La desaparición del ARA San Juan puso fin a la carrera del jefe de la Armada. Tras un mes de infructuosa búsqueda del submarino, en el que no se sabe aún que pasó y luego de una marcha en la que los familiares de los 44 tripulantes volvieron a exhibir su enojo con el Gobierno y reclamaron que no abandonen su búsqueda, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, pidió el pase a retiro del almirante Jorge Srur. El desplazamiento llegó, además, en medio de la crisis que desató dentro de la fuerza el pase a disponibilidad de dos altos comandantes que están siendo investigados por la pérdida del ARA San Juan. Aún no se sabe quién lo sucederá.
Srur estaba en el ojo de la tormenta desde la desaparición del ARA San Juan el pasado 15 de noviembre. El primer enojo del Gobierno con el jefe de la Armada fue porque Aguad se enteró tarde de la pérdida de contacto con el submarino y luego llegaron los cuestionamientos por su manejo de la crisis.
En el tiempo que lleva desaparecido el ARA San Juan y en el que poco se sabe en concreto sobre qué ocurrió con la nave, Srur no dio la cara. Quien lo hizo de manera cotidiana en nombre de la Armada fue su vocero, el capitán Enrique Balbi. El jefe de la fuerza sólo habló una vez y estuvo tan ausente como Aguad, quien anoche puso fin a su carrera militar.
La decisión de pedir su pase a retiro llegó horas después de una nueva manifestación de los 44 submarinistas en reclamo de que los sigan buscando. Los parientes de los tripulantes del submarino hicieron actos simultáneos en la Plaza Colón de Mar del Plata y en la Plaza de Mayo, donde demandaron que la Armada use todos los recursos a su alcance. “Lo único que queremos es que los sigan buscando”, plantearon. La manifestación expuso una vez más sus críticas al modo en que se manejó y se maneja el tema.
En los planes iniciales del Gobierno no estaba que Srur siguiera al frente de la Armada más allá de fin de año. La decisión era desplazarlo junto a los jefes de las otras fuerzas armadas en el marco de una reestructuración del área de Defensa.
La desaparición del ARA San Juan alteró los planes. Primero, porque en la Casa Rosada dudaron de la conveniencia de separarlo en medio de la crisis, y segundo, porque el caso también se llevó puesto al comandante de Adiestramiento y Alistamiento, contraalmirante Luis Enrique López Mazzeo, a quien se mencionaba como su posible sucesor.
López Mazzeo, tercero en la línea jerárquica de la Armada, fue uno de los jefes navales que Srur pasó a disponibilidad en el marco de la investigación dentro de esa fuerza por la desaparición del ARA San Juan. El otro fue el contraalmirante Gabriel González, jefe de la Base Naval Mar del Plata, apostadero del submarino.
Balbi aseguró en una de sus conferencias de prensa que ambos pases a disponibilidad eran algo “normal” en el marco de la situación, pero el apartamiento de López Mazzeo fue interpretado por parte de la oficialidad de la Armada como un pase de facturas por cuestiones internas ajenas a lo ocurrido por el submarino.
Cuatro altos mandos de la Armada reaccionaron ante el avance sobre López Mazzeo y pidieron su pase a retiro. Fueron el jefe de Mantenimiento y Arsenales, el contraalmirante Eduardo Luis Malchiodi; el comandante de la Aviación Naval, el contraalmirante Gustavo Vignale; el comandante de la Flota de Mar, contraalmirante Rafael Gerardo Prieto; y el comandante de la Infantería de Marina; el contraalmirante Bernardo Noziglia.
Según trascendió, López Mazzeo recusó al jefe de la Armada con el argumento de que no está “en condiciones de juzgar imparcialmente los hechos” por los cuales fue suspendido. La decisión de Aguad de desplazar a Srur busca restablecer el equilibrio de fuerzas de la Armada y tratar de empezar a cerrar la crisis que se originó con la pérdida del ARA San Juan y que un mes después sigue haciendo olas.