El reconocido escritor keniata Ngũgĩ wa Thiong’o falleció el miércoles 28 de mayo a los 87 años. La noticia fue confirmada por su hija, Wanjiku wa Ngũgĩ, a través de una publicación en redes sociales donde expresó: “Con el corazón apesadumbrado anunciamos el fallecimiento de nuestro padre”.

La repercusión fue inmediata. Desde distintas partes del mundo comenzaron a circular homenajes. Martha Karua, figura de la oposición en Kenia, lo definió como un “gigante literario y patriota”, mientras que Amnistía Internacional recordó que fue considerado prisionero de conciencia durante su encarcelamiento político y agradeció su “escritura por la libertad”.

Raíces, colonialismo y literatura

Ngũgĩ nació en 1938 en Limuru, en pleno dominio británico sobre Kenia. Su infancia y juventud estuvieron atravesadas por la guerra de los Mau Mau y por el proceso de independencia, experiencias que marcaron profundamente su obra temprana. En The River Between (1965), por ejemplo, explora la tensión entre las imposiciones del cristianismo europeo y las tradiciones africanas.

Durante su prisión en 1977, escribió Devil on the Cross —su primera novela en kikuyu— sobre papel higiénico. Años después, en 1986, publicó Decolonising the Mind (Descolonizando la mente), uno de sus libros más influyentes, donde analiza el vínculo entre el lenguaje, la identidad y la resistencia cultural frente al colonialismo.

Su obra abarca novelas, ensayos, memorias y también poesía. Entre sus títulos más recientes se destaca The Perfect Nine (Los Nueve Perfectos), publicada en 2020, una narración épica en verso que recurre a la mitología y el folclore para relatar el origen del pueblo kikuyu.

En el ámbito hispanohablante, se pueden leer tres de sus títulos traducidos al español: Descolonizando la mente, Sueños en tiempos de guerra —frecuentemente mencionado como candidato al Nobel— y Un grano de trigo, novela ambientada en el proceso de independencia keniana.

La lengua como campo de batalla

El quiebre definitivo con el idioma inglés se produjo tras la puesta en escena de la obra Ngaahika Ndeenda (“Me casaré cuando quiera”), una dura crítica a la élite keniana posindependencia. Su arresto posterior, sin cargos formales, fue el punto de inflexión: decidió no volver a escribir en inglés y se volcó completamente a su lengua materna, el kikuyu, y al suajili, la lengua nacional.

“Me horroriza la jerarquía entre lenguas”, declaró en una entrevista con la agencia AFP en 2022. Aunque su decisión generó incomodidad en ciertos círculos literarios, con el tiempo lo posicionó como referente indiscutido de la soberanía cultural africana.

En 1982 se exilió tras la represión a los grupos teatrales en Kenia. Vivió en el Reino Unido y en Estados Unidos, donde fue profesor de literatura comparada en la Universidad de California, Irvine. Recién regresó a su país en 2004. Su retorno fue recibido con entusiasmo popular, pero también estuvo marcado por un hecho trágico: él y su esposa fueron víctimas de un ataque violento. Ella fue violada y él golpeado. Nunca se esclarecieron del todo las motivaciones.

Un pensamiento vivo

Ngũgĩ wa Thiong’o entendía la literatura como herramienta de transformación. “Soy activista, quiero ver cambios”, sostuvo en múltiples entrevistas. A lo largo de su vida, se mantuvo fiel a esa convicción, articulando su obra con una crítica persistente al racismo, al colonialismo y a las desigualdades que persisten en África y en el mundo.

Hoy su legado literario y político sigue vivo: sus textos son fundamentales para los debates sobre identidad, autonomía cultural y justicia social. Ngũgĩ deja una obra extensa, tres hijos, y una vida atravesada por la resistencia, la escritura y el compromiso con las culturas africanas. Su voz seguirá resonando en cada lucha por la dignidad lingüística y cultural del continente.