Villa Jardín, en Lanús Oeste, es un barrio pobre y contaminado, a orillas del Riachuelo. Un fallo de la Corte Suprema de Justicia, en el año 2006, en la causa “Mendoza, Beatriz y otros” contra el Estado Nacional, el Bonaerense, el Gobierno de la Ciudad, 44 empresas y 14 municipios, abrió la puerta para el incumplido saneamiento del Riachuelo o, cuanto menos, para la construcción de viviendas dignas para las familias que viven en las cercanías de ese curso de agua. La primera etapa del plan habitacional, ya cumplida, cuenta con un total de 174 casas, mientras que la segunda y la tercera –proyectadas en vías de realización– iban a totalizar otros 529 nuevos hogares que servirían para paliar las necesidades de algunas de las más de mil familias. El sueño de los vecinos está por frustrarse porque el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, cambió de un plumazo todos los planes y en vez de viviendas, propicia por decreto la creación de un Polo Educativo –en una zona donde hay 30 escuelas de los distintos niveles– y una Casa del Futuro, que ni siquiera contempla el presente de los habitantes de la zona. El problema se agrava porque al hacinamiento actual se le sumarían las complicaciones, de tránsito y efluentes cloacales, derivados de construcciones proyectadas en la Ciudad de Buenos Aires con vistas a los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, en la zona de Parque Roca, del otro lado del Riachuelo (ver nota aparte).
Mendoza fue una megacausa por la que se reclamó una indemnización de 3.500 millones de dólares por la contaminación de la Cuenca Matanza-Riachuelo. Ese objetivo es virtualmente imposible de lograr, como quedó demostrado en la audiencia realizada el mes pasado en la Corte Suprema, donde quedaron al desnudo las falencias del Acumar (Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo), cuyo titular es hoy el rabino Sergio Bergman, ministro de Ambiente del gobierno de Mauricio Macri.
A pesar de esa realidad, en Villa Jardín se había avanzado con la construcción de viviendas en el predio de 16 hectáreas de la ex Fábrica Militar. Esto significó un primer avance contra el hacinamiento y la contaminación, que se combina con la Planta de Tratamiento de Efluentes Lanús, que beneficiará a unos 9 mil vecinos del partido que carecen de cloacas, y que fue puesta en marcha el 7 de octubre de 2015, en un acto del que participó, por teleconferencia, la ex presidenta Cristina Kirchner. Se trata de la misma planta que fue “inaugurada”, por segunda vez en poco más de un año, en un acto a pura sonrisa realizado el 14 de noviembre pasado con la participación del presidente Macri y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
“Hay una deuda histórica con el barrio de Villa Jardín que tiene que ver con el Plan de Viviendas. En estos años, a través de la causa Mendoza, se iniciaron algunas obras en la zona de la ex Fábrica Militar, en diferentes etapas”, explican a PáginaI12 Marisa Barromeres, secretaria general de la seccional Lanús de SUTEBA, y Sergio González, del Foro Hídrico de Lanús. La primera etapa significó la construcción de 174 viviendas para la gente que vivía en la orilla del Riachuelo. “Esas viviendas están terminadas, pero falta la conexión de los servicios, incluyendo las cloacas, y también faltan las etapas dos y tres, previstas para construir, por lo menos, otras 529 viviendas”.
Esas obras ya estaban proyectadas y presupuestadas, pero a partir del censo de 2010 se determinó que era necesaria la construcción de viviendas para un total de 1.300 familias. “Eso llevó a replantear el proyecto para extenderlo primero a unas 990 viviendas y en una etapa posterior completar las 1.300 que eran necesarias” para cubrir el déficit habitacional. Como no había espacio físico suficiente dentro de lo que era la Fábrica Militar, se había pensado en dar subsidios y ayuda a las familias que faltaban para que pudieran mejorar las casas ya existentes.
Todo el proyecto va camino a derrumbarse desde la asunción, en diciembre pasado, del intendente de Lanús, Néstor Grindetti, de Cambiemos, quien se presentó ante la Corte Suprema de Justicia para informar que en el lugar que había sido asignado para la construcción de viviendas se van a levantar un Polo Educativo y la Casa del Futuro, iniciativas que fueron impulsadas por decreto, sin pasar por el Concejo Deliberante. De esa manera, de un plumazo, se dejó de lado un proyecto de vivienda y urbanización del Barrio Jardín que viene demorado varias décadas y que debía cumplirse en etapas sucesivas hasta satisfacer las necesidades habitacionales de todos los vecinos.
Las obras proyectadas ahora por el intendente de Cambiemos incluyen la modificación de la traza del puente de Sadop, sobre el Riachuelo, que unirá la Capital Federal con Villa Caraza, partido de Lanús. Esta construcción es un viejo anhelo de los bonaerenses, pero el proyecto oficial de esa obra relega una vez más la urbanización de Villa Jardín. “Parece contradictorio que el Suteba se oponga a la construcción de un Polo Educativo, pero lo hacemos porque en Villa Jardín, a una cuadra del lugar donde harán la construcción, hay una escuela primaria con jornada completa, hay un jardín de infantes, hay una escuela secundaria con jornada extendida básica, a tres cuadras hay otra escuela secundaria, a cuatro cuadras hay otra escuela primaria”, dijo Barromeres. En el área existen cerca de 30 establecimientos escolares de los distintos niveles.
En una reunión con él, pidieron al intendente Grindetti “que mejore esas escuelas que ya existen y que en lugar de construir un Polo Educativo, nuevas escuelas para captar a los mismos chicos que ya tienen sus escuelas, que construya espacios que fueron históricamente pedidos como un Polideportivo, un Centro Cultural para trabajar con los pibes para que no estén en la calle”.
Los entrevistados señalaron que la nueva traza del puente Sadop, sobre el Riachuelo, que conectará con la Capital Federal a través de la avenida 25 de Mayo, significará “la irrupción diaria de unos 50 o 60 mil vehículos, en una zona que no cuenta con la infraestructura necesaria como para absorber semejante caudal” de tránsito. Del mismo modo, la construcción de la Villa Olímpica, en la zona del Parque Roca, en la ciudad de Buenos Aires, significará también un nuevo impacto ambiental sobre Lanús, porque los efluentes cloacales de esas construcciones van a ser derivados a la Planta de ACUBA, en nuestro partido, que no está preparada para responder a semejante demanda”.
Marisa Barromeres y Sergio González coincidieron en que el proyecto oficial integral, que incluye el puente Sadop, junto con el Polo Educativo y La Casa del Futuro, más los efluentes derivados de la Villa Olímpica, “son iniciativas que pueden servir para ordenar visualmente, para ocultar los barrios humildes de la vista de los turistas que vendrán a la competencia olímpica, pero de ninguna manera resuelven las necesidades de los vecinos de Villa Jardín, de Caraza, de Diamante, de todos los barrios de la zona”. Recalcaron, además, que “todo se está encarando por decreto, sin escuchar a los vecinos, sin dar participación al Concejo Deliberante, sin tener en cuenta las verdaderas necesidades de la gente”.