“Para las generaciones que nos preceden, somos esa parte de la historia que transformó el dolor en lucha y resistencia, pero también somos parte de este presente que jamás va a resignarse con que nos arrebaten el futuro, la rebeldía y los sueños que nos quedaron pendientes. A treinta años y con las convicciones intactas los H.I.J.O.S estamos de pie”, sostuvieron al leer un documento, un grupo de hijas e hijos de personas desaparecidas durante la última dictadura militar, en tiempos donde ciertos discursos intentan relativizar el valor de la memoria.
Treinta años después de su nacimiento, la agrupación H.I.J.O.S. La Plata celebró un recorrido marcado por la perseverancia, la denuncia y la construcción de memoria en un emotivo Festival realizado en el Teatro Coliseo Podestá. A sala colmada, el histórico espacio cultural platense fue escenario del homenaje a una organización que supo poner el cuerpo y la voz en un contexto que señalaron de impunidad, transformando el dolor personal en una causa colectiva.
Corría abril de 1995 cuando jóvenes, hijas e hijos de desaparecidos durante la última dictadura militar, decidieron fundar una red nacional que uniera sus vivencias e impulsara una acción concreta frente al olvido institucionalizado. En plena vigencia de las leyes de punto final y obediencia debida, con los indultos aún intactos, la agrupación surgió con una consigna que rompió moldes: “Si no hay justicia, hay escrache”. Así nacía una de las expresiones más representativas del movimiento de derechos humanos en democracia.
Durante la celebración, las imágenes proyectadas recorrieron momentos clave del camino recorrido por H.I.J.O.S. desde sus primeras acciones hasta la participación activa en los juicios por delitos de lesa humanidad. “Años más tarde, con el pedido de perdón en nombre del Estado por parte del presidente Néstor Kirchner, y la decisión política de abrir los juicios por crímenes de lesa humanidad, fueron querellantes y testigos. Sus testimonios aportaron para la condena a 1.197 genocidas”, recordaron desde la organización.
Posteriormente, actuaron la rapera Shitstem, la banda Srta Novio, y la cantora Eva Basterra, hija de un sobreviviente de la ESMA. También subió al escenario la murga “Conventillo Nacional”. Las palabras compartidas desde el escenario se fundieron con imágenes que marcaron el camino de la agrupación en estos treinta años.
Uno de los momentos más sentidos fue el minuto de aplausos dedicado a José “Pepe” Mujica, expresidente uruguayo y referente de la política latinoamericana. La ovación colectiva pareció resumir el respeto a una generación de militantes que, como los fundadores de H.I.J.O.S., no bajaron los brazos frente a la adversidad.
Desde la organización agradecieron especialmente al intendente de La Plata, Julio Alak, y al director del Coliseo Podestá, Alejo García Pintos, por haber abierto las puertas de “un espacio emblemático” para la conmemoración. El secretario de Gobierno municipal, Guillermo “Nano” Cara, y el subsecretario de Derechos Humanos de la ciudad, Leonardo Fosatti, entregaron a los y las integrantes del colectivo unas baldosas de la Plaza San Martín con el tradicional pañuelo pintado, emblema de las Madres de Plaza de Mayo.
Los reconocimientos ocuparon un lugar central. Carmen Arias, presidenta de Madres de Plaza de Mayo, fue la primera en recibir el pañuelo simbólico con la inscripción “H.I.J.O.S. 30 años desafiando lo imposible”. También fueron homenajeadas las Abuelas de Plaza de Mayo, los Familiares de detenidos y desaparecidos por razones políticas de La Plata, el colectivo de ex presas políticas y Nietes.
En cuanto a la dimensión legal del proceso de memoria, se destacó el rol de abogadas y abogados que litigan en causas por crímenes de lesa humanidad. Pablo Llonto, Verónica Bogliano, Guadalupe Godoy, Aníbal Hnatiuk y Florencia Titarelli recibieron una distinción en representación de quienes asumen esa compleja tarea judicial. En nombre de la Universidad Nacional de La Plata, la decana de la Facultad de Trabajo Social, Alejandra Wagner, y su equipo de trabajo fueron reconocidos también con un pañuelo.
El segmento literario también tuvo su espacio. Las actrices Marta Bugiolachi, Graciela Sandoval y Ayelén Díaz Correia, del colectivo Teatro por la Identidad, leyeron textos del libro Ahora Siempre. Una de las lecturas más aplaudidas fue la de Mariana Busetto: “Porque cuando a mediados de los ‘90 nos empezamos a juntar varios hijos e hijas de desaparecidos y formamos la agrupación H.I.J.O.S., empecé a hablar en plural y podía dar la vida por ellos. Ese amor perdura”.
La jornada tuvo también una dimensión institucional. Participaron la ministra de Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz; el subsecretario de Derechos Humanos Matías Moreno; la jefa de Gabinete del Ministerio de Trabajo Cecilia Cechini; el diputado y presidente de la Comisión de Derechos Humanos Juan Martín Malpeli; el ex juez federal Carlos Rozanski; concejales y funcionarios municipales.