La comunicadora feminista Liliana Daunes le declaró la guerra a Facebook. Harta ya de los bloqueos “abusivos y discriminatorios” sobre su cuenta y “su modo discrecional” de censurar los pezones femeninos, denunció a la red social por considerar que sus normas comunitarias son ilegales y discriminan la militancia feminista. La causa está en manos del juez Civil y Comercial Federal Nº 5, Patricio Maraniello. Daunes decidió iniciar la demanda luego de que FB le censurara una de las fotos que publicó sobre la última Marcha del Orgullo Lgttbiq, que se hizo en la ciudad de Buenos Aires el sábado 18 de noviembre, donde se ve a una joven con el torso descubierto manifestándose en la vía pública y la castigó además, con un bloqueo de 30 días. “Se está violentando su libertad de expresión. El mundo virtual no respeta las regulaciones de los países, por ejemplo, sobre derechos humanos”, advirtió, en diálogo con este diario, el abogado especializado en Derecho Informático, Alejandro Mamani, representante legal de Daunes. La denuncia abre el debate sobre cómo se regula a las redes sociales y las regulaciones que ponen sobre el discurso de sus usuarios. La demanda podría convertirse en un caso testigo.
La política de Facebook de censurar imágenes de pezones femeninos no es nueva. Alcanza incluso a aquellas que muestran cuerpos después de una mastectomía. Como le sucedió hace un par de semanas a la actriz Lorena Meritano, que decidió mostrar las cicatrices que le dejaron al enfrentar un cáncer de mama y el proceso de reconstrucción que le hicieron, con la intención de concientizar a otras mujeres sobre los controles periódicos para detectar la enfermedad a tiempo. Hace tres años fue famosa la censura a una foto de una pareja aborigen, de un hombre y una mujer, semidesnudos, que publicó en su fan page el Ministerio de Cultura de Brasil, para conmemorar el Día Nacional del Indio. Facebook terminó pidiendo disculpas al gobierno brasileño. También ha censurado fotos de la famosa modelo gorda TessHolliday, donde aparecía en bikini por “mostrar partes del cuerpo de una manera no deseable”, dentro de un evento llamado Feminista y Gorda.
Página/12 se comunicó con los voceros de Facebook: prefirieron limitarse a responder sobre el caso enviando las normas de comunidad de la red, que tiene 2100 millones de usuarios en el mundo y 31 millones en la Argentina.
En su demanda, Daunes presentó una medida cautelar y reclamó que Facebook le devuelva el contenido de la foto censurada por entender que los pezones de los cuerpos feminizados son iguales a los de los varones, a los que Facebook no persigue. Y también exigió que se le restituya su cuenta y que se tomen medidas preventivas para evitar que a futuro vuelvan a censurarla, explicó su abogado, que trabaja en el caso junto a la filósofa Julieta Arosteguy. Tienen otros cuatro casos similares en la Justicia.
El control sin controles
“Soy periodista radial, publico en mi muro de Facebook noticias y reflexiones que apuntan a incidir políticamente desde mi oficio y activismo. Utilizo mi cuenta para promover las causas con las que comulgo, entre otras, promover una imagen positiva de la lucha feminista, promover el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres y el colectivo de la diversidad y disidencia sexual y denunciar la violencia machista”, contó Daunes. “Entiendo que no solo es discriminatoria la política de Facebook hacia mi persona. En la medida en que prohíben la publicación de senos femeninos que están mostrándose en la vía pública en el marco de una celebración y una protesta, Facebook no sólo impide que publique contenidos directamente relacionados con mi militancia, restringiendo mi libertad de expresión, sino que también está afectando la difusión de las propuestas de las disidencias sexuales que se expresan en la Marcha del Orgullo”, consideró.
–¿Cómo hay que pensar el tema? –le preguntó Página/12 a la filósofa Arosteguy.
–El caso plantea dos cuestiones: por un lado, el gran problema que aparece tiene que ver con la discusión de quién modera. Facebook ha ido creciendo exponencialmente en la última década, es la principal plataforma virtual del mundo y se ha convertido en un monstruo, donde parece que es necesario empezar a regular lo que se publica en la red. ¿Quién debería ejercer la censura? De hecho, Facebook la realiza sin que nadie lo controle. No hay entes administrativos que controlen lo que hace o deja de hacer Facebook ni otra red social. Las denuncias que hemos tratado de hacer en Defensa del Consumidor no han prosperado porque no consideran que sea un problema de consumo. Y la alternativa que queda son los juzgados. Pero implican un problema de acceso enorme. La gran mayoría de la gente que es censurada no llega a judicializar sus casos porque litigar es caro. Y entonces nos encontramos con una laguna legal enorme que favorece la discrecionalidad de Facebook. Y que no es cuestionada porque las personas a las que les bajan contenidos en la red por lo general no tienen la motivación suficiente como para hacer un planteo judicial.
–¿A quiénes afectan los criterios que Facebook utiliza para censurar contenidos?
–Esa es otra cuestión fundamental. Hay muchos discursos que podemos acordar que es necesario regular como los discursos de odio, la incitación a la violencia, la llamada porno-venganza, el cyberbullying. El problema es cómo hacemos para regularlo. Censurar los pezones no es el camino para atacar ninguna de esas cuestiones.
–¿A qué responde la censura de los cuerpos femeninos?
–A una moralina que sirve para discriminar ciertos intereses políticos que están detrás de mostrar ciertos cuerpos de mujeres. Encontrás que Facebook censura algunas imágenes de cuerpos desnudos de mujeres y otras no, son toleradas, sin que nadie las denuncie, sin que Facebook las elimine. Por ejemplo, las famosas fotos mostrando el culo de Kim Kardashian en una revista que se publicaron en Facebook sin problema y te bajan fotos de mujeres que están marchando en tetas por la igualdad de los cuerpos en la vía pública. O te bajan fotos de mujeres que están mostrando cicatrices de una mastectomía o que están pariendo de formas no hospitalizadas de parir.
Daunes dice: “Los pechos de las mujeres no son pornografía. Basta de censurar el reclamo por la igualdad”. Y seguirá la batalla hasta el final.