Uno podría sugerirle al lector que antes de seguir leyendo esta nota, si nunca vio “La leyenda del Trinche”, busque una computadota, entre a youtube y escriba este link: https://www.youtube.com/watch?v=btH5Epgvi44. Si el lector prefiere seguir adelante en la lectura uno le deberá informar que “La leyenda del Trinche” es un documental producido hace algunos años por la televisión española de la serie “Informe Robinson”, en el que se da cuenta de uno de los mitos más extraordinarios de la historia del fútbol argentino, el de un futbolista que pocos vieron (no se conservan filmaciones) y muchos adoran. César Luis Menotti, Jorge Valdano, Aldo Pedro Poy, Alfredo Obberti, Mario Killer, Juan Carlos Montes, Enrique Wolf y el actor Darío Grandinetti (que fueron compañeros, rivales, entrenadores o simplemente tuvieron la dicha de verlo jugar) dan valiosos testimonios sobre Tomás Felipe Carlovich, más conocido como El Trinche, desde siempre. 

La síntesis de lo que cuentan los entrevistados sobre este singular personaje se puede encontrar en una de las frases de Menotti: “Le gustaba más el fútbol que el fútbol profesional”. Es que Carlovich tenía un estilo de juego (y de vida) bien a contramano de las corrientes circulantes que imponen el éxito y el triunfo, como verdades irrefutables. Un partido de un combinado rosarino contra la selección nacional que se preparaba para el Mundial ‘74, en el que hubo una figura excluyente con el número cinco en la espalda, agiganta el mito del jugador fino, elegante, inteligente, de de gran pegada, una exquisita mezcla –dicen– de Juan Román Riquelme y Fernando Redondo.

El director de teatro Jorge Eines (argentino radicado en Madrid, autor de muchas obras reconocidas y premiadas en toda Hispanoamérica) también vio hace unos años el Informe Robinson sobre Carlovich, y cobró nuevos impulsos para una idea que venía arrastrando ya desde antes, la de armar una obra en torno de la figura del ídolo rosarino.

Hace un par de años se puso a escribir, y hace menos de diez meses empezó a ensayar con dos jóvenes actores, incorporó al equipo al dramaturgo español José Ramón Fernández, y avanzó tanto que el sueño está a punto de concretarse: en marzo próximo se estrenará “El Trinche” (el mejor futbolista del mundo), en el Teatro Municipal La Comedia de Rosario. También hay conversaciones para darle continuidad en la ciudad de Buenos Aires, en el Teatro del Pueblo o alguno similar.

Claudio Garófalo, actor, cantante y maestro de actores (Violeta viene a Nacer, La Piaf, Once Corazones, Salsa Criolla, entre otras) es El Trinche. Lucas Ranzani (Una tragedia argentina y Boquitas Pintadas, entre otras) es el periodista que entrevista a Carlovich para un documental de homenaje, y fracasa en la búsqueda de los estereotipos de la que se supone es la gran figura.

El Carlovich de la obra cuenta que leyó unos pocos libros, pero a fondo, cita a Spinoza y a Nietzsche, canta ópera maravillosamente, recuerda, llora, se emociona, juega en todo el escenario. Fascinará a los futboleros románticos con cada una de sus reflexiones y rebeldías, y conmoverá seguramente a los espectadores que no diferencian un guadañazo de una pase entre líneas.

El periodista (gran trabajo del santafesino Ranzani) interpela, interroga, y ayuda con sus preguntas a agrandar el misterio de por qué aquel crack fue feliz sin haber llegado nunca a las grandes marquesinas, ni a la tapa de El Gráfico, ni haber concurrido a la  convocatoria cuando lo llamaron para la selección..

Tal vez ayude a entenderlo este dato suelto: hace unos días se hizo un ensayo en una sala de Rosario, al que fue especialmenete invitado el Trinche Carlovich. Dijo que si, que iba a ir encantado, pero por supuesto, faltó a la cita.

Los jóvenes estudiantes de la escuela de periodismo TEA y Deportea que si vieron la semana pasada, en el teatro Astros, un ensayo general de la obra quedaron sorprendidos por ese personaje que desconocían y encantados por el nivel artístico de la representación, su variedad de matices y sus profundos mensajes...

La obra parece de fútbol, pero más que eso habla del juego, del arte, de las pequñas cosas, del amor, y de todo lo que hace varios siglos Calderón de la Barca resumió en un título: “La vida es sueño”.