Chris Froome, cuatro veces ganador del Tour de France y máxima figura del ciclismo mundial en la actualidad, dio positivo en un control antidoping en la Vuelta a España 2017, anunció ayer la Unión Ciclista Internacional (UCI). El británico dio positivo por el broncodilatador salbutamol y la muestra B confirmó el análisis adverso, señaló la UCI en su comunicado.
Froome, de 32 años, niega haberse dopado y aseguró que la presencia de esos niveles prohibidos de salbutamol en su organismo se debe a un medicamento que toma para el asma. El ciclista dio positivo el 7 de septiembre y tres días después conquistó la Vuelta, una de las tres competiciones más prestigiosas del ciclismo.
El británico número uno del equipo Sky superó los 1000 nanogramos por miligramo de salbutamol, el límite permitido en el Código Mundial Antidoping. “Se presume que la presencia en la orina de salbutamol en exceso de 1000 ng/ml no es un uso terapéutico previsto de la sustancia”, señaló la UCI en su comunicado. El máximo organismo del ciclismo indicó que la presencia del salbutamol no implica “la imposición de una suspensión provisional obligatoria del corredor”, pero precisó que el resultado se considerará doping a menos que Froome “pruebe mediante un estudio farmacocinético que es consecuencia del uso terapéutico (por inhalación) hasta la dosis máxima”. Si no lo demuestra, Froome podría perder la Vuelta 2017 y se arriesgaría a una suspensión. En un caso similar, el italiano Alessandro Petacchi recibió en 2008 una sanción de un año.
Los deportistas pueden usar el salbutamol, conocido como ventolín, en forma de spray hasta esos 1000 nanogramos por miligramo si presentan un certificado médico que demuestre que padecen asma. En ese caso, reciben lo que se conoce como Exención de Uso Terapéutico, una autorización para consumir una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidoping (AMA).
Froome y el equipo Sky emitieron un comunicado y rechazaron cualquier práctica dopante. “Todo el mundo sabe que tengo asma y sé exactamente cómo son las reglas. Uso un inhalador para prevenir los síntomas (siempre dentrode los límites permitidos) y sé perfectamente que me van a hacer controles todos los días que llevo el maillot de líder”, indicó el ciclista. “Me puse peor del asma durante la Vuelta, así que seguí el consejo del médico del equipo e incrementé mi dosis de salbutamol. Como siempre, tomé la mayor precaución para no usar más de lo permitido”. El británico agregó: “Me tomo muy en serio mi posición de líder en mi deporte. La UCI tiene todo el derecho a examinar los resultados de los análisis y les daré toda la información que necesiten junto con el equipo”.
Froome, nacido en Kenia, ganó el Tour de France en 2013, 2015, 2016 y 2017 y este año consiguió el primero doblete Tour-Vuelta desde 1978.