A poco más de 200 kilómetros de La Plata, se encuentra Saladillo, el único municipio de la provincia de Buenos Aires gobernado por el radicalismo ininterrumpidamente desde 1983. De cara a las elecciones de este año, las fracturas de la UCR bonaerense hacen ruido en el armado local, mientras el PJ pretende hacer pie, y La Libertad Avanza irrumpe con la motosierra como bandera. 

Tras la derrota de Gustavo Posse en San Isidro, Saladillo se quedó con el record de tener gobiernos radicales desde el retorno de la democracia hasta la actualidad. Pero dirigentes identificados con Facundo Manes ya avisaron que se preparan para una interna en 2027. Luego de que el neurocirujano lance Para Adelante, su propio espacio provincial, las aspiraciones de referentes boinablanca que no empatizan con Maximiliano Abad encontraron un lugar para poder expresarse. 

Tal es el caso de Vladimir Wuiovich, secretario de Desarrollo Local de la Municipalidad que, en diálogo con Buenos Aires/12, sostiene que ya habló con el intendente José Luis Salomón y le dijo que si en 2027 quiere ser reelecto, antes deberá vencerlo en una interna. El actual jefe comunal gobierna desde 2015, por lo que para volver a repetir depende de una reforma que por estas horas se discute en la Legislatura, pero ese es otro cantar. Las diferencias de fondo son políticas. 

Wuiovich piensa que toda la UCR debería haber estado acompañando a Manes en el lanzamiento de su nuevo espacio. "Desde el partido dicen que se va y vamos a terminar siendo el furgón de cola de alguien”, advierte el funcionario municipal que no es el único que comulga con el neurocirujano. El edil Manuel Cisneros es otro de los que cree que el radicalismo debe encontrar un límite en la cercanía con Javier Milei. Más allá de arribar al Concejo Deliberante ligado a la diputada provincial Alejandra Lorden, dirigenta que integra las filas de Abad, su lugar dentro de la interna del partido pasó a la vereda contraria.

Ninguno expone, hasta el momento, la voluntad de competir contra Salomón el 7 de septiembre, día en que se eligen legisaldores y concejales, pero la tensa espera no permite dilucidar qué sucederá con los cuatro ediles del oficialismo, donde un par están alineados al cien por ciento con Salomón, Cisneros pasó a las filas de Manes y resta ver qué destino tendrá el lugar de Eliana Orlando que proviene del PRO, un sello que carece de fuerza en el distrito.

¿Se ordena el radicalismo?

Según Wuiovich, Salomón practica una gestión eficiente con un perfil de “intendente del interior”. Incluso, es uno de los dirigentes boinablanca que tiene un "excelente" relación con Kicillof y el gabinete provincial, mientras se mantiene alineado en la interna radical con Abad. “No se dedica mucho a la rosca, le importa solucionar los problemas de la gente, porque es en los municipios donde los vecinos tocan la puerta es en la Municipalidad”, afirma.

Para el funcionario municipal, más embebido en la disputa intestina del partido, hoy no se practica un debate interno constructivo sobre la identidad que debe tener el Comité Provincia. “Maxi (Abad) está conduciendo hace tiempo es el más responsable de la diáspora que puede tener el radicalismo, porque hoy, desde mi punto de vista, la mayoría de los intendentes que lo acompañaron están huérfanos”, remarca Wuiovich.

Desde su lugar, la diputada Lorden, esposa de Alejandro Armendáriz (h) que actualmente preside el concejo saladillense, estuvo presente en el último plenario de la UCR Provincia donde se institucionalizó la conducción colegiada que selló una paz momentánea en el partido. Ella y Wuiovinch coinciden que a nivel local no habrá ninguna ruptura, pero el límite es la permeabilidad a aceptar un acercamiento al universo violeta que “boxea a Alfonsín por las mañanas”.

En Saladillo, el partido presidencial logró tener un lugar en el concejo a través de Juan Manuel Nicora Gutiérrez. El dirigente está referenciado con la diputada provincial Geraldine Calvella, figura libertaria del distrito que quedó con un rol jerárquico en el partido de la mano de Sebastián Pareja

Semanas atrás, Nicora y Calvella organizaron una reunión entre el Ejecutivo nacional y el propio Salomón en relación a la obra por la planta de efluentes cloacales que está paralizada con un 75 por ciento construida. ¿El resultado? Nación brindó dos opciones para sacarse el tema de encima y comunicarle al municipio que está en sus manos encontrar alguna manera de terminarla. Si todo marcha bien, el Gobierno provincial se haría cargo de finalizarla.

Las chances del peronismo

Con todo ese contexto, Danilo Mengarelli, titular del PJ local, dice Saladillo es una ciudad “compleja” para el partido, aunque advierte que hay un crecimiento del peronismo que busca "fortalecer una unidad que no duela".

El dirigente cree que el radicalismo no puede comprometerse a resolver los problemas estructurales que no resuelve hace 40 años y pone el ojo sobre el Producto Bruto Geográfico del distrito, que tiene a la cabeza al sector agropecuario con el 29 por ciento, seguido por el comercio con el 15 y la industria con el 11. “Tenemos que dar el salto para el desarrollo productivo de Saladillo porque nos cruza la Ruta 52 y la 205, así que tenemos un potencial de crecimiento agregando valor agregado a través de la industria”, indica.

Por eso viene planteando la creación de un nuevo parque industrial y la refuncionalización del Sector Industrial Planificado local porque está “obsoleto”. En paralelo, pretende crear la Agencia de desarrollo Industrial para tener un plan a treinta años. Toma como ejemplo el caso de Rafaela en Santa Fe, dice que hubo un boom de crecimiento a partir de la implementación de esa política y señala que Saladillo está a 400 kilómetros del Puerto de Quequén, a 400 de Rosario y a casi 200 del de Capital Federal, lo que le brinda una ubicación estratégica para proyectarse.