En Carlos Casares no para de llover. Según los registros locales, en los últimos tres meses cayó la misma cantidad de agua que el promedio anual, sin contar las fuertes tormentas que azotaron a la provincia durante este fin de semana. A pesar de este fenómeno, un grupo de productores rurales se manifestó por el estado de los caminos rurales y fueron recibidos por el intendente local, Daniel Stadnik.
Ante el constante reclamo por los impuestos que pagan al municipio, la propuesta del jefe comunal fue revisar la composición impositiva que impera sobre el campo y las tareas llevadas a cabo por el gobierno casarense. La respuesta llega del propio Stadnik a Buenos Aires/12. “El 93 por ciento de los impuestos que pagan los productores los recauda la Nación, mientras que el 1 por ciento lo hacen los municipios”, sostiene el intendente con el último informe de FADA sobre el escritorio.
FADA es la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo Argentino que mide mes a mes la participación del Estado en la renta agrícola. Para el tercer mes del año, el estudio reveló que de cada 100 pesos que produce el agro, 58 se van en impuestos. Ahora bien, de ese 58 por ciento, el 91,9 por ciento lo recauda Javier Milei. De allí, 57,7 no son coparticipables mientras que 34,2 lo es. Es decir, este último porcentaje es el que se reparte para con las provincias.
Mientras casi el 92 se lo lleva la Nación, el 7 lo recauda la Provincia a través del impuesto al sello, ingresos brutos y el inmobiliario rural. El restante 1 por ciento es lo que termina en manos directas de las intendencias.
A su vez, tal como contó este medio meses atrás, según los registros actualizados de la Agencia de Recaudación bonaerense (ARBA), desde que asumió Axel Kicillof hasta 2024, la carga del inmobiliario rural sobre los productores agropecuarios se redujo más de un 16 por ciento.
Así las cosas, Stadnik advierte que las tasas municipales dejan poco margen de acción para desarrollar obras de envergadura que son necesarias para aminorar los efectos climáticos de una temporada de lluvias como la actual. También subraya que, más allá de la manifestación que reunió 150 productores el último lunes, ninguno se vio imposibilitado de sacar su producción durante estos meses a partir de los constantes trabajos del municipio y el aporte provincial.
En paralelo, el intendente de Unión por la Patria advierte que fue Javier Milei el que decidió un parate total de la obra pública, y que eso tiene un efecto directo sobre el estado de los caminos.
En concreto, Nación es la que más le saca al campo pero la que menos obras le brinda. Entre los trabajos detenidos están algunos que presentan un constante reclamo por parte del sector rural, como la conversión en autopista de la Ruta Nacional N°5 y la Cuenca del Salado.
Precisamente, respecto al Plan Maestro Integral de la Cuenca del Salado, las entidades rurales presentaron días atrás un reclamo ante el gobierno nacional para retomar, al menos, las obras en Roque Pérez y así evitar el desmejoramiento en las obras complementarias, como canales y tramos menores, que ya están realizadas.
De completarse el plan, según indicó Stadnik, Casares tendría una enorme mejoría en las condiciones de drenaje dado que las características de su disposición geográfica no se lo permiten. No deja pasar por alto que, durante la gestión de María Eugenia Vidal, el avance en el ensanchamiento del río "fue poquísimo", mientras que con Kicillof se logró llegar hasta Bragado e incluso construir los puentes que conectan por encima del rio en varios puntos.
Más allá de todo este escenario, el intendente señala que hoy hay ocho frentes de obra por parte del municipio y un acompañamiento de la Provincia desde Desarrollo Agrario que permitió, por ejemplo, la realización de 40 kilómetros de estabilizado granular en la Ruta Provincial N°50.
La conexión Talerico
A la cabeza del agite agropecuario de Casares está Andrea Passerini, la dirigente de Carbap y dueña de un tambo en la localidad. Stadnik asegura, ante todo, que no hubo un solo día donde la producción de leche no haya podido salir de los campos, incluido el de la referente que tiene una constante militancia en redes sociales.
Con un marcado antiperonismo y un ferviente antikirchnerismo, Passerini se acercó a la ex PRO, María Eugenia Talerico, que fue vicepresidenta de la Unidad de Investigación Financiera (UIF) durante la gestión de Mauricio Macri. Desencantada con el partido amarillo, lanzó su propia fuerza a nivel provincial y peleará, con el apoyo de Ricardo López Murphy y el senador villarruelista, Francisco Paoltroni, por un lugar en la Cámara de Diputados de la Nación.
