En buena parte de la provincia de Buenos Aires las lluvias que cayeron en los primeros meses del año llegaron a concentrar la mitad o más del nivel de precipitaciones de todo el año. Ese enorme caudal de agua afectó severamente a las zonas rurales del interior bonaerense, dejando incluso localidades aisladas como ocurrió, por ejemplo, en Carlos Casares. La red de caminos rurales que comenzó a recomponerse en los últimos años por la articulación entre Provincia y los gobiernos locales, también sufrió impactos que perjudican a los pobladores, pero también al desarrollo productivo.
En la provincia de Buenos Aires, el mantenimiento de los caminos rurales está a cargo de los municipios, que financian esos trabajos a partir del cobro de la tasa vial. Aún así, el Gobierno bonaerense lanzó un programa específico de obras para ellos y el último lunes el gobernador Axel Kicillof, anunció un refuerzo de 2 mil millones de pesos para destinar a las arterias afectadas en municipios alcanzados por las inundaciones. A ello se sumó la declaración de la Emergencia y/o Desastre Agropecuario en una docena de distritos como Guaminí, Bolívar, General La Madrid, Carlos Casares, Puán, Tornquist, Tapalqué, Nueve de Julio, Saladillo, Roque Pérez, Coronel Suárez y 25 de Mayo.
Leandro es productor rural y vecino del municipio de Adolfo Alsina, uno de los sitios afectados por el deterioro de las rutas de la zona agreste. “Si bien la Provincia hace un gran esfuerzo para acompañar en el mantenimiento, vemos que el Municipio no tiene ni la intención ni la capacidad para gestionar los caminos rurales. Hemos sufrido dos grandes inundaciones y no tienen un plan estratégico para resolver esas cuestiones”, dijo a Buenos Aires/12.
“Tenemos una red muy grande de caminos rurales. Hay solo cuatro máquinas de las cuales funcionan dos, pero hay muchos caminos totalmente erosionados y quedaron canales. El 80 por ciento de los caminos están un metro por debajo del nivel del terreno. Cuando hay grandes precipitaciones, más que como rutas funcionan como canales. Es un problema estructural”, lamentó. “Hay tecnología, pero hay zonas en las que estamos como hace cien años cuando llegaron los colonos. Si vas en auto estás en problema, en algunos ni siquiera se puede pasar si no es en camioneta. La Provincia siempre manda algún tipo de asistencia al municipio, pero la comuna no tiene la capacidad”, dijo.
En el mismo sentido se expresó Romina, vecina de Guaminí, quien dio cuenta a través de fotos y videos de cómo quedó afectado su vehículo por el estado de los caminos. “Ojalá puedan acomodarlos, es una pena que las docentes tengan que estar pasando por todo esto y que nosotros como familia de las zonas rurales tengamos que estar sufriendo toda esta pesadilla”, lamentó. “Es entendible que en todos lados los caminos están feos, pero los dos que van para Huanguelén son un desastre. Tuvimos la mala suerte que el auto se nos paró en uno de estos tremendos pantanos, fue un caos, una desesperación el ver cómo lo único que tenemos para andar se nos estaba quedando bajo agua”, sumó.
Para Luis, director de una escuela rural de Alberti, en los últimos años “la mejora en los caminos rurales marcó un antes y un después”, especialmente para la escuela que está a 7 kilómetros de la ciudad cabecera. “Los chicos tenían que salir en tractores, se suspendían las clases. Hoy no cobramos dimensión de la fortaleza que tomó la escuela con esto, podemos ir y venir en bicicleta o moto. El productor puede sacar sus cultivos sin inconvenientes. En el distrito fue un antes y un después”.
“Tenemos diálogo con todos los intendentes de las zonas afectadas"
El ministro de Desarrollo Agrario bonaerense, Javier Rodríguez, dio cuenta de las diversas acciones que lleva adelante la cartera en coordinación con los municipios para buscar una salida a la crisis vial que agravó el impacto climático.
“En partes importantes de la superficie de la provincia de Buenos Aires tuvimos precipitaciones en algunos casos en un solo día de 300 milímetros, 400 milímetros, eso generó una importante masa de agua, inundaciones y anegamiento que, si bien en muchos lugares han tendido a bajar relativamente rápido, dejan en la mayoría de los casos un daño importante en los caminos rurales, porque esa masa trasladándose muchas veces arrastra material, arrastra piedra”, marcó a Buenos Aires/12.
En ese orden, sostuvo que en función de ellos, el gobernador anunció el desembolso de ese monto adicional de 2 mil millones para el programa de caminos rurales, propuesta que calificó como “inédita” en la historia bonaerense.
“Llevamos algo más de 350 obras en el marco de este programa y lo que se definió ahora es avanzar con un adicional en términos de presupuesto para afrontar esta situación. Este programa lo trabajamos articuladamente con la Dirección Provincial de Vialidad y en estos momentos hay máquinas de Vialidad en los distritos más afectados, así como también de Hidráulica. Nosotros estamos financiando a través de convenios con los municipios una parte de los gastos adicionales que llevan ya haciendo o que van a hacer los municipios precisamente para la reparación de estos caminos”, agregó el funcionario.
Según explicó, buena parte del gasto se destina a la compra de materiales como piedras, alcantarillas, tubos, combustible y la utilización de las máquinas, que en varias oportunidades se alquilan.
“Tenemos diálogo directo con todos los intendentes de las zonas afectadas. En algunos casos, sabemos que hay críticas de los productores a algunos intendentes, en todos los casos nosotros tratamos de colaborar con estos convenios donde el municipio nos define claramente cuál es la obra que se va a hacer”, marcó Rodríguez, quien agregó que también las entidades que conforman la Mesa de Enlace bonaerense realizan “pedidos específicos sobre algunas zonas o nos señalaban situaciones en algún distrito”.
El programa provincial comprende la capacitación técnica a los municipios al momento de hacer uso de los recursos. “Estamos generando capacitaciones para los niveles, medios, superiores, técnicos, pero que tienen que ver con el manejo de los caminos rurales; y también capacitaciones directamente para los operarios de las máquinas”.
“Un problema que nos suelen comentar los municipios es que el personal de maquinistas que suelen tener una alta rotación, porque con esos conocimientos muchas veces es difícil retenerlos al sector público y se va al sector privado, entonces nosotros con estas capacitaciones estamos posibilitando una mejora en ese sentido. Esto es una planificación integral a 10 años”, cerró.