Real Madrid derrotó por 1-0 ayer a Gremio, donde fue titular el defensor Walter Kannemann, en la final del Mundial de Clubes disputada en Abu Dabi, Emiratos Arabes Unidos, y se coronó campeón del certamen, logrando retener el título conseguido el año pasado en Yokohama, Japón, cuando venció al local Kashima Antlers. El único tanto del partido fue convertido por Cristiano Ronaldo, a los 53 minutos, a través de un tiro libre.
Gremio, flamante campeón de la Libertadores, expuso sus intenciones desde el inicio, presionando la salida del equipo madrileño e intentado interrumpir su circuito de juego con una propuesta más ruda que vistosa. Víctima de ello fue Ronaldo, cuando a los dos minutos de partido se llevó como recuerdo los tapones del central Geromel, quien no fue amonestado. Sin embargo, Real Madrid hizo caso omiso a la presión de su rival e impuso sus condiciones gracias al gran partido de sus creativos Luka Modric e Isco. El croata –que será rival de Argentina en la fase de grupos del próximo Mundial de Rusia 2018– fue nombrado el mejor jugador del torneo. A pesar de un evidente dominio, los españoles sólo pudieron quebrar la resistencia del arquero Marcelo Grohe –que reafirmó el gran nivel mostrado en la Libertadores– a través de un tiro libre de Ronaldo, a los 53. El disparo del portugués se coló por medio de la barrera (entre el argentino nacionalizado paraguayo Lucas Barrios y el brasileño Luan) y superó la reacción de Grohe para poner lo que sería el resultado final. Del otro lado, recién a los 66, el arquero Keylor Navas tuvo su primera, y casi única, intervención al cortar un centro. En el equipo brasileño se hizo sentir la ausencia de Arthur, que se lesionó en la segunda final con Lanús.
Esta es la quinta vez consecutiva que un equipo europeo se queda con el Mundial de Clubes, que, desde que se retomó en 2005, fue ganado diez veces por clubes del Viejo Continente, y tres, por elencos brasileños. Entre los argentinos que llegaron a la final y perdieron se encuentran Boca (2-4 con Milan en 2007), Estudiantes (1-2 contra Barcelona en 2009), San Lorenzo (0-2 frente a Real Madrid en 2014) y River (0-3 con Barcelona en 2015).
Para Real Madrid, este fue el decimosegundo triunfo en las últimas doce finales internacionales que jugó. La última derrota en una de estas instancias fue frente a Boca, en la Copa Intercontinental de 2000, cuando el equipo dirigido por Carlos Bianchi se impuso con dos goles de Martín Palermo al conjunto español, donde jugaban Iker Casillas, Roberto Carlos (quien hizo un gol), Luis Figo y Raúl, entre otros.