El espacio de Talerico se llama Potencia y fue presentado hace pocos días en Ciudad de Buenos Aires. Allí Passerini encontró cobijo y se impulsa en el océano de la política. A pesar de que sólo la provincia y el municipio están disponiendo recursos para subsanar los efectos de las inundaciones actuales, la referente agropecuaria no condena la ausencia del Gobierno nacional. Hubo críticas por el retorno de las retenciones, que componen más del 90 por ciento de los recursos que la Nación no coparticipa con las provincias, pero no más que algún posteo en redes.
Stadnik, cuya profesión es ingeniero civil y agrimensor, se jacta de conocer la realidad rural del distrito. “En 40 años de actividad profesional le medí el campo a todos”, dice. A su vez, fue el Secretario de Obras Públicas de su antecesor y actual senador Walter Torchio.
“Más allá de lo que se dice, durante la reunión quedó todo siempre claro y en buenos términos”, detalla el jefe comunal. “Desde que entré como intendente abrí el Ramaf, el sistema mediante el cual se puede observar el destino de lo que se recauda por la tasa vial que se les cobra, que el último mes fue de 190 millones de pesos, y hay que tener en cuenta que un kilómetro de camino rural, para hacerle un estabilizado granular junto al terraplén, sale 80 millones de pesos”, aclara.
Hacer un kilómetro de ruta, advierte, está cotizado en un monto cercano al millón de dólares, un monto lejano para la economía de un municipio. Además, y a pesar de que los productores suelen refutar algunos datos como “excusas técnicas”, Stadnik remarca que hay condiciones de suelo en Casares que dificultan el escurrimiento del agua. “En la región, el balance hídrico es vertical, se da por lo que absorbe el suelo, la naturaleza lo hizo así”, apunta.
Hasta 1973, agrega, el promedio de lluvia era de 700 milímetros anuales, pero ahora durante el ciclo húmedo es de 980. El promedio medido por el distrito, afirma, es de 810. “Hoy se siembra maíz, hay más bañados, y muchos más productores que hace cuarenta años”, dice.
A este escenario se le suma que los caminos rurales “están entre 50 centímetros y un metro por debajo de los campos producto de la erosión constante del clima y camines”. “Por eso tiene más valor los 40 kilómetros de estabilizado granular que hicimos con Provincia o el canal de 55 kilómetros en el sur del distrito”, subraya Stadnik.
Frentes de obra
Stadnik resalta que ninguna de las cinco localidades del sur del partido que fueron afectadas por la constante caída de agua estuvieron incomunicadas. Ni Smith, Hortensia, Bellocq, Cadret y La Sofía quedaron aisladas en algún momento. Sí hay cortes de caminos en algunos tramos, pero el intendente destaca la diferencia con la última inundación de estas características en 2012, durante su primer año como funcionario municipal y de Torchio en la intendencia.
En aquel momento, recuerda que todos los caminos quedaron cortados y muchas localidades permanecieron aisladas por mucho tiempo. “Los cortes en los caminos no eran de 50 metros como ahora, eran de kilómetros”, advierte, y asegura que, en la actualidad, a pesar de las dificultades que atraviesan los productores, la situación es “diametralmente opuesta”.
A raíz de las lluvias que comenzaron en febrero, cuenta que el municipio desarrolló un protocolo de acción. En primer lugar, mantener la accesibilidad a las localidades. En segundo término, mantener la salida de la producción a las rutas N°5 y N°226. El tercero implica mantener el funcionamiento de las escuelas rurales. Y en cuarto punto, pero no por eso menos importante, tener en condiciones los caminos secundarios y terciarios.
“Durante toda la emergencia pudieron entrar y sacar todos los días la producción láctea”, repite. “Yo estoy afrontando el problema, sacando el agua, nos ven trabajando todos los días, atiendo a los atiendo permanentemente, sea sábado o domingo, porque los conozco a casi todos 1.500 que tiene el partido, mostrando cómo aplicamos la tasa vial, por lo que no entiendo la razón del reclamo de la propuesta”, detalla el intendente.
De todas maneras, no deja de marcar la importante de no entorpecer la marcha que hubo el pasado miércoles. “Le dije a la guardia urbana y a la policía que permitan cortar sin problemas y pudieron hacerlo pacíficamente”, apunta. Así las cosas, espera que las lluvias cesen y permitan potenciar la labor municipal y provincial “porque de la Nación no podemos esperar nada”.