En 2009, Mercedes Sosa lanzó un disco fundamental, en el que reunió a músicos latinoamericanos y de otras latitudes: Cantora. La segunda parte salió a la luz apenas cuatro meses antes de su muerte. En el álbum quedaron registrados momentos conmovedores, como “Barro tal vez” a dúo con Spinetta, “Zona de promesas” con Gustavo Cerati o “Desarma y sangra” con Charly García. La obra, claro, se convirtió en un clásico de la música argentina. Por eso, la Fundación Mercedes Sosa (Humberto I 378) propone una experiencia distinta para disfrutar de este disco clave: mañana a las 16 habrá una función en la que se escuchará una selección de estas canciones “con una mezcla envolvente 5.1 Surround” y la propia voz de Mercedes Sosa como hilo conductor que se intercalará para narrar anécdotas valiosas de su vida. “Lo más interesante es que esta nueva producción sonora se escucha a oscuras y, entonces, el sonido y la audición se magnifican y son los únicos protagonistas”, cuenta Fabián Matus, presidente de la Fundación e hijo de Sosa, sobre esta experiencia de escucha colectiva. “Desde su génesis el disco tuvo la idea de reunir a Mercedes con otros artistas tal como sucedía en los últimos años en sus conciertos. A ella le daba mucha felicidad invitar a músicos que quería y admiraba y compartir con ellos sentimientos y canciones en sus conciertos”, sostiene Matus.
“Para ella este disco fue un gran regocijo, una gran oportunidad de encontrarse con sus compañeros, los nuevos y los de toda la vida, eran artistas admirados y queridos por ella; el lema era en todos los casos que sean artistas excelentes en su área”, se explaya. Esa comunión musical, entonces, podrá revivirse a través de canciones como “Himno de mi corazón” (con León Gieco), “Esa musiquita” (con Teresa Parodi), “Novicia” (con Víctor Heredia), “Canción para un niño en la calle” (con René Pérez de Calle 13), “Deja la vida volar” (con Pedro Aznar), “Romance de la luna tucumana” (con Juan Quintero y Luna Monti) y “Corazón vagabundo” (con Caetano Veloso), entre otros. Además, entre las canciones se intercalan audios con la voz de la cantora extraídos de entrevistas en la que ella cuenta experiencias y “da mensajes”. “Habla de sus creencias, sus reflexiones acerca de los valores, lo sensible, el exilio, las experiencias de vida en la música, como artista, como ciudadana argentina y ciudadana del mundo. Desde ya escuchar a Mercedes con su voz en este contexto es como tenerla muy cerca”, se entusiasma Matus.
Esta experiencia, que ya tuvo funciones en La Trastienda y en la Fundación, es una forma de traerla al presente. “Las personas salen muy emocionadas, llorando y agradeciendo haber podido sentir que revivieron la experiencia de los conciertos, ya que Mercedes también hacía comentarios entre las canciones”.