El modelo económico de Javier Milei, sustentado en el dólar barato para contener la dinámica inflacionaria, empieza a generar tensiones evidentes en el saldo en divisas que tiene el país con el resto del mundo. Los requerimientos de divisas originados por las transacciones de servicios (con la cuenta de turismo a la cabeza) han venido superando en los últimos meses a los intereses pagados por la deuda en moneda extranjera, según muestra un informe privado.