Fena Della Maggiora despide el año con un concierto en el que también anuncia el lanzamiento del video clip de su tema “No basta”, rodado con la participación de Andrea Rincón y Mirta Busnelli. Tiene que ver, contará a PáginaI12, con el modo de producción que encontró para abrirse paso como artista independiente, valiéndose de las redes sociales y las plataformas digitales. Así es como va presentando, como por capítulos, las canciones que en algún momento integrarán finalmente un disco, de las cuales también mostrará un par en este concierto, junto a Silvio Ottolini, Diego Polischer, Mauro Cambarieri, David Bensimon, Nico del Cid e Indio Márquez como invitado especial. Será hoy a las 21 en La Tangente (Honduras 5329).
Della Maggiora sigue conduciendo dos programas en la televisión pública. En Canal 7, Desde la vida, enfocado en “promover la aceptación para la integración plena de personas con discapacidad”. “Nunca hice propaganda sobre ese programa, nunca quise subirme al marketing social. Pero lo valoro mucho, y lo siento muy propio. De hecho intenté dejar de conducirlo y seguir produciendo, pero no pude, porque el compromiso que tengo con los papás y los chicos es muy fuerte”, cuenta. Además desde 2011 conduce por Canal Encuentro series en las que entrevista a músicos de toda Latinoamérica; la del año pasado fue Clave de Cuba. “El año que viene empiezo otra serie que esperemos se pueda repetir en varios países. Los primeros cuatro capítulos los grabé en el sur de México, con Lila Downs como anfitriona. Fue un recorrido de Guajaca a Veracruz, pasando por Chiapas”, recuerda.
–¿Por qué anuncia junto al concierto el estreno de un videoclip?
–Estoy grabando un disco nuevo pero de una forma bastante atípica, porque decidí terminar canción por canción ir subiéndolas a Spotify y a todas las plataformas digitales. Y al mismo tiempo voy haciendo bastante material audiovisual. Ya hicimos dos, uno el mes pasado, lo presentamos en el show anterior, también con invitados: Fito Páez, Fabiana Cantilo, Gastón Pauls y Luis Luque. Cada uno hace un personajito, hay una historia, quedé muy contento con lo que hicimos con los chicos de la productora Barbarie Audiovisuales. En cada concierto la excusa es presentar los videoclips, y también presentar canciones nuevas del disco que estoy grabando de esa forma muy atípica: largando de a dos canciones a las plataformas digitales, hasta que en un momento el disco estará completo.
–¿No va a tener formato físico?
–Sí, fabricaremos algunos para seguir con la tradición en extinción del CD, porque creo que el 80 por ciento de a gente ya no compra CDs. Ese 20 por ciento que sigue comprando son nostálgicos como yo, que siguen queriendo ver la tapa y todo esto. Yo edité mi último CD hace cinco años, un poco porque estuve haciendo otras cosas, muy dedicado a la serie, con mucho viaje, y otro poco porque estaba tratando de buscarle la vuelta a la situación. Los artistas independientes tenemos que encontrar la manera de movernos en el mudo de la industria independiente, que en este país es más independiente que cualquier otro. Requiere de mucho laburo, de mucha dedicación. En ese sentido las últimas experiencias con CD no funcionaron mucho, entonces me pareció más sencillo poner toda la obra en Spotify a disposición de la gente, para que la escuche.
–¿Qué resultados encontró con este nuevo sistema?
–No lo tengo medido con exactitud, pero me doy cuenta que funciona muy bien. Antes, para presentar un disco, el sistema era poner un videoclip. Ahora largamos un videoclip sin tener el disco, y en cinco días tiene 40 mil visualizaciones. Traducido a una producción independiente, en términos generales es lo que más sirve. Tenemos que seguir pensando e inventando formas para mover nuestra música: antes había un camioncito que cargaba los discos y los llevaba a las disquerías, eso hoy ya casi no existe. Yo tengo un sello independiente muy chico, pero ahí también las posibilidades son limitadas. Porque en algún punto tenía que asociarme a una distribuidora grande para poder funcionar. Y desde ya que el disco independiente queda último en la pila que llevan. Así que por ahora, las redes sociales y las plataformas digitales son lo que tenemos para, sencillamente, ofrecer la obra para que la gente la tenga a mano. En términos de justicia artística, no es muy justo, desde ya. Es el modo que encontré, por ahora.
–¿Qué lugar de la escena de la música argentina le interesa ocupar hoy?
–Creo que soy un buen compositor de canciones. Con el tiempo me convertí en un compositor eficaz, también en un buen arreglador de mis propias canciones, en un trabajo que comparto con mis socios David Bensimon y Mauro Cambarieri, parte de mi banda y con los que produzco todo lo que hago, no solo mi música, también otras cosas, como música para cine. Si me tengo que ubicar digo eso: soy un buen compositor de canciones y un buen productor. Creo que mi mayor recorrido como músico en estos años fue ese, haber aprendido a hacer buenas canciones. Mis discos siempre tuvieron un gran nivel, a pesar de ser independientes, siempre tuve colaboraciones de gente muy grosa y eso también significa aprobación de los otros, que también está bueno. Más allá de eso, el lugar en la escena no es algo que uno pueda manejar o decidir. En mi caso, el próximo lugar sería dejar de ser un músico de culto y pasar a ser un músico más masivo. Eso es imposible de guiar y no depende de mí, sino de los que escuchan mis canciones.
–¿Qué aprendió de la serie que conduce en Encuentro, qué experiencia le dejó?
–Primero experiencias inolvidables con gente extraordinaria. Después un aprendizaje como músico muy grande, conociendo ritmos y una cantidad de cosas relacionadas con la música latinoamericana que son muy enriquecedoras. Y en algunos casos formando un vínculo de amistad con gente muy impresionante con Silvio Rodríguez, Rubén Blades, Armando Manzanero, Carlos Vives. Pude pasar días muy cercano a ellos y luego tener contacto bastante fluido en algunos casos. No fui solo entrevistador, me involucré mucho con la gente y aprendiendo desde cómo se tocan los tambores en Colombia, con Petrona Martínez, hasta entender por qué Cuba es una de las usinas musicales del mundo, con todos sus ritmos. Es una sabiduría que no se aprende con los libros. Tengo experiencias inolvidables. De hecho todo eso está recopilado en un libro que va a editar Planeta el año que viene, Voces para leer, donde cuento las experiencias de doce viajes y doce artistas.