Los optimistas seriales por oficio, los editores, están cada vez más preocupados. Como todos los años, la Cámara Argentina del Libro (CAL), entidad que nuclea a las pequeñas y medianas editoriales del país, presentó su Informe de Producción del Libro Argentino, basado en el registro de la Agencia Argentina del ISBN (la sigla en inglés de International Standard Book Number). La producción general de novedades en 2024 muestra un descenso del 8 % respecto de 2023La disminución en la cantidad de ejemplares registrados fue de 11.1 millones, un 14% menos que en 2023. La tendencia a la baja en la producción de libros impresos se observa también en la reducción de la tirada promedio por título, que pasó de 1.891 ejemplares en 2023 a 1.646 en 2024. Las editoriales están siendo más cautelosas a la hora de imprimir nuevos títulos, debido a la incertidumbre del mercado y a la caída en la demanda. Por primera vez en siete años, la temática Infantil y Juvenil se posicionó en primer lugar (17%) y logró superar a Biografía, Literatura y Estudios Literarios (16%).

“El mercado no está respondiendo y a su vez se va llenando de otro tipo de ofertas; está entrando una gran cantidad de libros importados, como ya estuvimos viendo en la Feria del Libro”, plantea Juan Manuel Pampín, presidente de la CAL, y advierte que el ecosistema editorial está afectado por la merma de la tirada promedio. “Más allá de la tirada promedio, lo que tenemos que mirar también es la tirada de moda, que si bien no disminuyó en gran cantidad continúa en baja. Hoy la tirada de moda, 700 ejemplares, que es el número que más se repite, no permite poner un libro por librería, que es lo que hacían los grandes grupos, que hoy trabajan de otra forma. Los grandes grupos tenían tiradas que iban entre los 5000 y 8000 ejemplares en libros de mediana salida y hoy la tirada está en 3100”, compara el presidente de la CAL.

La tendencia a reducir las tiradas en la primera edición continúa acentuándose. El 36% de las novedades declaradas son menores a los 600 ejemplares. En el informe se destaca que si se tiene en cuenta que en la Ciudad de Buenos hay 371 librerías y si un editor distribuye la totalidad de esa primera edición sólo el 30 % de los títulos del Sector Editorial Comercial (SEC) podría alcanzar estos puntos de ventas. “La cantidad de ejemplares de cada tirada es un factor clave que distingue a los grandes grupos editoriales de las editoriales PyMES o independientes. En este sentido, la caída en la producción total de ejemplares ha golpeado más fuerte a las PyMES, que han visto reducida a la mitad su tirada promedio por publicación”, se afirma en el Informe. “Aunque su participación porcentual en la tirada total se mantenga, la desigualdad real crece: mientras que en 2016 por cada ejemplar que registraron las PyMES, los grupos declararon casi 2 (1.8), en 2024 esta relación fue de 2.57 ejemplares declarados. En su conjunto, la tirada declarada en el SEC ha retrocedido en general, también la de los grandes grupos, pero en menor proporción, lo que les ha permitido mantener una ventaja creciente sobre las PyMES, en relación a su participación en los puntos de venta”.

Argentina no es un país federal. El 57% de lo que se publicó en 2024 fue por editoriales instaladas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Muy lejos, en segundo lugar, está la provincia de Buenos Aires, con un 18%; Córdoba, con un 8% de las publicaciones, está tercera; y Santa Fe, con el 4%, ocupa el cuarto lugar. La proporción de libros en soporte digital se mantuvo estable en torno al 28 %: la mitad son versiones digitales de obras existentes en soporte papel y la otra mitad son obras que en su primera edición son concebidas de manera digital, es decir son “nativos digitales”, como se los denomina en el informe. El SEC es el responsable de la mayor parte de las ediciones registradas como traducciones y 2024 no fue la excepción. De un total de 2076 traducciones registradas, 1465 fueron realizadas por el sector editorial comercial. El inglés (66% - 960 registros) continúa siendo el idioma de origen más habitual, seguido por el francés (11% - 156 registros) y el japonés que por segundo año consecutivo se destaca reuniendo el 6% (95 registros) de obras traducidas. Las tres temáticas más traducidas fueron ficción (34% - 414 registros), libros infanto-juveniles (21% - 255 registros), y libros de salud, relaciones y desarrollo personal (9% - 108 registros). Por primera vez, en 2024 la autoedición mostró una leve caída y se retrotrajo a valores de 2022, con un total de 4288 registros de autores y 7874 registros de empresas cuya principal actividad es brindar el servicio de edición al autor, quien asume el riesgo económico y financia la edición.

“Nosotros, por nuestro oficio, somos optimistas seriales, como nos gusta decir", reconoce Pampín. "Las expectativas del mercado no son las mejores. En un país con el 50% de la población bajo la línea de pobreza, con gente con una pérdida de empleo importante, con gente que no llega a fin de mes, que no puede pagar la comida, que no puede pagar el alquiler, que no puede pagar los servicios, los libros pasan a ser casi un bien suntuario. Pensemos en lo que es un salario promedio hoy (850 mil pesos) y lo que es el precio de venta de una novedad. Por ejemplo, los grandes grupos tienen las novedades cercanas a los 35 mil pesos; en el caso de las PyMES editoriales son más accesibles, quizás están entre los 20 y los 25 mil pesos, incluso hay editoriales que tienen libros más baratos. La realidad es que en este panorama sigue siendo complejo que la gente logre comprar un libro”.