“Además de la suba sostenida de nuestros pacientes, el incremento se debe a que de municipios más chicos vecinos como Pila, ya no atienden ciertas especialidades. Por ende, Región Sanitaria pidió que se atendieran en Chascomús. Son ciudades más chicas, Castelli dio de baja a los anestesiólogos (es público), por lo que esa población se atiende acá. En Pila, los partos, por lo que esa población se atiende acá en Chascomús”, detalló el Dr. Morón, director del hospital municipal, en diálogo con Buenos Aires/12. En este marco que denomina de “desprotección social”, el sistema sanitario de Chascomús tuvo que absorber la demanda propia y ajena, cuyo resultado se explica en un aumento del 40 por ciento.
El dato confirmado por el secretario de Hacienda local, Juan Facundo Alfonsín, refleja el impacto directo que la crisis económica nacional y el recorte en programas sociales tuvieron sobre la salud pública local, que hoy debe atender a una población cada vez más amplia y diversa, según informó el funcionario.
El colapso parcial de servicios médicos en distritos cercanos generó una migración sanitaria hacia Chascomús, profundizando el desgaste sobre un sistema que ya funcionaba al límite. El resultado: mayor cantidad de consultas, internaciones, cirugías y, especialmente, una altísima demanda de farmacia, muchas veces por parte de personas con cobertura médica que, debido al encarecimiento de los medicamentos, terminan recurriendo al hospital público.
Como si este escenario no fuese suficientemente desafiante, una disposición de la ANMAT (número 3158, con fecha 13 de mayo) que salió esta semana obligó a retirar del circuito productos elaborados por Laboratorios Ramallo, comercializados por HLB Pharma debido a “una serie de irregularidades en la elaboración, trazabilidad y control de lotes de diferentes líneas de producción de ambas firmas”. Esta medida, replicada por el Ministerio de Salud bonaerense, si bien fue preventiva y necesaria, generó un gasto adicional de más de 7 millones de pesos para el municipio, que debió salir a reponer el stock perdido.
Una demanda sostenida
El municipio invirtió 71 millones de pesos, sin embargo, el número no pasa desapercibido si se lo compara con el abril de 2024, cuando la inversión municipal para el mismo fin rondó los 20 millones de pesos. La diferencia no sólo radica en el encarecimiento abrupto de los productos farmacéuticos, sino también en el notable aumento de la demanda en la atención emparejada con una suba del requerimiento de los fármacos.
“Cerca de un 40 por ciento creció la demanda en el sistema de salud público, CAPS y hospital. Esto hace que se vea ese aumento en los medicamentos e insumos hospitalarios, ya que la gente es medicada incluso en las consultas y/o guardias. Y esto hizo que se elevara a ese número la compra en medicamentos e insumos en abril cuando en el mismo mes de 2024 fue de alrededor de 50 millones menos”, explicó Morón. Habitualmente a principios de año en Chascomús se realiza una inversión importante previa a la llegada del invierno dónde suele darse un salto de la demanda de medicamentos por casos virales de gripe en todas las franjas etarias, pero este año superó todo número estimado, de acuerdo a lo manifestado desde el gobierno local.
La situación que describe el médico no es aislada. El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) reportó que los precios de los fármacos más comunes -aquellos que suelen necesitar las personas mayores- se dispararon un 5 por ciento solo en abril, frente a una inflación general del 2,8 por ciento. A su vez, desde fines de 2023 a la fecha el salto acumulado en este rubro ha superado el 250 por ciento, afectando en particular a jubilados y pensionados que, con ingresos cada vez más golpeados, deben destinar una parte importante de sus recursos a sostener tratamientos esenciales.
“El aumento de la demanda en la atención siendo el único efector de salud, junto a las políticas nacionales de recorte en la cobertura de los medicamentos, junto a la disminución del poder adquisitivo que lleva al recorte de la población en la seguridad social, repercute directamente en el aumento del consumo de medicamentos por parte de nuestro hospital dado el incremento en las consultas, internación, cirugías y en lo que más lo vemos, es en la dispensa de farmacia de gente que tiene obra social y no puede comprar sus medicamentos”.
A este panorama se suma la exclusión de más de 1,7 millones de afiliados del PAMI de la cobertura total de medicamentos, medida adoptada por el organismo en agosto y diciembre de 2024 como parte de una decisión del gobierno nacional de recorte. Esto implicó que muchas personas que antes recibían fármacos básicos de forma gratuita tuvieran que afrontar precios de mercado. Además, las nuevas exigencias administrativas han actuado como un obstáculo adicional para los adultos mayores, que muchas veces no logran sortear la burocracia para mantener sus tratamientos.
La situación empeora al considerar que el bono extraordinario para jubilados y pensionados que cobran la mínima se mantiene congelado en 70.000 por ciento desde marzo de 2024. Según cálculos del CEPA, si se hubiera actualizado según la fórmula oficial, el monto correspondiente a mayo debería haber alcanzado los 154.400 por ciento.
De este modo, en medio de un panorama de retraimiento del Estado nacional que derivó en restricciones presupuestarias a nivel provincial, desde el gobierno local argumentaron que se vieron forzados a hacerse cargo competencias que exceden sus posibilidades naturales, como también le ocurrió a otros municipios en diversas áreas.