia" un nuevo gobierno, pero para eso deberá liderar las discusiones legislativas para conseguir una reforma en la ley electoral. El ex canciller fue puesto en funciones por el presidente italiano Sergio Mattarella, decisión que deberá ratificar el Parlamento italiano, y deberá afrontar compromisos internacionales, económicos y sociales hasta que los italianos vuelvan a las urnas.  

Gentiloni fue ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Renzi desde fines de 2014 y fue uno de los hombres cercanos al ex primer ministro, quien renunció tras perder el referéndum por la reforma constitucional el fin de semana pasado. La consulta popular, con la que Renzi buscaba fortalecer el poder del Ejecutivo, no sólo terminó con su gobierno sino que obliga a reformar la ley electoral, que no contempla un llamado inmediato a elecciones. 

El nuevo primer ministro planteó la "urgencia de dar a Italia un gobierno con plenitud de poderes", luego de aceptar el cargo "con reservas" al cabo de una reunión con Mattarella celebrada en el Palazzo Quirinale de Roma. "Agradezco al señor presidente por el encargo, es un alto honor. Trataré de hacerlo con dignidad y responsabilidad", afirmó Gentiloni, de 62 años, quien reforzó que tendrá como prioridad hacer una nueva ley electoral y afrontar los compromisos "internacionales, económicos y sociales" de Italia, entre ellos la ayuda a los damnificados por el terremoto de agosto pasado.

Según indicó en una breve declaración que leyó ante la prensa, Gentiloni tomará las consultas políticas que hizo Mattarella en los últimos días con las fuerzas parlamentarias como "base para definir la composición y el trabajo del nuevo gobierno".

En las próximas horas, Gentiloni deberá pensar en un gabinete, aunque como recordó este domingo, "por necesidad y no por elección nos moveremos en el marco del gobierno y la mayoría saliente", dando a entender una continuidad grande de los ministros actuales.  

Luego de conformar el gabinete de gobierno, Gentiloni deberá concurrir al Parlamento para conseguir la aprobación de las Cámaras, en las que el Partido Democrático, del que es miembro fundador, es mayoría. Las primera respuestas de la oposición criticaron con fuerza la decisión de Mattarella por considerar al ex canciller como una continuidad de Renzi.

La líder de la derechista Hermanos de Italia, Georgia Meloni, calificó a la elección del ex canciller como "un acto de gatopardismo, cambiar algo para que nada cambie"; mientras que desde el Movimiento Cinco Estrellas el diputado Alessandro Di Battista calificó a Gentiloni como un "avatar de Renzi". Matteo Salvini de Liga Norte criticó que el nuevo Premier sea "una fotocopia inútil" del mandatario saliente.

En esa dirección, en rechazo a la designación de Gentiloni y pidiendo en cambio un llamado rápido a las urnas, la Liga confirmó una manifestación en diversos puntos de Italia para el 17 y 18 de diciembre próximos.

En el frente externo, el nuevo gobierno deberá preparar la cumbre del G7 que se hará en mayo próximo en Taormina, Sicilia y el ingreso del país, por un año, al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.