Como si el operativo de seguridad desplegado por el Gobierno para blindar el Congreso y permitir el tratamiento de la reforma previsional -que incluyó más de mil quinientos efectivos entre policías federales y gendarmes- fuera poco, el gobierno porteño ordenó el acuartelamiento de la Policía de la Ciudad, para poder sacar más policías a la calle en caso de considerarlo necesario. El pedido llegó a las comisarías porteñas luego de que trascendiera que el presidente Mauricio Macri planeaba aprobar la reforma previsional por decreto.
“Con motivos de los hechos que son de público conocimiento y previendo que pudiera repetirse dichas situaciones, hasta nueva orden la totalidad de personal con estado policial SIN EXEPCIÓN permanecerá en su lugar de trabajo en condición de ‘retén’”, dice la orden impartida por el Ministerio de Seguridad y Justicia de la Ciudad.
Además de manifestantes, diputados y periodistas heridos por la represión, aún hay 45 manifestantes detenidos. La idea de aprobar por decreto el recorte a los jubilados, que circuló ayer luego de que se frustrara la sesión en el Congreso, fue rechazada incluso por sectores del oficialismo, como Elisa Carrió que sostuvo que el DNU “violaría gravemente la Constitución Nacional”.